5 de abril, fecha fatal para el Perú
Andres Avelino Caceres


Esta semana se cumple un aniversario más del 5 de abril de 1879, fecha en que Chile declaró la guerra al Perú. Junto con este recordatorio debemos tener presente lo siguiente:


1) Antes de la guerra de 1879-1883 el Perú limitaba por el sur con Bolivia, no con Chile.
2) Por lo anterior, si por el norte el país limítrofe de Chile era Bolivia —no el Perú—, los chilenos, como los invasores en otras latitudes, buscaron pretextos para agredir a ese Estado colindante.
3) Los hechos, sin embargo, demostraron que el objetivo principal de Chile era atacar al Perú para robarle territorios.
4) El estallido del conflicto bélico tuvo pretextos coyunturales, como el aumento del impuesto a la exportación del salitre boliviano; pero esta guerra era algo largamente planificado por Chile, país en el cual desde años antes de la agresión se desarrolló una intensa campaña política y publicitaria contra el Perú y Bolivia, como demuestran las investigaciones de la historiadora Carmen McEvoy.
5) Bolivia y Perú estaban en muy mala situación económica y en una constante inestabilidad política, factores que se reflejaban en la extrema debilidad de sus fuerzas armadas, lo que hacía difícil o imposible defenderse con éxito del enemigo que se estaba armando desde hacía tiempo.
6) Si los dos países agredidos ni siquiera podían defenderse, ¡mucho menos podrían haber invadido o planeado invadir a Chile! Esto y lo señalado en el punto 4) son clara demostración de que el Perú y Bolivia no constituían ninguna amenaza para la seguridad o integridad territorial de Chile.
7) Ningún historiador chileno ni de otros países se atreve a afirmar que Bolivia y el Perú planeaban invadir Chile y que estaban en condiciones materiales de hacerlo.
8) La declaratoria de guerra de Chile contra el Perú se produce no cuando nuestro país atacaba militarmente a Chile sino cuando interponía sus buenos oficios para que ese país cesara la invasión de Bolivia.
9) De la lectura de nuestro historiador Jorge Basadre se desprende que los EE. UU. de Norteamérica deseaban que el Perú entregase Arica y Tarapacá a los chilenos. Esto ocurrió desde el comienzo de la guerra, cuando los yanquis hacían conocer sus puntos de vista al presidente peruano Aurelio García Calderón1. El mismo historiador también nos dice que Venezuela fue el único país de América Latina que en forma clara y explícita condenó la agresión chilena y se solidarizó con el Perú2.
10) Como resultado de la guerra, Chile no sólo usurpó territorios de Perú y Bolivia y se burló cuantas veces quiso de los tratados que firmaba, sino también se planteó el objetivo estratégico de beneficiarse de recursos de diverso orden (energéticos, hídricos, puertos, espacio aéreo, etc.), para lo cual corrompió a gobernantes, políticos y diplomáticos, de tal manera que estos siempre actuaran —como vemos hasta hoy— en defensa de los intereses de Chile.

El segundo 5 de abril

Como confirmación del carácter fatídico de esta luctuosa fecha, el 5 de abril de 1992 el entonces presidente constitucional Alberto Fujimori dio un golpe de estado con el pretexto —¡siempre pretextos!— de que el Congreso no lo dejaba ni gobernar ni combatir al terrorismo. Los resultados de ese golpe de estado y el descubrimiento de lo que en verdad pasaba se conocieron de manera dramática desde el año 2000, aunque muchas voces ya de antes denunciaban los robos y asesinatos que se cometían durante el gobierno dictatorial de Alberto Fujimori.

Si traemos a cuento esta parte de nuestra historia reciente es para señalar que fue precisamente Alberto Fujimori el presidente que abrió de par en par las puertas del Perú para que los chilenos alcancen el predominio que hoy conocemos, que incluye aspectos estratégicos como el transporte marítimo y la energía eléctrica (Edelnor). Sabido es también que cuando Alberto Fujimori salió del Japón, eligió Chile como destino para refugiarse, pensando que ese país le iba a dar asilo político como agradecimiento por su entreguismo a los capitales chilenos. Pero lo que destacamos es lo siguiente: no fue casualidad que Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos eligiesen el 5 de abril como fecha de su golpe. Ellos, al escoger el día, querían dar un mensaje simbólico a los chilenos: “Estamos con ustedes, somos sirvientes garantizados, vengan con confianza”.

Los peruanos debemos tener presente todo esto, para comprender que Chile es país delincuente y enemigo, enseñanza que siempre debemos transmitir a la juventud, para rechazar todo acercamiento con los ladrones y asesinos chilenos, para no venderles gas y para asegurarnos de que los aviones chilenos no utilicen nuestro sagrado espacio aéreo.
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1 Lo de la “mediación” de Lassiter y Pershing fue sólo una maniobra para hacer creer a los peruanos que los yanquis estaban con el Perú, cuando la realidad y la documentación histórica siempre han demostrado lo contrario.

2 Leer sobre la intervención del presidente venezolano Antonio Guzmán Blanco en: Y ahora Ecuador… Alianzas, acercamientos y distanciamientos.