Gobierno miente: el gas no va a México, sino a Chile
El buque “Barcelona Knutsen” inicia la perjudicial exportación del gas.


El especialista Manuel Dammert denunció que la exportación del gas peruano se está realizando a Chile y no a México, como aduce el gobierno para permitir la salida del gas mientras no lo quiere vender a nuestros empresarios que lo están demandando.


Como si fuese poco, ese gas está saliendo a un precio ínfimo (ver Exportación de gas: vender a 1 y comprar a 84), lo que desbarata la burla del presidente Alan García, quien dice que la exportación de gas generará riqueza para todos los peruanos. La exportación en estas condiciones no sólo es perjudicial para el futuro del Perú, sino que es un latrocnio su venta al exterior a precio tan bajo.

Esta traición se perpetra con el insulso argumento de apristas en el poder ejecutivo y en el Congreso, como el impresentable César Zumaeta (que hasta con motes habla), quien en la sesión parlamentaria de este mes que trató la exportación del gas, dijo que si Venezuela exporta petróleo a los EE. UU., habiendo mala relación entre esos dos países, no es posible que se exija que el Perú no pueda exportar.

Lo que no quieren decir, como ya hemos visto, es que Venezuela se puede permitir exportar petróleo e incluso gas, porque de ambos hidrocarburos posee reservas garantizadas de más de 200 años incluyendo consumo interno y exportación. No es como nuestro país, cuyas reservas dudosamente alcanzarían para 20 años, solamente para el Perú, sin considerar la exportación, por lo cual la única opción que el Perú tiene para no poner en riesgo su futuro energético  es no exportar, en un mundo en el cual los hidrocarburos serán más y más escasos.

Por otro lado, el gasoducto nos costó a los peruanos en nuestras facturas de consumo eléctrico, ese financiamiento fue para el consumo de gas en el Perú, no en el exterior. En Chile en especial lo demanda Codelco, empresa cuyas ganancias están destinadas por ley a financiar el desenfrenado armamentismo de Chile contra el Perú.

Vemos lo que detalla Dammert en La Primera de hoy:

Gas peruano sí va a Chile

El buque “Barcelona Knutsen” inicia la perjudicial exportación del gas.


El buque “Barcelona Knutsen” tiene una capacidad para transportar 173.400 metros cúbicos de gas. Según la Comisión Nacional Supervisora de Empresas y Valores (Conasev) el primer embarque llevó una carga de 121.475 metros cúbicos de gas.
Salió el primer barco de transporte de gas de Camisea rumbo al sur, destino que tantas veces había negado el gobierno. Esta “exportación” origina una descomunal estafa tributaria al estado peruano.

El buque “Barcelona Knutsen” tiene una capacidad para transportar 173.400 metros cúbicos de gas. Según la Comisión Nacional Supervisora de Empresas y Valores (Conasev) el primer embarque llevó una carga de 121.475 metros cúbicos de gas.

Con la salida del buque (Barcelona Knutsen) llevando el gas de Camisea se concreta una violación contractual y estafa al Perú. Por ello, pediremos a Perú LNG que publique los documentos de embarque, el recorrido del buque, lugar donde desembarcará el gas y las facturas de la compra del gas, dijo Manuel Dammert.


Repsol anunció ayer que el buque “Barcelona Knutsen” que lleva LA PRIMERA carga de Gas Natural licuado (GNL) procedente de la planta de Pampa Melchorita partió al exterior. En total son seis los buques encargados de transportar el gas de Camisea fuera del Perú.

Según la transnacional española el destino del gas de todos los peruanos es México, pues en este país Repsol cuenta con un contrato de suministro de GNL con la Comisión Federal de Electricidad de México para abastecer la terminal de regasificación en el puerto de Manzanillo, en la costa norte del Pacífico. El contrato es por 2.4 TCF (trillones de pies cúbicos por sus siglas en inglés), pero Repsol compró a Perú LNG 4.2 TCF, o sea hay una diferencia de 1.8 TCF, fuera de la compra hecha por los mexicanos.

¿Y cuál es el destino de los 1.8 TCF? Para el especialista Manuel Dammert, Repsol calla estratégicamente cuál será el verdadero destino del gas nacional pues la planta de Manzanillo recién estará lista el próximo año.

Dammert asegura que el gas que transporta el buque Barcelona Knutsen tiene como destino final las plantas de regasificación de GNL en Quintero y Mejillones, ambas en Chile.

“Con la salida del buque (Barcelona Knutsen) llevando el gas nacional se concreta una violación contractual y estafa al Perú. Violación, pues el gas no irá a México como dice el contrato, y estafa tributaria porque al estado peruano le pagan impuestos por la venta del gas 0.53 centavos de dólar por millón de BTU (mil pies cúbicos de gas) cuando en realidad se venderá a 10 dólares por millón de BTU”, denuncia Dammert.

Triangulación en altamar
Según el contrato que Perú LNG firmó con el Consorcio Camisea, 2.4 TCF del gas extraído del yacimiento cusqueño tiene como destino la planta de regasificación de Manzanillo en México, que es administrada por Repsol YPF, empresa que revendería el gas nacional al gobierno mexicano. Pero como la planta de Manzanillo aún no está lista y el consorcio Atlantic LNG (formado BP con 38%, Repsol con 22%, British Gas con 29% y otros 14%) que maneja una planta de regasificación en Trinidad y Tobago tiene un contrato para abastecer de gas a las plantas de Mejillones y Quintero en Chile, lo que va hacer Repsol es cumplir primero su compromiso con el gobierno Chileno, mientras se alista la planta de de México (fines del 2011 o comienzos del 2012), advierte Dammert.

Ruta de la triangulación del gas


“Así el gas saldrá del Perú rumbo a altamar, acá realizarán el supuesto intercambio para que el gas de Camisea llegue a Chile como si fuera gas enviado por Atlantic LNG”, asegura Dammert.

La jugada en Chile
British Gas (empresa que es socia de Repsol en el consorcio Atlantic LNG) es a la vez socia inversionista para la construcción de las plantas de regasificación de Mejillones y Quinteros en Chile. De esta manera, los proyectos de Gas Natural licuado (GNL) a realizarse en el vecino país del sur tienen como socio privado a British Gas (40%), y el restante 60% del accionariado se reparten equitativamente las empresas estatales Chilenas: ENAP, ENDESA y METROGAS.

Pero British Gas no sólo es inversionista para la construcción de las plantas de regasificación de GNL en Chile, pues consiguió que el gobierno Chileno firme un contrato exclusivo con Atlantic LNG para el suministro, recepción y almacenamiento del gas en las plantas de Mejillones y Quintero.

Los factores que incidieron para que el gas de Camisea vaya a Chile son: la distancia que toma para transportar en barco y el precio de venta. Para British Gas llevar el gas de Trinidad y Tobago a Quintero le significa por lo menos transportar en barco 7 mil millas náuticas (nm), mientras si lleva de Pisco esa distancia se acortaría a mil 210 nm (seis veces menos). Asimismo, para Repsol transportar de Pisco a Manzanillo (México) le significará dos mil 971 nm (más de dos veces que llevar a Chile). Es por ello, que el gas se irá de frente a Chile mediante una triangulación en altamar.

Wilder Mayo Méndez
Redacción