Única opción: no exportar gas, cualquiera sea la “justificación”
García quiere vender gas a Chile, exportación a México es cuento
El gobierno del Apra y de Alan García sí pretende exportar atentando contra la estabilidad jurídica al modificar los contratos suscritos e ignorando informe profesional realizado por 752 expertos que indican que no se debe exportar.
Se descubre la mentira: Ollanta Humala, líder del Partido Nacionalista, reveló que en realidad se pretende exportar el gas a Chile, no a México, porque la planta mexicana no entrará en operación y han prohibido la compra hasta el 2011, entonces, ¿a quién se va a exportar a partir de junio? Obviamente, es a Chile, país enemigo del Perú, que sí tiene dos plantas construidas y que está moviendo sus influencias con el gobierno prochileno de Alan García.
García quiere vender gas a Chile, exportación a México es cuento
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Se descubre la mentira: Ollanta Humala, líder del Partido Nacionalista, reveló que en realidad se pretende exportar el gas a Chile, no a México, porque la planta mexicana no entrará en operación y han prohibido la compra hasta el 2011, entonces, ¿a quién se va a exportar a partir de junio? Obviamente, es a Chile, país enemigo del Perú, que sí tiene dos plantas construidas y que está moviendo sus influencias con el gobierno prochileno de Alan García.
Estabilidad jurídica y respeto a los contratos
Todos escuchamos que para perpetuar faenones que enriquecen a unos pocos y perjudican a todos los peruanos el gobierno aduce que deben respetarse los contratos y así sostener la estabilidad jurídica para no hacer peligrar el flujo de inversiones extranjeras.
No obstante, esto no es cierto en el caso del gas, según denunció Humala, pues el gobierno anterior modificó ilegalmente el contrato de transporte del gas para que los recursos del Lote 56 se exporten, lo cual no lo estipula el contrato. Peor aún, ese gasoducto lo hemos pagado todos los peruanos, como constan las cobranzas en nuestras facturas de consumo eléctrico. No hemos pagado el tendido de tubos para que Chile tenga gas, sino para que sirva a los peruanos.
Esta maniobra ilegal, más otras que pretende consumar el gobierno, y que rompen la estabilidad jurídica, generarían utilidades por 15 mil millones de dólares, que se llevará la empresa exportadora, mientras que el Perú sólo se quedaría con ínfimas regalías.
Para agravar este escándalo, la exportación se realiza al valor de $1 por barril, mientras que la importación es de $84 por barril. ¿Por qué tenemos que regalar el gas a Chile y negarlo a nuestros empresarios?
Velásquez Quesquén sale a defender la exportación
Posiblemente como parte de una farsa concertada con Alan García, el presidente del Consejo de Ministros, Javier Velásquez Quesquén, salió a defender la exportación anunciando que en ningún caso el contrato será modificado (o sea que, según él, de todas maneras habrá exportación), pese a que con esto estarían violando el contrato de transporte de gas al exportarlo y no dedicarlo al consumo nacional. Velásquez alegó que fue un acuerdo heredado de la gestión anterior y acusó a quienes dicen la verdad sobre el gas de utilizar el asunto para fines políticos y dijo que algunas empresas están presionando para traer el gas a Lima cuando la voluntad del Gobierno es enviarlo al sur del Perú. Sin darse cuenta, con estas palabras Velásquez Quesquén nos dice que son excluyentes las opciones de proporcionar gas a los industriales y proporcionarlo a la Macrorregión Sur (al decir esto reconoce que con la exportación el gas no alcanza para el consumo interno).
La farsa (engaño a presidentes regionales)
Manuel Velásquez Quesquén aparece como individuo identificado con intereses extranjeros que se beneficiarán con la exportación de nuestro gas, y con sus declaraciones —en el sentido de que de todas maneras se exportará el gas— asume el papel de duro o intransigente. En seguida intervendrá Alan García con tono conciliador e incluso aparentando que “desautoriza” a Velásquez Quesquén. El paso siguiente es que Alan García o una persona autorizada convence a los presidentes regionales diciéndoles que el gas alcanza para el consumo interno, esto es, para el sur del país y también para exportar. De aceptar esto los presidentes regionales estarían traicionando a sus pueblos. Entendamos de una vez: no basta con que se dé algo de gas al Sur (que durará muy poco); es necesario exigir con toda claridad que se anule la exportación de nuestro gas. Ya hemos señalado que solamente países como Arabia Saudita, Irán, Rusia o Venezuela pueden exportar gas porque tienen grandes reservas probadas para más de cien años.
