Diversos personajes e instituciones demandaron la salida del Perú del embajador de Ecuador en Lima, Rodrigo Riofrío, acusado de haber agredido a una madre y su hija en un centro comercial de Magdalena.
Según se informó, el sujeto insultó a la madre de una joven, tras lo cual, ella propinó una bofetada al sujeto, en defensa de su madre, lo que fue respondido por el energúmeno con patadas a la joven, en pleno suelo.
La madre agraviada asegura que los insultos fueron racistas, pues el embajador las calificó de cholas e indígenas.
A través de un comunicado emitido por la Cancillería ecuatoriana, aseguró hoy que se defendió de una agresión física durante un confuso incidente en Lima, por el que es acusado de ser el atacante de dos mujeres.
"Lamento profundamente el incidente personal suscitado el pasado domingo 21 de abril de 2013, en el Distrito de Magdalena y que tuvo como origen una agresión física que recibí junto a un miembro de mi familia, ante la cual nos limitamos a defendernos", señala el texto del embajador ecuatoriano difundido hoy en Quito.
La peruana Cristina Castro denunció al embajador ecuatoriano por supuestamente haber insultado y atacado a patadas y golpes de puños a ella y a su hija, tras un incidente en un supermercado del distrito limeño de Magdalena del Mar.
El escrito difundido en Quito ofrece más detalles de otro comunicado de la embajada ecuatoriana en Lima, en el que se limita a exteriorizar las "disculpas públicas" de Riofrío, aunque remarca que ello no supone "aceptar versiones de los hechos presentadas en algunos medios de comunicación" de Perú.
En el comunicado de la Cancillería ecuatoriana, Riofrío aseguró que "en ningún momento" vertió "expresiones que podrían ofender al pueblo del Perú" por el que dijo sentir un "profundo respeto".
"Presento mis disculpas públicas a todas las peruanas y peruanos por una situación no deseada, ni provocada por mí", enfatizó.
Asimismo, reiteró su "compromiso de trabajo constante para continuar fortaleciendo las relaciones bilaterales que felizmente existen entre los dos países".
"Agradezco al Perú la hospitalidad que en todo momento ha demostrado hacia mi persona y particularmente hacia la comunidad ecuatoriana residente en este país", remarcó Riofrío al hacer votos por que "este incidente no afecte la cordialidad natural que existe entre nuestros pueblos".
Mientras, la vicepresidenta peruana, Marisol Espinoza, afirmó hoy que la Cancillería de su país debe intervenir en el caso y señaló que, en este tipo de situaciones, lo que corresponde es pedir que el embajador acusado sea retirado del país.
En declaraciones al canal N de la televisión local, Espinoza declaró que la Cancillería debe convocar de inmediato al embajador y "formular el pedido de retiro" del diplomático.
"Ya Cancillería sabe cómo actuar en estos casos y tomará las decisiones pertinentes... se llama al embajador y se hacen notas y se procede a hacer el pedido de retiro del embajador", enfatizó.
Cristina Castro denunció en un reportaje del programa "Día D", emitido la noche del domingo, que tanto ella como su hija fueron insultadas y golpeadas por Riofrío y una mujer que lo acompañaba mientras hacían unas compras en un supermercado.
Según Castro, la furia de Riofrío se desató porque la atendieron antes que a él y que en ese momento habría gritado: "Así son estos peruanos, ignorantes, por eso es que este país no avanza porque está lleno de indígenas".
El altercado, ocurrido hace una semana, hizo que las mujeres terminaran en el suelo mientras Riofrío les propinaba patadas y puñetazos, aseguró Castro.
Según la versión de ella, cuando Riofrío se retiró del supermercado, le siguió junto con su hija hasta la residencia de la embajada ecuatoriana donde este ingresó escoltado por la Policía.
Dijo que cuando se percató de que se trataba del embajador, se sintió "humillada, ofendida, decepcionada. Cómo es posible que un embajador llegue hasta esos extremos. Cómo es posible que un señor que había llegado a Palacio de Gobierno en octubre del 2012 para ser recibido por el presidente Ollanta Humala después me haya agredido", afirmó Castro.
La agredida, que no presentó cargos a la Policía por temor a eventuales represalias del diplomático, mostró imágenes de los moretones que supuestamente le dejó la golpiza propinada por Riofrío tanto a ella como a su hija, quien tenía un hematoma en el ojo.
De su lado, la Cancillería ecuatoriana, en el texto que reprodujo la versión del embajador Riofrío, también lamentó el incidente y ratificó el "espíritu de hermandad y el extraordinario momento histórico por el que atraviesan las relaciones" entre los dos países.