Por Rocío Ferrel
La primera dama Nadine Heredia apareció ayer en un alarde más para mostrar que tiene sometidos a sus caprichos a los ministros de Estado, presentándolos como si fuesen niñeros de una cuna infantil.
Como no tiene programas de creación propia, Heredia sigue aterrizando en las actividades protocolares de los ministros para aparentar que no gasta el dinero del Estado, así se moviliza camuflada en las inauguraciones y presentaciones que corresponden a diversas carteras ministeriales.
Ayer inauguró un local de Cuna Más en Trujillo, donde las cámaras oficiales se dedicaron a ella, tal vez por futuras ambiciones electorales (ya se fundó el partido “Nadine”).
A los ministros los enfocaron de forma muy secundaria, la protagonista era Heredia. La actividad era del ministerio de Inclusión, cuya ministra Mónica Rubio estaba presente.
¿Qué hacía allí la ministra de Producción Gladys Triveño? Más le importa seguir los mandados de Heredia y fotografiarse en papel de niñera en lugar de ocuparse de promover a las industrias peruanas y ocuparse de sus innumerables obstáculos, con mayor razón si se habla de crisis. Si tanto le interesa a la niñez, ¿por qué no se ocupa de la buena marcha de las empresas, que darán empleo a más padres sin trabajo?
El otro bufón fue el ministro de Ambiente Manuel Pulgar Vidal, quien prefiere el circo a los problemas ecológicos serios. ¿No ve las chacras que utilizan aguas servidas para riego? ¿No le interesan los plaguicidas peligrosos que están ingresando al Perú? ¿No ve las procesadoras y mineros ilegales que contaminan la tierra y el subsuelo? ¿Qué tiene que ver el ambiente con las cunas infantiles? ¿Por qué no protege más bien a la niñez persiguiendo a los contaminadores del ambiente?
Para estos ministros primero es ser los payasos de Heredia y correr a sus caprichos, por eso el gobierno está tan mal como está.
Para Nadine Heredia primero es promocionar su sonrisa fingida y utilizar los recursos del Estado en estas burdas presentaciones.
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