“Queremos gas peruano”, exige fuerza armada de Chile
Aparte de los detalles de protocolo, frases amigables y fotografías para la prensa, el presidente chileno Sebastián Piñera visita Lima para transmitir al gobierno aprista de Alan García la inquietud de la fuerza armada chilena, que necesita asegurarse el suministro del gas peruano, que consideran pertenece a Chile.
Aparte de los detalles de protocolo, frases amigables y fotografías para la prensa, el presidente chileno Sebastián Piñera visita Lima para transmitir al gobierno aprista de Alan García la inquietud de la fuerza armada chilena, que necesita asegurarse el suministro del gas peruano, que consideran pertenece a Chile.
Antecedentes
Durante el gobierno anterior se consumó la traición de modificar el contrato de explotación de nuestro gas para permitir su exportación. Siempre ha estado claro en el Perú que el tamaño de las reservas encontradas y por encontrar nunca nos iba a poner en condición de país exportador, o sea aquel que tiene completamente satisfecha la demanda interna1 y puede exportar con un horizonte de por lo menos 50 años.
Respondiendo a los intereses de Chile, hay varios candidatos en campaña para las elecciones del año que viene, quienes no tocan para nada el tema de la exportación del gas.
Posición chilena
Sabido es que una vez que los barcos salen del Perú cargados de gas es difícil controlar su destino final, y nada impide que en altamar cambien de rumbo hacia Chile. Los chilenos saben eso, pero desean que política y psicológicamente los peruanos entiendan que Chile tiene un “derecho” —mayor que el del pueblo peruano— a disfrutar del gas de todos los peruanos, para así fortalecer la industria minera del norte chileno y asegurar combustible a la fuerza armada chilena2.
Diversos objetivos
Para cumplir su expansionismo y ratería, Chile, país que tiene la costumbre de violar el derecho internacional, mantiene una política invariable, en la que el tiempo rara vez es un elemento en contra, no son cortoplacistas. Los designios del ratero Diego Portales tomaron décadas para cumplirse pero se cumplieron. Así debemos entender que los chilenos observaban en silencio pero con mucha atención lo que ocurría con el gas peruano, recurso que no tienen en su territorio. Esperaron tranquilos hasta que se concretara el tendido de los gasoductos para actuar, y así se hizo, con la complicidad de Alejandro Toledo (quien se portó como un perfecto Felipillo y no como el Pachacútec que proclaman sus adulones), que facilita el entreguismo de Alan García.
Respecto del gas peruano Chile cumple los siguientes objetivos:
Respuesta peruana
Lo primero que se debe hacer es suspender la exportación del gas, para que no se venda a ningún país (menos a un enemigo como Chile). Debemos tener en cuenta que políticos y periodistas mercenarios, que viven a sueldo de Chile, dicen que los contratos entre el estado peruano y empresas privadas no deben modificarse, porque eso atentaría contra la “estabilidad jurídica” y que, en consecuencia, los inversionistas extranjeros saldrían huyendo del país. Lo que estos políticos y periodistas vendidos no dicen es que los contratos sí se pueden modificar; la traidora exportación del gas, por ejemplo, se ha hecho posible con una modificación a los contratos. Pero —¡claro!— como esa modificación favorece a la empresa extranjera, eso está bien, no afecta la “estabilidad jurídica”, el contrato se puede cambiar; pero no es así —según los periodistas corruptos— si el contrato defiende los intereses del estado y la sociedad peruana.
Qué se puede hacer
En cuanto al gobierno aprista, ya sabemos que es vendepatria y hará todo lo posible para favorecer a Chile. Queda exigir a candidatos como Alejandro Toledo que defina su situación, y que su promesa electoral más clara y rotunda sea que va a dejar sin efecto la exportación de gas y los cielos abiertos a favor de Chile, las dos graves traiciones de su gobierno. En cuanto a Ollanta Humala, decimos que debe ser más claro que Alejandro Toledo: que incluya en sus promesas electorales el dejar sin efecto la exportación de gas y convocar a licitación internacional los cielos del Perú mientras se consolide una línea de bandera.
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1 Incluye el gas de consumo doméstico, para cocinar en los hogares, el gas licuado para mover vehículos y el gas necesario para la industria petroquímica.
2 Parece mentira: Chile nos hizo la guerra, mantiene ilegalmente bajo ocupación militar Tarapacá y Arica y, no conforme con eso, desea que el Perú proporcione combustible a su fuerza armada para una posible invasión al Perú.
3 Corporación del Cobre, empresa estatal de Chile que dedica el 10% de sus ganancias para equipar a la fuerza armada de ese país.
4 Sin industria petroquímica, que crearía muchos puestos de trabajo, la Macrorregión Sur pierde la ocasión de aliviar el extendido desempleo, y el estado peruano deja de percibir impuestos por los productos que comercialice esa industria.
Durante el gobierno anterior se consumó la traición de modificar el contrato de explotación de nuestro gas para permitir su exportación. Siempre ha estado claro en el Perú que el tamaño de las reservas encontradas y por encontrar nunca nos iba a poner en condición de país exportador, o sea aquel que tiene completamente satisfecha la demanda interna1 y puede exportar con un horizonte de por lo menos 50 años.
