Por Eduardo Bueno León
Nadie fue tan atacado, insultado, denigrado, calumniado como lo fue el Presidente Hugo Chavez. Polémico, retórico, a veces arbitrario, otras mesiánico, construyó un movimiento social y político que cambió el escenario de Venezuela e influyó decididamente en el surgimiento y orientación de los nuevos gobiernos de izquierda y centro izquierda de América Latina.
El neoliberalismo y el consenso de Washington, proyecto de la derecha global que desnacionalizó las economías e impuso el ajuste brutal en América Latina, fueron cuestionados y rebasados por el Chavismo, los movimientos sociales y la crisis sistémica de Argentina en el 2001.
Chavez estuvo inserto en la tercera etapa del nacionalismo militar de izquierda, al cual superó y mejoró incorporando el proyecto democrático. De la antipolitica contra la IV República de la partidocracia, transitó hacia la Revolución Bolivariana y el proyecto del "Socialismo del siglo XXI". Ganó más de una docena de consultas electorales y modernizó el estado, llevando la renta petrolera a los bolsillos de los venezolanos más pobres.
Relanzó la integración latinoamericana con pasos efectivos, restauró la solidaridad internacional, recuperó el discurso antimperialista ante los abusos del gobierno de Bush y construyó en Venezuela un amplio sistema de cooperación comunal.
Cometió errores sin duda alguna, como su afán en estatizar empresas que deben competir en un escenario global o insistir en la reelección indefinida.
En estas horas en que el pueblo chavista venezolano quebrado y dolorido, se manifiesta en las calles de la patria de Bolívar, expresamos nuestra solidaridad y nuestro reconocimiento a los hombres que como Hugo Chavez, han aportado en ese largo y tortuoso camino hacia la plena dignidad de todos los seres humanos.