Carlos Herrera contradice al nacionalismo: propone vender gas a Chile

Exportación de gas: no es una cuestión de costos y ganancias, sino de geopolítica

El presidente electo Ollanta Humala y su partido alertaron reiteradamente contra la posibilidad de venta de gas a Chile, así como otras personalidades como Humberto Campodónico, Manuel Dammert, e incluso la lideresa del PPC Lourdes Flores.

Sorprendentemente, Carlos Herrera Descalzi, designado por Gana Perú en la Comisión de Transferencia, aseguró ayer en Canal N que se puede vender gas a Chile, país enemigo del Perú.

Herrera dijo que no se puede descartar la venta de gas a Chile porque se está vendiendo a México a precio bajísimo, de centavos, y que de allí se desvía a Japón a US$12/BTU, por lo que se trata de una ganancia que no llega al Estado y que Chile pagaría US$8/BTU, lo que es mejor que los US$0.15/BTU actuales a los que se vende. Aquí se ve con claridad cómo es el carrusel de la desgracia de un país despojado de sus riquezas: si se vende a uno, se puede vender a otro, aunque sea Chile. ¡El gas va a cualquier parte, menos a los hogares e industrias del Perú!

También dijo Herrera que se podría exportar si primero se garantiza la demanda interna del Perú, enunciado tramposo que desde siempre han esgrimido los aceitados que luchan para dejar al Perú sin gas con el fin de negociarlo en el extranjero. ¡Lo único correcto es no exportar gas a ningún país, por ningún motivo! El gas que se consume en el Perú no se reparte gratis, se paga; y tan bueno es nuestro dinero como el de los extranjeros.

Por una simple cuestión aritmética, si se trata de exportar no nos conviene México ni Chile, sino Japón. Pero ese no es el caso. Es consenso que debemos tener reservas suficientes para garantizar el desarrollo del Perú y las reservas peruanas dudosamente alcanzan para cubrir por lo menos 25 años, lo cual es un horizonte muy corto para constituirse en seguridad energética y favorecer la transición sin sobresaltos a otras matrices energéticas (hidroeléctrica y nuclear).

Países que se permiten exportar gas, como Rusia o Venezuela, lo hacen porque tienen garantizadas reservas para 200 años; no sólo eso, además tienen al menos para un par de siglos en reservas de petróleo. En petróleo nuestro país tiene que importar parte para satisfacer la demanda.


Sabemos que quien promovió el faenón de la venta de gas a Chile es el lobbista Pedro Pablo Kuczinsky, impulsor del cuento del “anillo energético” que incluye a Chile, país que quiere intervenir en un anillo energético sin tener gas ni petróleo.

¿Hemos votado por PPK o por Ollanta Humala? ¿Para quién va a gobernar Ollanta Humala, para el pueblo peruano que lo ha elegido o para los chilenos que maniobran desde las sombras, si es posible con la coima y el fusil en la mano? ¿Cuál es la coherencia política de Gana Perú si el presidente electo dice que se rebajará el precio del gas y no se exportará, mientras que Herrera propone vender gas a Chile? ¿Tiene el señor Herrera la misión de convertir desde ahora a Ollanta Humala en traidor a la patria que trabaja para Chile?

El presidente aprista que está de salida lleva a la práctica una política que hay que cambiar —y eso proclamó Gana Perú—, pues el gobierno de García, comprometido con la exportación de nuestro gas, se opone a que los peruanos lo consumamos, para lo cual toleró y promovió la lenta y limitada instalación de conexiones domiciliarias de gas, maniobra antipopular y antipatriótica del Apra que se entiende mejor cuando sabemos que en Colombia instalaron cinco millones de conexiones en cinco años, mientras que el Perú sólo se instaló 20 mil desde fines del gobierno de Toledo hasta los cerca de cinco años de García.

Negando la venta de gas a 22 empresas peruanas, que serían grandes consumidoras, se advierte a las amas de casa que no deben tener esperanzas de conseguir gas barato y de suministro seguro. No hay venta libre del gas de Camisea para los peruanos, porque al empresariado nacional se le pisotea obligándolo a ¡concursar! para comprar gas en licitaciones cuya compra de bases cuesta varios miles de dólares.

Lote 88

Debido a las maniobras corruptas de PPK y el gobierno aprista, el Lote 88 no se puede dedicar al mercado interno, como lo recuerda Herrera. El presidente electo habla de recuperar el gas del lote 88 para poder llevar la distribución a todo el territorio, para lo cual se propiciarán concesiones que aumenten notablemente el número de conexiones domiciliarias.

