Aviación chilena: Más radio de acción para los F-16



Sabido es que la Fuerza Aérea de Chile (FACh) está bien preparada y equipada para cumplir los objetivos generales de la fuerza armada de ese país: seguir usurpando territorio del Perú y Bolivia y, si es posible, robar más tierras.


Para cumplir este cometido, la FACh cuenta con 26 cazabombarderos F-16 y 18 F-5E. Estos últimos son algo antiguos —se fabricaron en la década de 1970— pero hace 10 años culminó un proceso de modernización que los convierte en importantes elementos del poder aéreo de Chile. Los F-5E del enemigo tienen moderna electrónica, buenos radares y cohetes aire-aire de última generación.

Tanto los F-16 como los F-5E, de fabricación estadounidense, son eficientes para el combate aéreo y el ataque a tierra, en lo cual llevan ventaja a nuestros MiG-29, que son buenos para el combate aéreo (avión contra avión), pero si se desea darles una eficiente capacidad de ataque a blancos en tierra necesitan de una modernización en radares y dispositivos de dirección de tiro (conversión a MiG-29SMT).

¿Misterio?

El radio de acción1 de los mencionados aviones chilenos está, en cálculo conservador, entre 1500 y 2000 km, que es más que suficiente si consideramos que estando ubicados en el norte de Chile, alcanzarían con mucha facilidad los objetivos de ataque en territorio surperuano. Por esta razón es llamativo que la FACh esté muy afanada en conseguir modernos aviones cisterna para reabastecer en vuelo a sus cazabombarderos F-16 y F-5E. Los jefes de la aviación militar chilena consideran inadecuado (sólo puede abastecer a un tipo de aviones) y obsoleto el avión de reabastecimiento que tienen, un Boeing KC-707.

La capacidad de reabastecimiento a ambas clases de avión (F-16 y F-5E) extendería notablemente el radio de acción de dichas aeronaves. La pregunta es “¿para qué?” Se descarta que la isla de Pascua, bajo soberanía chilena y que está a miles de km de la costa de Chile, sea motivo de preocupación y que haya sido el origen de esa ansiedad de dar más alcance a sus aviones. Por allá nadie desea disputar la propiedad de esa isla.

Percepción de peligros

Habiendo invertido una gran cantidad de dinero en la compra de modernos tanques Leopard alemanes, lo ocurrido en 2006 durante la Segunda Guerra de Líbano debe haber hecho reflexionar a los jefes militares de Chile, país delincuente. Ocurrió que los antes temibles tanques israelíes, con apoyo aéreo y todo, fueron contenidos y derrotados por la milicia islámica Hizboláh, que para el efecto se valió de armas antitanque portátiles y minas antitanque convenientemente ubicadas.

Estas y otras informaciones evaporaron las imaginadas escenas de imparables tanques chilenos recorriendo victoriosos los desiertos, carreteras y ciudades peruanas. Para resistir una guerra de desgaste de blindados, Chile necesitaría 1000 ó 1200 tanques para reponer con rapidez las pérdidas sufridas en combate. En el mundo sólo países que tienen industria militar como Estados Unidos, Rusia o China poseen suficientes vehículos acorazados como para resarcirse de cualquier pérdida.

Si gana pierde

En el más optimista de los panoramas para Chile, si en un ataque al Perú desbarata a nuestra fuerza armada, el resultado sería que los militares peruanos, empezando por las fuerzas especiales, pasarían a combatir en la modalidad de guerrilla, con el apoyo de miles de combatientes civiles, gran parte de ellos licenciados de la fuerza armada, gente con preparación militar. Aquí adquirirían peso dos factores: a) la modalidad flexible de guerra que adoptarían los peruanos; y b) la mayor capacidad peruana de reponer las bajas (tenemos varios millones más de habitantes que Chile, país usurpador de territorios del Perú y Bolivia). En estas condiciones, Chile no tendría un gobierno peruano dispuesto a tolerar más robos. La guerra irregular de los peruanos llevaría a la inevitable derrota chilena, con todas las consecuencias que ello implica.

