Más sobre los milicos de guano

Escribe: César Vásquez Bazán

El bando chileno del 19 de enero de 1881 y algunas de las más vergonzosas notas de respuesta de la oficialidad peruana.

El 19 de enero de 1881, el general de brigada chileno Cornelio Saavedra, genocida del sur nombrado jefe político de Lima, emitió el “Bando para la entrega de armas y presentación de los jefes y oficiales del ejército peruano”. En el artículo tercero del documento, los invasores invitaron a claudicar a los jefes y oficiales peruanos, bajo la figura de someterse al arresto domiciliario:

 

“Los señores generales, jefes y oficiales del ejército peruano que se encuentran ocultos en esta capital, podrán permanecer detenidos en sus casas sin ser molestados, si se presentan al jefe de policía indicando su residencia.

Los señores generales y coroneles podrán cumplir con la disposición anterior, dirigiendo una nota al referido jefe de policía, sin que tenga lugar la presentación personal.”

Hubieron centenares de jefes y oficiales peruanos que en vez de continuar la resistencia que en ese momento encabezaban Piérola y Cáceres desde fuera de Lima, decidieron permanecer en sus domicilios de la capital. Con el fin de obtener la protección de las armas de los genocidas del sur enviaron a cada cual más vergonzosa nota al jefe de la policía chilena, identificándose como militares peruanos y señalando el domicilio en el que “permanecerían detenidos sin ser molestados”.

Hemos escogido algunas de las notas más rastreras enviadas por estos verdaderos milicos de guano, que comieron y vivieron bien, por décadas, literalmente, del guano financiador del presupuesto fiscal del Perú. En medio de melosas cortesías con los invasores –defecándose de miedo− cada uno de ellos se cuadra ante la autoridad chilena, haciendo sonar los tacos a más no poder. Algunos de ellos se declaran subalternos de los genocidas del sur e indican que jamás levantaron las armas contra los chilenos, sea por enfermedad, vejez o “estar retirados”. Uno de los jefes declara –sin ningún empacho− que hasta el día de la ocupación de Lima, el vice-cónsul de Chile estuvo en su casa.

Los peruanos debemos conocer estos hechos. No debemos olvidarlos porque si lo hacemos, actos como los que referimos pueden repetirse en cualquier momento. Aquí les presentamos algunas de las notas escritas por estos verdaderos milicos de guano…

Nota del general M. Rivarola indicando que está casi inválido, pero que él es amigo de la causa ya que hasta el día de la ocupación de Lima estuvo en su casa recibiendo la visita del vice-cónsul de Chile (!)

Lima, enero 21 de 1881
Al señor General de Brigada, Jefe Político del departamento
Señor General:
El que suscribe, General de Brigada del ejército del Perú, en cumplimiento del artículo 3° del bando del 18 del corriente, avisa que habita en la casa número 2 de la calle de Juan de la Cova. Por lo que pudiera acontecer, me permito hacer presente a V. S. que, por efecto de un fuerte siniestro en el ferrocarril que parte de esta capital a Chancay, me hallo casi inválido por espacio de dos años y cuatro meses.
Este incidente es público en esta capital y de él puede dar testimonio el Vice-Cónsul de Chile don Juan Toribio Pérez, que ha estado en mi casa hasta el día que entró el ejército chileno en esta capital.
Dios guarde a V. S.
M. Rivarola

Nota del coronel Manuel S. Benavides indicando que él es buena persona y que sólo a la fuerza fue colocado en la Reserva Peruana con la clase de coronel

Lima, enero 21 de 1881
Al señor Jefe de Policía de la plaza
Señor:
No he pertenecido antes de ahora al ejército del Perú; fui colocado en la Reserva en la clase de coronel y Comandante General de la 2ª División. No habla sobre reserva el decreto del señor General Jefe de Policía de esta plaza, fechado en 19 del presente; sin embargo, para salvar toda duda, pongo en conocimiento de V. S. que habito en la calle del Quemado, número 118.
Dios guarde a V. S.
Manuel S. Benavides

Nota del comandante Manuel Laiseca indicando que él nunca disparó un solo balazo a enemigo chileno alguno

Lima, enero 21 de 1881
Al señor Intendente Comandante Jefe de Policía de esta plaza
Señor:
El jefe que suscribe, comandante de infantería de ejército, licenciado indefinidamente hace dos años, y por consiguiente sin haber tenido parte en la actual guerra, hace presente a V. S., en cumplimiento al artículo 3° del bando promulgado el día 19 de los corrientes, que hallándose residiendo en la ciudad de Jauja, me encuentro de tránsito en esta ciudad, alojado en la calle de Moquegua, número 170.
Dios guarde a V. S.
Manuel Laiseca

Nota del teniente coronel Juan Moreno en que se declara subalterno del comandante general de armas de Chile

