Extraño caso de utilización de óvulos de fallecida

El día 7 de agosto, la edición electrónica del diario israelí Haaretz trae la noticia1 de las peticiones de una familia sobre los óvulos de su hija, una joven israelí que murió a resultas de graves lesiones que sufrió en un accidente de tránsito.

La víctima, llamada Hen Aida Ayish --cuya fotografía2 acompaña a la nota que se puede leer activando el vínculo de la nota 1-- estuvo inconsciente varios días en un hospital y finalmente declararon su muerte cerebral. La familia autorizó que el hospital extrajera órganos vitales del cuerpo, para que sirvan en trasplantes, y además pidió que le sacaran los óvulos, que fueron conservados en refrigeración.

Este pedido es comprensible, considerando que la joven era soltera y no tenía hijos; y que no solo se trataba de que sus padres desean ver sus nietos sino que posiblemente era para ellos muy importante que viniera al mundo un hijo de la hija, esto porque la condición de judío es herencia matrilineal: el hijo de judío y no judía no es judío (hasta que se convierta al judaísmo); pero el hijo de judía y no judío es judío, nace judío.

Pero la familia de Hen formuló otro pedido: que se retirase semen de algún cadáver, se entiende que para una posible fecundación de los óvulos de la hija. El hospital no aceptó esto, y el asunto está pendiente de dictamen judicial porque en situaciones semejantes el donante --hombre o mujer-- expresa en vida el deseo de que se utilicen postmortem sus células reproductivas.

Curiosidades del lenguaje

El título de la noticia que nos ocupa es “Israel court allows egg extraction from deceased woman in unprecedented ruling”, en el que vemos la palabra egg, que en general significa 'huevo', pero si nos referimos a las mujeres es 'óvulo'. Consecuentemente, los lectores de habla inglesa entienden con claridad que el texto dice 'Corte israelí permite extracción de óvulos de mujer muerta, en fallo sin precedentes'.

Estando esto claro, ha de haber llamado la atención a los lectores angloparlantes el nombre de la muchacha, Hen, que en inglés significa 'gallina'; o sea que una interpretación paralela y algo humorística --en medio de lo truculento del caso-- les habría hecho entender que egg no se refería a los óvulos de una mujer sino a los huevos de una gallina (hen). En realidad el nombre de la joven significa en hebreo 'Gracia', ¡y nada tiene que ver con “gallina”! (que en hebreo es tarnególet).

A veces se presentan coincidencias de este tipo, pero aquí podemos decir que esa interpretación ha surgido por descuido del diario. O sea que si hubiesen tenido cuidado, no hubiesen escrito “Hen”. En hebreo se emplea un alfabeto diferente del latino, son otros caracteres o letras; y cuando se translitera para escribir palabras hebreas en otra lengua, se siguen reglas.

En el alfabeto hebreo existen letras diferentes para representar los sonidos de h (aspirado, como en inglés) y j (como en español). Aplicando esto, tenemos que en lengua judía hen es 'ellas'; y jen, 'gracia'. La duda existe cuando desean representar la j (jet se llama en hebreo) en otros idiomas. Según la norma de los israelíes, que no siguió Haaretz, este sonido se representa con ch si la publicación va a Europa y países angloparlantes, y con j si va para España y países hispanoparlantes; así, como la edición electrónica era en inglés, Haaretz debió poner así el nombre: Chen Aida Ayish (y en una publicación dirigida a España y América Latina sería Jen Aida Ayish).

Esta representación de la jet hebrea se cumple, por ejemplo, cuando escriben Chabad o Javad (nombre de una agrupación religiosa judía), según  el idioma de los países destinatarios.   
 
1 El diario Haaretz ('El País') tiene en internet edición en hebreo y en inglés. Para esta noticia, leer en http://www.haaretz.com/news/national/israel-court-allows-egg-extraction-from-deceased-woman-in-unprecedented-ruling-1.377482

2 Por el color de su piel y rasgos faciales, parece de familia peruana. ¡Acá hay cientos de muchachas con esa cara!