La estabilidad jurídica no impide renegociar, señaló Herrera, y es eso lo que se debe hacer, no vender gas a Chile. ¡Claro que se debe renegociar, para que se rectifique la corrupta modificación del contrato que ha expropiado un recurso natural que pertenece a todos los peruanos para ponerlo en manos de inescrupulosos mercaderes que se enriquecen con nuestro gas y que con mucho gusto lo venden al país enemigo!  ¡Basta de ser convidados de piedra en nuestro propio país!

Gasoducto al servicio a Chile

Herrera propone vender gas a Chile y con los ingresos financiar un gasoducto al Sur.  Con ello este señor se quitó la máscara.

La exportación de gas no es una cuestión de costos y ganancias, sino de geopolítica. La “integración energética” promovida por PPK no es otra cosa que la actuación de Chile en calidad de parásito cavernícola, porque los países civilizados que carecen de hidrocarburos, como Japón, simplemente lo adquieren en el mercado internacional.

Entonces, si es tan fácil adquirir hidrocarburos en el mercado internacional, ¿por qué Chile no lo hace y tiene que mover lobbies mediante bien coimeados sirvientes? Porque tiene tres objetivos:

1) Comprar energía barata sobornando a gobiernos corruptos a los que no les interesa perjudicar a sus ciudadanos vendiendo energía subvaluada; así los chilenos no pagan precios internacionales. O bien están esperanzados en que los corruptos les vendan mayores cantidades que las declaradas, con lo cual también se perpetraría un robo.
2) Instalar cabeceras de playa que le den pretexto para una invasión. Recordemos que Bolivia perdió territorios por no entender que las inversiones chilenas son un peligro mortal. Entonces, ante la decisión soberana de Bolivia de aplicar impuestos, los rateros chilenos tuvieron la oportunidad que esperaban para robar ese litoral.
3) Debilitar la capacidad energética presente y futura del Perú, y en particular, de la región sur peruana, para subordinarla a la hegemonía económica y militar de Chile. Para Chile es cuestión de vida o muerte conseguir el gas peruano, porque al mismo tiempo que se beneficia del suministro, se asegura de que en el sur peruano no surja una industria petroquímica viable (exportando gas es imposible desarrollar industria petroquímica).

Pero la historia de Bolivia y Chile no es algo que sea del pasado. Chile continúa con su salvajismo al señalar en su Libro Blanco de Defensa que su ejército irá hasta donde estén sus inversiones. Así, habiendo hecho trato con Argentina para importar gas, cuando los argentinos decidieron suspender la exportación para dar prioridad a su país, una delegación chilena, en la cual había un militar, fue a amedrentar a Argentina. Los traidores peruanos comprados por Chile buscan que en el Perú nos sucedan hechos similares.

Siendo esto así, Herrera demostró ser prochileno o desconocer totalmente los aspectos de geopolítica, con lo cual se evidencia que no es la persona idónea para tomar las decisiones más importantes en resguardo de la soberanía energética del Perú. Se vocea que será ministro de Energía. ¿Queremos esa clase de ministros al servicio del enemigo?

Frente a un país peligroso como Chile debemos actuar con la máxima prudencia, evitando comprometernos a nada ni firmar nada con ese país, porque sin lugar a dudas todo lo que beneficia a Chile (por ejemplo la usurpación de Arica y Tarapacá) perjudica al Perú. Firmar cualquier trato de venta de gas a Chile es peligroso y perjudicial porque dejamos de dar ese recurso a los peruanos y lo brindamos al enemigo, que necesita hidrocarburos para asegurarse de la efectividad de un ataque militar al Perú (¡el anhelo de Chile es agredir al Perú utilizando combustible peruano para sus tanques y aviones!).

Para que no quede duda de lo peligroso que es firmar contratos de venta de gas con países vecinos, aparte del mencionado caso de Argentina que fue amenazada por Chile cuando no pudo venderle gas, tenemos la situación de Egipto, país al cual Israel está amenazando con llevar a tribunales internacionales para que no interrumpa el suministro de gas. Por nuestro bienestar, por nuestra seguridad y tranquilidad, debemos evitar complicaciones, guiándonos por el principio de no vender gas a Chile en ninguna circunstancia.