Lima, enero 21 de 1881
Al señor General Intendente y Comandante General de Armas
Señor:
Me es bastante sensible no poder cumplir personalmente la orden que a este respecto ha dictado V.S., por la sencilla razón de ser fracturado de la pierna y por esto no poder subir escaleras, limitándome sólo a exponer a V. S., por medio de ésta, haber sido teniente coronel de infantería del ejército vencedor en Yungay, como de tener por domicilio un departamento en la casa número 27, en la calle de Salinas. Con este motivo se ofrece de V. S. atento subalterno y seguro servidor.
Juan Moreno

Nota del coronel Juan Barreto informando que él es buen marido y que ahora vive con su suegra

Lima, enero 21 de 1881
Al Benemérito señor General de Brigada y Jefe Político de este departamento
Señor:
El que suscribe, coronel del ejército del Perú y retirado indefinidamente del servicio, manifiesta a V. S. que el domicilio que actualmente ocupa, por haber dejado el de Miraflores, en donde residía tiempo ha, es la casa de mi suegra la señora Ana M. viuda de Nacavini, calle del Apurímac, número 47, altos. Cumpliendo con lo dispuesto por V. S. el 19 del que cursa, me suscribo de V. S. atento servidor.
Dios guarde a V. S.
Juan Barreto

Nota del coronel Agustín Soto informando que sólo tiene siete meses como militar pero que se acoge a las garantías del invasor chileno

Lima, enero 21 de 1881
Al señor Jefe de Policía
Señor:
Nombrado coronel temporal en junio último, y en virtud de la resolución superior, que cumplo respetuosamente, a cuya garantía quedo acogido, expongo a V. S. que permanezco en mi domicilio, callejón de San Francisco, número 9.
Dios guarde a V. S.
Agustín Soto

Nota del general Fermín del Castillo en la que indica que él es muy anciano y que está muy enfermo pero que es su deber militar constituirse en su casa como prisionero de los genocidas chilenos

Lima, enero 20 de 1881
Al señor General de Brigada, Jefe Político de la plaza
Señor:
Mi edad avanzada y la grave dolencia que padezco, no me han permitido, muy a mi pesar, concurrir activamente a la defensa de mi patria; mas, considérome, como cualquiera otro, sujeto a las consecuencias de nuestra derrota y en el deber de constituirme prisionero del vencedor.
Con este fin, y llenando las prescripciones publicadas por bando el día de ayer, pongo en conocimiento de V. S. que mi clase militar es la de General de División, y mi domicilio la casa número 240, calle de Lampa.
Soy de V. S. atento servidor.
Fermín del Castillo

Nota del coronel Pedro Correa y Santiago indicando que se encuentra bastante enfermito

Lima, marzo 21 de 1881
Señor:
Al señor Jefe Político de esta Capital
El que abajo suscribe ha sido coronel Jefe del primer cuerpo del ejército de la Reserva y vive en la calle de Camaná, número 171, bajos, en donde se encuentra enfermo.
Dios guarde a V. S.
Pedro Correa y Santiago

Nota del coronel Dionisio Derteano indicando que él sólo perteneció a la Reserva pero que da cumplimiento a las órdenes chilenas

Lima, enero 22 de 1881
Al señor Jefe de Policía de la plaza
Por haber pertenecido al ejército de Reserva, como coronel Comandante General de la 1ª División y dando cumplimiento al decreto del señor General Jefe político de esta plaza, fechado el 19 del presente, pongo en conocimiento de V. S. que resido en la calle de Ayacucho, número 76.
Dios guarde a V. S.
Dionisio Derteano

Nota del general de brigada Francisco Diez Canseco, esforzado cumplidor del bando enemigo

Lima, enero 22 de 1881
Al señor Comandante de Policía
El general de brigada que suscribe pone en conocimiento de V. S. que se halla en su casa-habitación, calle de la Unión, número 349 (bajos), lo que participo en cumplimiento del bando dado al efecto.
Dios guarde a V. S.
Francisco Diez Canseco

Nota del coronel Remigio Morales Bermúdez cuadrándose ante el invasor chileno

Lima, enero 22 de 1881
Al señor Comandante Jefe de Policía de la plaza
Señor:
El coronel de ejército que suscribe pone en conocimiento de V. S. que ocupa el hotel de los Andes, calle de Lampa, antes Carrera, número 90, altos.
Dios guarde a V. S., señor comandante.
Remigio Morales Bermúdez

Nota de los esforzados tenientes Ricardo y Federico Pacheco asegurando que permanecerán presos en su casita y que se presentarán en prisión a la primera orden que reciban del amo chileno

Señor:
Los infrascritos, tenientes del ejército peruano y prisioneros de Chile, se comprometen, bajo su palabra de honor, a permanecer como tales prisioneros en su casa, y a constituirse nuevamente en prisión a la primera orden que para ello reciban.
En fe de lo cual, firmaron en Lima, a 30 de enero de 1881.
Ricardo Pacheco
Federico Pacheco


Fuente de las notas

Ahumada, Pascual. 1982. Guerra del Pacífico. Santiago de Chile: Editorial Andrés Bello, Tomos V - VI, páginas 125-127.