Respondiendo a los intereses de Chile, hay varios candidatos en campaña para las elecciones del año que viene, quienes no tocan para nada el tema de la exportación del gas.
Posición chilena
Sabido es que una vez que los barcos salen del Perú cargados de gas es difícil controlar su destino final, y nada impide que en altamar cambien de rumbo hacia Chile. Los chilenos saben eso, pero desean que política y psicológicamente los peruanos entiendan que Chile tiene un “derecho” —mayor que el del pueblo peruano— a disfrutar del gas de todos los peruanos, para así fortalecer la industria minera del norte chileno y asegurar combustible a la fuerza armada chilena2.
Diversos objetivos
Para cumplir su expansionismo y ratería, Chile, país que tiene la costumbre de violar el derecho internacional, mantiene una política invariable, en la que el tiempo rara vez es un elemento en contra, no son cortoplacistas. Los designios del ratero Diego Portales tomaron décadas para cumplirse pero se cumplieron. Así debemos entender que los chilenos observaban en silencio pero con mucha atención lo que ocurría con el gas peruano, recurso que no tienen en su territorio. Esperaron tranquilos hasta que se concretara el tendido de los gasoductos para actuar, y así se hizo, con la complicidad de Alejandro Toledo (quien se portó como un perfecto Felipillo y no como el Pachacútec que proclaman sus adulones), que facilita el entreguismo de Alan García.
Respecto del gas peruano Chile cumple los siguientes objetivos:
1) Asegurarse de que no falte gas a Codelco3 y combustible a su fuerza armada, que utilizará combustible peruano para invadir el Perú.
2) Impedir que la Macrorregión Sur del Perú (Puno, Cuzco, Arequipa, Moquegua y Tacna) se desarrolle con el funcionamiento de industria petroquímica4. Por el bajo volumen de nuestras reservas, es imposible que nuestro gas alcance para la exportación y para la industria petroquímica.
3) Intensificar el dominio económico de Chile en el Perú, incluyendo sectores estratégicos como agencias de aduana, puertos, aeropuertos y minas; todo ello conducente a que el Perú funcione como colonia de Chile.
2) Impedir que la Macrorregión Sur del Perú (Puno, Cuzco, Arequipa, Moquegua y Tacna) se desarrolle con el funcionamiento de industria petroquímica4. Por el bajo volumen de nuestras reservas, es imposible que nuestro gas alcance para la exportación y para la industria petroquímica.
3) Intensificar el dominio económico de Chile en el Perú, incluyendo sectores estratégicos como agencias de aduana, puertos, aeropuertos y minas; todo ello conducente a que el Perú funcione como colonia de Chile.
Respuesta peruana
Lo primero que se debe hacer es suspender la exportación del gas, para que no se venda a ningún país (menos a un enemigo como Chile). Debemos tener en cuenta que políticos y periodistas mercenarios, que viven a sueldo de Chile, dicen que los contratos entre el estado peruano y empresas privadas no deben modificarse, porque eso atentaría contra la “estabilidad jurídica” y que, en consecuencia, los inversionistas extranjeros saldrían huyendo del país. Lo que estos políticos y periodistas vendidos no dicen es que los contratos sí se pueden modificar; la traidora exportación del gas, por ejemplo, se ha hecho posible con una modificación a los contratos. Pero —¡claro!— como esa modificación favorece a la empresa extranjera, eso está bien, no afecta la “estabilidad jurídica”, el contrato se puede cambiar; pero no es así —según los periodistas corruptos— si el contrato defiende los intereses del estado y la sociedad peruana.
Qué se puede hacer
En cuanto al gobierno aprista, ya sabemos que es vendepatria y hará todo lo posible para favorecer a Chile. Queda exigir a candidatos como Alejandro Toledo que defina su situación, y que su promesa electoral más clara y rotunda sea que va a dejar sin efecto la exportación de gas y los cielos abiertos a favor de Chile, las dos graves traiciones de su gobierno. En cuanto a Ollanta Humala, decimos que debe ser más claro que Alejandro Toledo: que incluya en sus promesas electorales el dejar sin efecto la exportación de gas y convocar a licitación internacional los cielos del Perú mientras se consolide una línea de bandera.
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1 Incluye el gas de consumo doméstico, para cocinar en los hogares, el gas licuado para mover vehículos y el gas necesario para la industria petroquímica.
2 Parece mentira: Chile nos hizo la guerra, mantiene ilegalmente bajo ocupación militar Tarapacá y Arica y, no conforme con eso, desea que el Perú proporcione combustible a su fuerza armada para una posible invasión al Perú.
3 Corporación del Cobre, empresa estatal de Chile que dedica el 10% de sus ganancias para equipar a la fuerza armada de ese país.
4 Sin industria petroquímica, que crearía muchos puestos de trabajo, la Macrorregión Sur pierde la ocasión de aliviar el extendido desempleo, y el estado peruano deja de percibir impuestos por los productos que comercialice esa industria.