Wilder Mayo, Redacción
La Primera entrevistó a Germán Alarco, profesor investigador de la Escuela de Postgrado de la Universidad del Pacífico, sobre temas de coyuntura económica y de algunos problemas para el largo plazo de la economía local.
—¿Qué opina sobre la discusión con relación al tipo de cambio?
—Parecía un monólogo desde el lado de los analistas, hasta que tiempo después tanto el presidente del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) como el ministro de Economía y Finanzas (MEF), salieron a manifestarse sobre el tema.
—¿Le satisfacen las respuestas de ambos?
—No, en el caso del BCRP. Nuestra autoridad, a diferencia del presidente del Banco Central Chileno, sigue sin reconocer los efectos negativos sobre la producción interna de una moneda nacional muy apreciada. Sus temores se circunscriben al temor de un posible rebote sobre la inflación. Poco a poco flexibilizan las inversiones de las AFPs en el exterior exportando el ahorro doméstico (37% del total) que tanto necesitamos para las inversiones. Tampoco dice cómo aprovechar mejor las divisas que se compran y acumulan.
—¿Qué opina de las propuestas del MEF?
—No me desagradó la propuesta que el MEF compre divisas por US$ 4,000 millones. Sin embargo, difiero del prepago de la deuda para reducir niveles de endeudamiento, ya que estamos por debajo de los estándares internacionales. También sería una locura aumentar nuestras aportaciones a los organismos financieros internacionales para fortalecer al capital financiero internacional.
—¿Qué falta en las medidas propuestas?
—No hay que temer a un impuesto temporal a las entradas de capital de corto plazo. Ya los autorizaron en la Unión Europea, pero falta que las implanten caso por caso. Los encajes que trabajan en el BCRP frenan la liquidez de los bancos, pero no a los dueños del capital golondrino. Aquí tendrían que trabajar el BCRP, MEF y la SBS.
—¿Usted y Pedro Francke hablan de los impuestos a las sobreganancias mineras?
—Las autoridades no reconocen la presencia de la enfermedad holandesa1. En realidad crece la entrada de divisas del sector más productivo (minería e Hidrocarburos) que con un tipo de cambio bajo es rentable (S/. 1.60-S/. 1.70), frente al sector no tradicional que requiere uno alto. Aquí tenemos una externalidad negativa que se corrige con un impuesto. Para mí, se trata de un impuesto a la exportación tradicional. No olvidemos que hasta China los aplica, aunque los ha venido reduciendo ante la menor apreciación del yuan. Pedro Francke retoma el impuesto a las sobreganancias mineras, que es aceptable pero parcial.
—¿Los aplicaría desde ahora?
—No, hay que ver qué ocurre con las otras medidas primero y la marea internacional.
No olvidar el largo plazo
—¿Qué opina de limitar las emisiones internacionales de Cofide y hasta intervenir en las privadas?
—Una propuesta equivocada, ya que hace frente al problema de corto plazo, pero afectaría los flujos de ahorro-inversión en el largo plazo. También parte de un diagnóstico errado, ya que si se suma las partidas de ingresos y cuenta financiera neta, el balance es ligeramente positivo, pero cercano a cero, aunque en años anteriores fue negativo. No hay que preocuparse de la entrada de capital de largo plazo.
—¿En qué otros frentes hay que actuar?
—En el aumento de la productividad a través de un salto cualitativo y cuantitativo en la infraestructura. También hay que preocuparse más en el denominador de la fórmula del tipo de cambio real que es la inflación.
—¿Le preocupa la inflación?
—Sí, pocos se han percatado que la inflación promedio del 2012 fue 3.66%. Excesiva respecto de lo que ocurre con el tipo de cambio que se apreció 5.3% de diciembre a diciembre, un aumento de las remuneraciones real de no más del 3%, pero inferior al incremento de la productividad media por trabajador ocupado. Hay problemas con los márgenes de comercialización, de ganancia, de importación que no miran bien en el BCRP e Indecopi. El actual directorio ha superado la meta de inflación en 39 meses respecto de los 72 en que opera con estas.
—¿Hay otros problemas en el corto plazo?
—No tenemos datos del cierre de las finanzas públicas del cuarto trimestre del 2012, pero los superávit fiscales del primer y segundo trimestre fueron una vergüenza ante la magnitud de las necesidades nacionales. A mi juicio, es equivocado no contabilizar adecuadamente la deuda pública a propósito de las APPs y no aprovechar las oportunidades para emprender un programa de largo aliento en cuanto a inversión pública en infraestructura.
La inversión de las APPs no es suficiente
—¿Qué ocurre con la deuda de las Asociaciones Públicas Privadas?
—No se suma a la deuda pública. Se anota en los informes sobre deuda, pero aplicándole una tasa de descuento, lo cual no se hace con el resto. Nadie fiscaliza el registro de pasivos contingentes, que es responsabilidad de cada sector. Aquí hay muchos compromisos de los sectores respectivos, pero que parece que nadie controla. Eso es una bomba de tiempo.
—¿Ese es el problema principal con las APPs?
