Sobre la Convemar
Luis Giampietri |
por Victor Mejía Franco (1)
Todos recordamos lo que dijo Alan García ante el Congreso de la República el 28 de julio de 2006: “Defenderé soberanamente las 200 millas”. Esta escueta declaración no podría interpretarse de otro modo como no sea su intención de defender la soberanía sobre las 200 millas del dominio marítimo del Estado, tal como lo manda el Art. 54 de la Constitución del Estado. Por ello, tienen que causar sorpresa las declaraciones, muy destacadas en un recuadro, del diario El Comercio” del lunes 30 de Abril 2007, efectuadas por el vicealmirante Luis Giampietri, quien respondiendo a la pregunta “¿Está favor de firmar la Convención del Mar?”, contestó: “Si, no hay otra ley en el mundo que rija los temas del mar”, contradiciendo lo anteriormente expresado por el Jefe del Estado.
Analicemos sus peligrosas declaraciones:
a) En primer lugar, equivalen a tomar partido por la violación del Art. 54 de la Constitución del Estado, que obliga a conservar y defender la integridad del territorio nacional, del cual forman parte las 200 millas del dominio marítimo conforme establece expresamente el citado artículo constitucional, habida cuenta que la referida Convención del Mar, es un tratado que obliga al Estado a reducir su soberanía a sólo 12 millas marinas, con la consiguiente pérdida de 188 millas de mar. Es decir, viola la soberanía nacional sobre las restantes 188 millas de mar.
Es incompatible con el desempeño de una función pública cualquier acto que contribuya a la violación de la Constitución del Estado y en este caso, importaría el delito de perjurio si llegara a faltar al juramento público que hiciera al asumir el cargo que ostenta.
b) El citado Vicepresidente sin duda desconoce los temas referidos al derecho marítimo. Si su interpretación está referida al hecho circunstancial que la Convención del Mar tiene países adherentes en todo el mundo, unos 150 países, ello no tiene nada de raro. Pero tal cuerpo de leyes (la Convemar) sólo rige en los países que la han adoptado, no en los demás países. Tal hecho no puede ser la base para adoptarla, sólo por que otros lo han hecho.
c) Cada país adhiere a los tratados o convenciones internacionales que convienen a sus intereses, y como es lógico, no lo hacen cuando no les conviene, esto es muy claro. Es por ello que esta “Convención del Mar” no ha sido adoptada por Estados Unidos, el segundo país con mares más ricos después del Perú. Tampoco ha sido adoptada por los países de la Comunidad Andina, como Ecuador, Colombia y Venezuela, excepto Bolivia, interesada en obtener derechos sobre la utilización del mar, que el tratado le obsequiaría a expensas del Perú.
d) El Perú, en su condición de país con el mar más rico del mundo, tiene perfecto derecho a proteger sus grandes recursos marinos autónomamente sin presiones de potencias interesadas en dominarnos económicamente, como el caso de Chile. Nadie tiene el derecho por sí y ante sí, de privar a los peruanos de sus mejores recursos por simples conjeturas o suposiciones de las supuestas bondades de la Convención del Mar, demostrado el hecho que tal tratado no puede ofrecer nada de que el Perú carezca actualmente y mas bien pretende convertir nuestro dominio marítimo uninacional con soberanía y jurisdicción, en un condominio marítimo multinacional sin soberanía ni jurisdicción.
Por estas razones sería recomendable que el Vicepresidente Giampietri medite bien antes de contradecir lo anteriormente expresado por el Presidente García, sobre la llamada Convención del Mar, que tampoco puede aportar nada, sino perjuicios, en el caso de la delimitación marítima con Chile; porque ello induce a dudar acerca de las verdaderas intenciones del gobierno de Alan García con respecto a nuestras 200 millas de dominio marítimo soberano.
Lima, 2 de mayo de 2007.
(1) De la Comisión Patriótica para la Defensa del Mar de Grau