Con los cambios climáticos que afectan a todo el planeta, el agua se está convirtiendo cada vez más en un bien muy preciado. En el caso del Perú, el proceso de derretimiento de los nevados andinos pronto tendrá efectos negativos en el abastecimiento de agua de ciudades de la costa, en el caudal de ríos de nuestras cuencas del Pacífico y del Atlántico y en el clima. Informes recientes indican que en varias partes de nuestra serranía aumentarán los meses de heladas1 justamente por la menor presencia de agua en el ambiente.
En el nivel internacional ya hay conflictos latentes o desatados por el control de fuentes de agua. En nuestro país, están muy frescas las noticias de las desavenencias y pleitos por agua entre Moquegua y Arequipa y entre Huancavelica e Ica, por mencionar sólo dos casos. En lo que respecta a Chile, tanto especialistas civiles como militares peruanos han señalado con claridad que de los muchos recursos naturales que nuestro enemigo del sur ambiciona del Perú están el agua y el gas, lo cual explica que la mayor parte de la prensa guarde silencio sobre este tema; ningún periódico o canal de televisión preconiza que para el interés nacional lo principal es reservar para uso exclusivo del Perú los recursos valiosos como el agua y el gas.
En declaraciones formuladas al diario limeño La Razón, de 8 de abril de 2007, el congresista tacneño Jorge Flores Torres, además de advertir contra inversiones de Codelco2 en el Perú, manifestó que los chilenos “… buscarán dar batalla al Perú por el lago Titicaca y las aguas subterráneas en territorio peruano”. Es interesante que mencione a las aguas subterráneas, porque en la frontera entre Chile y Bolivia los chilenos ya han empezado a succionar el agua de las capas freáticas de suelo boliviano (aprovechando la gravedad, puesto que las tierras chilenas están a más baja altura, y lo desolado de esa zona en el lado boliviano3).
¿Qué harán o que harían los chilenos para tener acceso a nuestras aguas altiplánicas? La invasión militar directa en esas tierras altas no se ve como una opción políticamente viable y sostenible (las diferencias de delimitación las tenemos con Chile a la orilla del mar, punto Concordia, o en el mar, pero no en el altiplano collavino), no habría pretexto posible para que los chilenos nos roben ese territorio4. Lo más factible es que opten por la infiltración paulatina, tal como hicieron con Antofagasta, territorio boliviano, el cual se llenó de inversionistas y trabajadores chilenos, que fueron la avanzada de la invasión militar chilena de 1879.
En este contexto debemos ver el interés que muestran capitalistas chilenos para construir y/o comprar hoteles en el contorno del lago Titicaca. Como es usual en estos casos, el enemigo del sur ya debe haber empezado a coimear a periodistas y autoridades, para que hagan la vista gorda. Sería gravísimo que Chile, país delincuente, logre una implantación en esa sensible zona de territorio peruano. El día 14 del presente mes de mayo de 2007, Día_1 (suplemento de negocios y finanzas de El Comercio), en el contenido de la nota “Turismo Inversionistas planean construir hoteles / El Titicaca en la mira de chilenos” nos dice: “Convencidos de que el potencial turístico del lago Titicaca no se limita a un simple paseo en bote, varios inversionistas chilenos estarían buscando terrenos en esta zona para construir hoteles y reactivar el turismo, según informó el alcalde de Puno, Luis Butrón”.
Sobran comentarios. Que sepa el alcalde puneño que la inversión privada de capitales es bienvenida, crea puestos de trabajo, paga impuestos, etc.; pero hay que saber con quién se trata, con quién se puede hacer negocios y con quién no. Siendo Puno zona fronteriza y conociendo los antecedentes de Chile, país delincuente, resultaría peligroso darles cabida en ese nuestro departamento. ¿No hay inversionistas canadienses, italianos, franceses, etc., a quienes se puede invitar a invertir? ¿Por qué poner en peligro a la patria consintiendo y dando facilidades a los peligrosos capitalistas chilenos, verdaderos caballos de Troya contra la seguridad nacional? Por cultura general y por haber alguna vez pisado las aulas escolares, ¿no saben el alcalde de Puno y el presidente regional de ese departamento lo que nos ha hecho y sigue haciendo Chile, cómo nos robó territorios y continúa haciéndolo? Deben entender que su responsabilidad es muy grande en este caso, es totalmente inaceptable que comprometan al país entero dando entrada a los chilenos. No pueden alegar ignorancia… ¡Si no lo saben, compatriotas puneños, aprendan a reconocer al enemigo chileno, que es ladrón, asesino, destructor y corruptor5 de conciencias!
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1 Se denomina helada al frío muy intenso que se produce en la sierra, el cual malogra los cultivos; ese frío prácticamente “quema” las plantas.
2 Siglas de la Corporación Nacional del Cobre, empresa minera estatal de Chile que por ley de ese país destina a la compra de equipo militar un porcentaje fijo de sus ganancias netas. ¡Y pensar que hay peruanos traidores que no se oponen a las pretensiones que tiene dicha empresa de invertir en el Perú!
3 Son extensas áreas de terreno húmedo (que acá llamamos “bofedales”) en las que vive muy poca gente. La única manera de evitar el robo chileno de agua sería que los bolivianos drenen y bombeen el agua en dirección contraria al océano Pacífico, lo cual es una alternativa que tiene sus costos y requeriría una planificación.
4 Por el lado de la costa ya han empezado apoderándose del triángulo de tierra tacneña al dejar de lado el punto Concordia. No va a ser fácil sacarlos de allí, porque una vez que Chile roba territorio su norma es no devolver ni un centímetro cuadrado (si no, preguntemos a los bolivianos si Chile les ha devuelto algo del litoral usurpado).
5 Los inversionistas chilenos siempre llegan al Perú con sus billeteras rebosantes, que les posibilitan a la vez realizar sus negocios y coimear autoridades, especialmente cuando quieren comprar tierras en el Perú.