Estando ya evidenciada esta situación de argucias y engaños, los presidentes regionales deben dejar de lado posturas mediocres o contemporizadoras (“No vamos a permitir que ni una sola molécula de gas vaya a México si antes no se garantiza que esté atendido el consumo interno. El Perú es primero y dentro de él es el sur el que debe tener la prioridad”) y exigir al gobierno que suspenda de forma definitiva la exportación del gas. Debe tenerse en cuenta que la desventajosa exportación del gas peruano sería posible por la modificación del contrato original. Este punto es importante, porque los corruptos apristas dicen que si ya está firmada la modificación para exportar, el Perú ya está comprometido.
Y la verdad es que el Perú no puede estar comprometido por una dolosa y corrupta modificación del contrato. Debemos entender que los apristas, sirvientes de Chile, se guían por el principio según el cual los contratos que firma el estado peruano con empresas extranjeras pueden modificarse si el cambio favorece a la empresa privada; pero si el cambio favorece al estado y a la nación peruanos, el contrato no puede cambiarse. Así piensan y actúan los corruptos que hay en el gobierno.
Por su parte, Humala al calificar de robo la exportación de gas, advirtió que la nueva certificación de reservas de gas que presentará el gobierno este 17 de mayo, podría ser manipulada para inflar dichas cifras y así persistir en la nefasta exportación y agregó que al asumir la presidencia, García prometió investigar la modificación del contrato con normas de menor jerarquía para exportarlo, pero nada ha hecho.
Cierran los ojos a informe de expertos
Por otro lado, el congresista Yohny Lescano informó que Osinergmin encargó un estudio a la ESAN, realizado por 752 expertos, que concluye en que no se debe exportar el gas. Pese a ello, el gobierno, para favorecer a Chile, cierra los ojos y se desespera por exportar, para lo cual inclusive derrochan el dinero de todos los peruanos al contratar a los estudios jurídicos Payet y Echecopar para que encuentren la sinrazón legal para defender la exportación de nuestro gas, ¿por qué será? Tras tantos escándalos es fácil suponer la respuesta.
Hoy niegan el gas a los peruanos
Otro dato que proporcionó Humala es la cifra de la demanda interna de gas, que asciende a 500 trillones de BTU, con empresas que están pidiendo el recurso, pero Pluspetrol sólo está licitando 100 trillones de BTU. Las empresas están pidiendo que les vendan gas. Con estas cifras a la vista, es obvio que los sirvientes de Chile niegan el gas a los peruanos para exportarlo a Chile.
Ante una sola de las agresiones señaladas cualquier otro país no sólo que habría cortado relaciones, sino hasta habría roto vínculos comerciales. Eso sucede porque en otros países existen gobiernos con dignidad, que es algo que no poseen el gobierno aprista de Alan García Pérez ni él como persona.
Todos escuchamos que para perpetuar faenones que enriquecen a unos pocos y perjudican a todos los peruanos el gobierno aduce que deben respetarse los contratos y así sostener la estabilidad jurídica para no hacer peligrar el flujo de inversiones extranjeras.
No obstante, esto no es cierto en el caso del gas, según denunció Humala, pues el gobierno anterior modificó ilegalmente el contrato de transporte del gas para que los recursos del Lote 56 se exporten, lo cual no lo estipula el contrato. Peor aún, ese gasoducto lo hemos pagado todos los peruanos, como constan las cobranzas en nuestras facturas de consumo eléctrico. No hemos pagado el tendido de tubos para que Chile tenga gas, sino para que sirva a los peruanos.
Esta maniobra ilegal, más otras que pretende consumar el gobierno, y que rompen la estabilidad jurídica, generarían utilidades por 15 mil millones de dólares, que se llevará la empresa exportadora, mientras que el Perú sólo se quedaría con ínfimas regalías.
Para agravar este escándalo, la exportación se realiza al valor de $1 por barril, mientras que la importación es de $84 por barril. ¿Por qué tenemos que regalar el gas a Chile y negarlo a nuestros empresarios?
Velásquez Quesquén sale a defender la exportación
Posiblemente como parte de una farsa concertada con Alan García, el presidente del Consejo de Ministros, Javier Velásquez Quesquén, salió a defender la exportación anunciando que en ningún caso el contrato será modificado (o sea que, según él, de todas maneras habrá exportación), pese a que con esto estarían violando el contrato de transporte de gas al exportarlo y no dedicarlo al consumo nacional. Velásquez alegó que fue un acuerdo heredado de la gestión anterior y acusó a quienes dicen la verdad sobre el gas de utilizar el asunto para fines políticos y dijo que algunas empresas están presionando para traer el gas a Lima cuando la voluntad del Gobierno es enviarlo al sur del Perú. Sin darse cuenta, con estas palabras Velásquez Quesquén nos dice que son excluyentes las opciones de proporcionar gas a los industriales y proporcionarlo a la Macrorregión Sur (al decir esto reconoce que con la exportación el gas no alcanza para el consumo interno).