Posible “para qué”


Cuando en 2001 los EE. UU. y sus aliados europeos de la OTAN atacaron Yugoslavia para contener la represión del presidente Slobodan Milosevich contra la provincia secesionista de Kosovo, eligieron el bombardeo aéreo diario, las 24 horas del día, estrategia que causó grandísimo daño material a los yugoslavos y permitió doblegarlos en 20 días. Los estadounidenses y los europeos lograron el objetivo sin arriesgar la vida de sus soldados, lo cual siempre crea problemas de orden político, puesto que si la población ve que hay muchos militares muertos empieza a protestar y los políticos de oposición tarde o temprano piden el término de la guerra.

Mirándose en este espejo de amplia superioridad aérea, los chilenos pueden haber llegado a la conclusión de que al tener más aviones que nosotros podrían ganar la guerra mediante la destrucción que cause su aviación, que contaría con capacidad de reabastecimiento2 que le permitiría atacar Lima y causar extensa destrucción. Pero aquí nuevamente interviene el factor cuantitativo. A la fecha la aviación militar chilena tiene respecto de la nuestra una superioridad de 3 a 1 aproximadamente3; pero para lograr una victoria decisiva, como la de los yanquis en Yugoslavia, necesitaría una superioridad numérica no menor de 15 a 1 o más (tal fue, por decir lo menos, la proporción entre el número de aviones yanquis y de la OTAN frente a la fuerza aérea yugoslava4).

Pero Chile, por razones económicas, pese al dinero que obtiene del cobre (Codelco), nunca logrará ese desequilibrio a su favor de 15 a 1 o incluso de 10 a 1. Necesitaría ser fabricante de aviones5 como los F-16 o los MiG-29 para tener una provisión constante de aeronaves que repongan las pérdidas en combate. Por otro lado, cualquier ataque aéreo contra el Perú sería respondido de la manera más conveniente y la reacción peruana sólo se detendría con la expulsión del invasor a la frontera de 1879.

Vigilancia


Considerando lo señalado en la nota 3, que nos indica que se debe contar a la aviación ecuatoriana prácticamente como parte de la FACh, es necesario que para contrarrestar eso el Perú siempre tenga mayor número de aviones (y de calidad y rendimiento equivalentes) que Chile.

Aparte de las medidas que para estos casos toma cualquier país, por ejemplo, radares convenientemente ubicados en nuestro territorio, es necesario tomar en cuenta otras opciones, no excluyentes:

a) satélite geoestacionario propio, que dé una visión adecuada del territorio;
b) crear una rama naval6 de la fuerza aérea peruana, de segura lealtad al Perú.

Lo que se plantea en b) debe analizarse comparando costos —en el mediano y largo plazo— con un avión de alerta temprana (AWACS en inglés)7. La solución naval requiere mantener en el mar naves de vigilancia radárica y electrónica, que pasen su información directamente al comando de la FAP. Esto porque volar a baja altura sobre el mar peruano sería una de las varias posibilidades de ruta de la aviación enemiga.
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1 Radio de acción es la distancia a la que pueden llegar, y regresar. Por ejemplo, si un avión tiene radio de acción de 1000 km, puede cubrir esa distancia, realizar su misión y volver al punto de partida. Ese mismo avión puede volar 2000 km pero no tendría combustible para regresar, necesitaría reabastecerse.

2 Parece que los chilenos tienen sus razones para pensar que en caso de guerra podrán reabastecer a sus aviones con tranquilidad volando sobre el mar peruano.

3 Téngase en cuenta que en caso de conflicto en el sur, una parte de nuestra fuerza armada, incluida la aviación, estaría inmovilizada en el norte, en precaución de que pase algo con Ecuador, aliado histórico de Chile.

4 Ante la superioridad numérica de los agresores, la aviación yugoslava prácticamente no combatió.

5 Chile sí fabrica aviones, armados a partir de componentes extranjeros (empezando del motor). La Empresa Nacional de Aeronáutica de Chile (ENAER) produce y exporta a varios países el Pillán, que es una aeronave de entrenamiento básico con motor de pistón y hélice (por este motivo el Pillán no es jet o avión de retropropulsión).

6 Esto es tan natural como que existen una aviación naval o una aviación de la policía, o una infantería de marina.

7 La FACh tiene una aeronave Boeing 707 destinada a vigilar permanentemente el movimiento de aviones peruanos en el sur del Perú.