Científicos de la Universidad de Stanford, en los Estados Unidos, indican que la transfusión de sangre de jóvenes puede ayudar a las funciones cerebrales en adultos mayores.
El experimento en ratones de edad avanzada los ayudó a mejorar su rendimiento en pruebas de memoria, en las que lograron puntajes similares a los alcanzados por ratones de un tercio de su edad.
La sangre joven rejuveneció las conexiones entre las células cerebrales y mejoró la memoria en ratones de 18 meses de edad, que rindieron tan bien como los de cuatro meses. Los ratones suelen tener una vida que dura un máximo de 18 meses a dos años.
Los expertos sugieren que transfusiones de sangre joven a los adultos mayores podría ayudarlos a mantenerse alertas y es un procedimiento seguro en los humanos ancianos, que les puede ayudar a contrarrestar los achaques de su edad, los cuales recibirían sangre de donantes de unos 20 años de edad. Esto incluso ayudaría a combatir el mal de Alzheimer, dicen.
El investigador Saul Villeda señaló en la conferencia anual de la Sociedad de Neurociencias, en Nueva Orleans, que en su experimento crearon conexiones entre venas y arterias para que la sangre de los ratones jóvenes fluya hacia la de los viejos y viceversa.
Observaron que con sangre de los viejos los cerebros de los ratones jóvenes parecían envejecer, mientras que en los viejos la sangre joven estimuló el número de conexiones entre las células cerebrales, conexiones que son vitales para la memoria, las cuales se fortalecieron.
Ahora sus experimentos están enfocados en ratones que presentan males como los del Alzheimer.
Los expertos dicen que si las pruebas en los seres humanos resultan exitosas, puede resultar algo tan revolucionario como lo fue la penicilina en su tiempo, pues podría identificarse a las sustancias que rejuvenecen el cerebro y convertirlas en píldoras.