—No, el MEF tiene un comparador público privado que no aplica. No se evalúa que el valor presente de los costos de un proyecto en APP sea menor que el que resultaría de ejecutarlo por el sector público. Asimismo, las APPs guían la agenda de inversión y el proceso debe ser al revés.
—¿Qué ocurre con la administración de proyectos de interés público?
—Sigue mal. El MEF no tiene la capacidad para mejorar el sistema. Mi hipótesis es que se discrimina la inversión pública mientras que se favorece la de APPs, que por cierto es aceptable, pero debe ser reencauzada. También falta mejorar los criterios de evaluación económica y social de proyectos en el SNIP, que castigan a los de alto impacto económico y periodo de maduración. Con esto también se imponen sobreexigencias, tales como que la recuperación de una irrigación por el precio del agua y de la tierra.
—¿Con eso se promueve la concentración de tierras?
—Sí, también se cancelan buenos proyectos más grandes. Me llamó la atención ver el grosor reducido de las pistas arrasadas por las lluvias en Arequipa. Aquí casi no se hacen pistas de concreto de larga vida. Como los proyectos deben ser autofinanciables, en términos financieros, no se hacen en serio pensando en el largo plazo.
—¿Qué es eso de reencauzar el sistema de inversión de interés público?
—Cuando usted va a un ministerio le dan la relación de proyectos para APPs. No tienen una lista amplia que pueda ser desarrollada, que responda a la brecha entre las necesidades nacionales y la infraestructura actual. De ahí usted tendría que escoger qué tecnología se requiere, por ejemplo, ferroviaria2, marítima, autotransporte o aérea. Ahora la mayor parte de los proyectos los definen los privados y esto debe ser al revés. Ahí tiene los problemas con las IIRSA.
—¿Qué ocurre con las IIRSA?
—Han sido muy útiles para comunicar nuestras comunidades locales y para los tráficos fronterizos. Sin embargo, no sirven en absoluto para la comunicación interoceánica3. Saliendo de Tarapoto tiene un carril y medio. En realidad el objetivo interoceánico se cumplía a través de una conexión ferroviaria, como la que se propone ahora de Pucallpa hasta Bayóvar. Se invirtieron cerca de US$ 3,000 millones que son deuda pública y que sirven para poco. No sé qué ocurre con los pasivos contingentes.
—¿Es necesario desarrollar una estrategia ferroviaria?
—Claro que sí. En el caso del ferrocarril que nos una a Brasil4, este debería ser pagado totalmente por ese país. No simplemente que lo financien temporalmente. Este medio es el recomendable para distancias medias y largas. Solo le gana el transporte marítimo. Hay que desarrollar un tren costero5 y transversal, tal cual se proponía en el documento de la Gran Transformación6. Es lamentable que todavía no de desarrolle el túnel interandino central que cuesta poco dinero, ya que está otorgado en una concesión al sector privado.
—¿No hay visión de largo plazo?
—No la hay, y el sistema de evaluación de inversiones está diseñado para que esos proyectos de largo aliento y dimensión no pasen. Hay que crear un sistema de planeamiento en serio; mejorar los instrumentos técnico-operativos; establecer los sistemas y procedimientos para ejecutar proyectos y los candados para evitar la corrupción. Ahora tenemos los recursos para hacer muchas cosas, pero no los aprovechamos. Somos el país de las oportunidades perdidas.
—¿Qué proyectos podríamos trabajar en serio?
—Desarrollo de clusters, avanzar en la mejora de eslabonamientos internos, el desarrollo de la ciencia y tecnología, avanzar en la reducción de la heterogeneidad estructural, enfrentar las desigualdades de todo tipo, entre otros muchos temas. Tenemos los recursos para acometer un plan Marshall a la peruana.
—¿Qué es un Plan Marshall a la peruana?
—Retomo el nombre de lo que se hizo en Europa luego de la Segunda Guerra Mundial. En un horizonte de diez años podemos invertir US$ 100,000 millones (y quizás más) para cambiar la infraestructura y el rostro del país. Parte del futuro está en nuestras manos, no lo desaprovechemos como en otros booms previos7.
La Primera, Lima 16-02-2013
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1 Leer The Economist lanza advertencias sobre la economía peruana. [Nota de Con nuestro Perú.]
2 Leer Construir ferrocarriles debe ser parte de un plan integral. [Nota de Con nuestro Perú.]
3 Leer Bolivia excluye a puertos chilenos en desarrollo de vía interoceánica y Perú y Bolivia construirían ferrocarril binacional. [Nota de Con nuestro Perú.]
4 Leer Carretera y trenes en el eje vial Huacho-Brasil y Perú y Brasil evalúan unirse por vía férrea para aumentar comercio. [Nota de Con nuestro Perú.]
5 Leer Apoyan plan para construir una vía férrea en la costa. [Nota de Con nuestro Perú.]
6 Leer Ollanta conectará la costa con el altiplano con trenes. [Nota de Con nuestro Perú.]
7 Leer Ollanta Humala: Gobierno extractivista cero desarrollo industrial, El mito de la minería como la actividad económica más importante aportadora de impuestos y Las debilidades del actual crecimiento económico. [Nota de Con nuestro Perú.]