La farsa (engaño a presidentes regionales)
Manuel Velásquez Quesquén aparece como individuo identificado con intereses extranjeros que se beneficiarán con la exportación de nuestro gas, y con sus declaraciones —en el sentido de que de todas maneras se exportará el gas— asume el papel de duro o intransigente. En seguida intervendrá Alan García con tono conciliador e incluso aparentando que “desautoriza” a Velásquez Quesquén. El paso siguiente es que Alan García o una persona autorizada convence a los presidentes regionales diciéndoles que el gas alcanza para el consumo interno, esto es, para el sur del país y también para exportar. De aceptar esto los presidentes regionales estarían traicionando a sus pueblos. Entendamos de una vez: no basta con que se dé algo de gas al Sur (que durará muy poco); es necesario exigir con toda claridad que se anule la exportación de nuestro gas. Ya hemos señalado que solamente países como Arabia Saudita, Irán, Rusia o Venezuela pueden exportar gas porque tienen grandes reservas probadas para más de cien años.
Estando ya evidenciada esta situación de argucias y engaños, los presidentes regionales deben dejar de lado posturas mediocres o contemporizadoras (“No vamos a permitir que ni una sola molécula de gas vaya a México si antes no se garantiza que esté atendido el consumo interno. El Perú es primero y dentro de él es el sur el que debe tener la prioridad”) y exigir al gobierno que suspenda de forma definitiva la exportación del gas. Debe tenerse en cuenta que la desventajosa exportación del gas peruano sería posible por la modificación del contrato original. Este punto es importante, porque los corruptos apristas dicen que si ya está firmada la modificación para exportar, el Perú ya está comprometido.
Y la verdad es que el Perú no puede estar comprometido por una dolosa y corrupta modificación del contrato. Debemos entender que los apristas, sirvientes de Chile, se guían por el principio según el cual los contratos que firma el estado peruano con empresas extranjeras pueden modificarse si el cambio favorece a la empresa privada; pero si el cambio favorece al estado y a la nación peruanos, el contrato no puede cambiarse. Así piensan y actúan los corruptos que hay en el gobierno.
Por su parte, Humala al calificar de robo la exportación de gas, advirtió que la nueva certificación de reservas de gas que presentará el gobierno este 17 de mayo, podría ser manipulada para inflar dichas cifras y así persistir en la nefasta exportación y agregó que al asumir la presidencia, García prometió investigar la modificación del contrato con normas de menor jerarquía para exportarlo, pero nada ha hecho.
Cierran los ojos a informe de expertos
Por otro lado, el congresista Yohny Lescano informó que Osinergmin encargó un estudio a la ESAN, realizado por 752 expertos, que concluye en que no se debe exportar el gas. Pese a ello, el gobierno, para favorecer a Chile, cierra los ojos y se desespera por exportar, para lo cual inclusive derrochan el dinero de todos los peruanos al contratar a los estudios jurídicos Payet y Echecopar para que encuentren la sinrazón legal para defender la exportación de nuestro gas, ¿por qué será? Tras tantos escándalos es fácil suponer la respuesta.
Hoy niegan el gas a los peruanos
Otro dato que proporcionó Humala es la cifra de la demanda interna de gas, que asciende a 500 trillones de BTU, con empresas que están pidiendo el recurso, pero Pluspetrol sólo está licitando 100 trillones de BTU. Las empresas están pidiendo que les vendan gas. Con estas cifras a la vista, es obvio que los sirvientes de Chile niegan el gas a los peruanos para exportarlo a Chile.
Al gobierno no le interesa que Chile esté usurpando unos 40 mil kilómetros de mar peruano y capturando a nuestros pescadores tacneños, no le importa que viole el tratado de 1929 y usurpe 4 hectáreas de Tacna al mover el punto de inicio de la frontera; no le importa que realice espionaje, entre otras agresiones, y decide no sólo favorecer el desarrollo chileno vendiéndole nuestro gas, sino que lo hace atentando contra el desarrollo peruano, cortando sus posibilidades energéticas en el futuro; y en la actualidad neiega este recurso estratégico a empresas peruanas que apostaron por el gas reconvirtiendo sus instalaciones de diésel a gas.
Ante una sola de las agresiones señaladas cualquier otro país no sólo que habría cortado relaciones, sino hasta habría roto vínculos comerciales. Eso sucede porque en otros países existen gobiernos con dignidad, que es algo que no poseen el gobierno aprista de Alan García Pérez ni él como persona.
