Ataque a Irán: Más fácil decir que hacer

mahmoud ahmadineyad avionesPor David Isenberg

Pese a renovada especulación de medios de prensa sobre posibles ataques israelíes contra las instalaciones nucleares de Irán que podrían haberse realizado esta primavera (del 21 de marzo al 21 de junio en el hemisferio norte), continúa reinando el escepticismo acerca de que tal campaña realmente se pueda llevar a cabo con éxito, lo que suscita la pregunta de si las amenazas israelíes no son más que ladridos.

No se puede esperar una repetición de lo que hubo en 1981, cuando la fuerza aérea israelí destruyó el reactor de Osirak en al-Tuwaythah, al sur de Bagdad.

Los iraníes conocen las capacidades de Israel y de las bombas penetrantes del suelo, de fabricación estadounidense, que tiene Israel. El programa nuclear iraní se ha dispersado en todo el país —los estimados van de 12 a 20 lugares diferentes—, y las instalaciones se han construido tomando en cuenta las capacidades ofensivas de los EE. UU. e Israel y están protegidas por modernas armas antiaéreas rusas.

Se piensa que el componente más crítico del programa nuclear iraní es la planta de Natanz. El corazón de la planta es el área de centrifugación, situada en una estructura subterránea de concreto reforzado.

Pero incluso si Israel trata de limitar el conjunto de blancos, tendría que atacar de todas maneras otras instalaciones, además de Natanz. Por ejemplo, la nueva planta de enriquecimiento de uranio de Fordow, cerca de Qom, a donde Irán ha trasladado el 3,5% del uranio enriquecido de Natanz, está construida en la falda de una montaña y tiene grandes fortificaciones. Existe una planta de conversión de uranio en Isfahán, una instalación de agua pesada que se está construyendo en Arak, y centrifugadoras fuera de Teherán. La distancia en línea recta entre Israel y Natanz es de casi 1600 kilómetros. Al no tener Irán e Israel fronteras comunes, los aviones o cohetes israelíes deben volar sobre espacio aéreo extranjero y hostil para llegar al blanco.

mapa iran region

El método menos riesgoso de bombardear Natanz es con los cohetes israelíes de mediano alcance, el Jericó II o III. Se cree que los proyectiles israelíes pueden alcanzar Natanz. Sin embargo, para recorrer esa distancia, los cohetes tendrán una carga explosiva de menor tamaño, y es dudoso que estas puedan penetrar el suelo a profundidad suficiente para lograr el nivel de destrucción deseado. Así, un ataque de los aviones de manufactura estadounidense de la fuerza aérea israelí es la opción más probable. Los israelíes tienen 25 F-151 y 100 F-161.

El F-151 puede llevar cuatro toneladas de combustible en sus tanques internos, en sus tanques externos fijos (conformal fuel tanks) y en tanques externos descartables. Esto le permite volar unos 4506 km. Con reabastecimiento en vuelo, se puede extender el alcance. El F-151 puede llevar una amplia variedad de armas, como bombas y misiles guiados y bombas de caída libre. En total, el F-151 puede llevar unas 10 toneladas de armas. El F-161 tiene un alcance de vuelo extendido que —según se informa— permite a la fuerza aérea israelí atacar blancos bien dentro de Irán, sin reabastecimiento en vuelo. El uso de tanques externos fijos extiende la distancia hasta en 50%. El modelo básico de este avión con tanques externos de combustible de 1040 galones tiene un radio de combate de 1367 kilómetros con dos bombas de 907,18 kg c/u y dos cohetes aire-aire.

Suponiendo que se produzca un ataque, la pregunta es cómo volarán los aviones de sus bases en Israel hasta un blanco situado 321 km dentro de Irán.

Podrían volar sobre Arabia Saudita o Iraq, posiblemente usando incluso el espacio aéreo jordano. Cualquiera de estas dos rutas es de unos 1384 kilómetros.

Para sobrevolar Arabia Saudita los aviones atacantes partirían de Israel, entrarían al espacio aéreo saudita por el golfo de Aqaba o Jordania, volarían 1287 km de espacio aéreo saudita hasta el golfo y luego 482 km en espacio aéreo iraní. Considerando que la fuerza aérea israelí no tiene aviones furtivos, hay una razonable expectativa de que en determinado momento detecten al aparato sobre Arabia Saudita. Es incierto si los aviones sauditas pudieran o quisieran despegar para detener a los israelíes. Dados los temores saudíes por el programa nuclear iraní, quizá hagan la vista gorda y aleguen desconocimiento del hecho. Si [los israelíes] eligen cruzar el espacio aéreo iraní, los aviones atacantes partirían del sur de Israel, cruzarían de 482 a 643 km de espacio aéreo saudita —o una combinación de espacio aéreo jordano y saudita— e ingresarían a espacio aéreo iraquí tan pronto como sea posible, cruzarían 804 km de cielo iraquí y de allí irían ya al blanco en Irán.

Ingresar a Irán desde el espacio aéreo iraquí sería políticamente delicado. Aunque las tropas de los EE. UU. ya no están allí, cruzar el espacio aéreo iraquí no sería posible sin el conocimiento —y posiblemente sin el permiso— de los EE. UU.

La cuestión clave es si los caza-bombarderos de Israel pueden o no cumplir su misión sin reabastecimiento en vuelo. El radio de combate —la distancia que un avión puede volar con retorno al punto de origen sin reabastecerse de combustible— es difícil de calcular y depende del peso de las armas, los tanques externos de combustible, la modalidad de vuelo de la misión, etc. El mejor estimado del radio de combate del F-151 y F-161 —con tanques externos fijos, dos tanques externos desprendibles y una buena carga de armas— es de casi 1609 km. Cualquiera de las dos posibles rutas esbozadas es de unos 321 km más. Para compensar esto, se tendría que poner al avión un tanque externo de combustible más, pero esto requeriría la reducción de la carga de armas. Dada la precisión de las armas del inventario israelí, eso no sería problemático. Sin embargo, si los aviones son detectados e interceptados, los pilotos tendrían que soltar los tanques para enfrentar a sus atacantes. Desprenderse de esos tanques impediría que el avión llegue a su objetivo.

El reabastecimiento en vuelo es una limitación para los israelíes. En años recientes Israel ha adquirido aviones cisterna: cinco C-130 y de cuatro a siete Boeing 707. Sin embargo, estos aviones cisterna tendrían que reabastecer a los F-151 y F-161 en espacio aéreo hostil. El 707 es un avión grande desarmado que sería muy vulnerable a las defensas antiaéreas. Teóricamente, los israelíes podrían hacer esto, pero con grandes riesgos. Si atacan Natanz, tendrán que infligir suficiente daño en el primer ataque; probablemente no podrían continuar atacando otras instalaciones. La pregunta final, por supuesto, es si, una vez que los aviones israelíes hayan emprendido el regreso, Irán no podrá reparar el daño y acelerar el programa nuclear. ¿O los israelíes suponen que los EE. UU. concluirán el trabajo iniciado por Israel y empezarán una guerra prolongada con Irán?

 

Traducción por Con nuestro Perú de

Asia Times, 16-02-2012

http://www.atimes.com/atimes/Middle_East/NB16Ak01.html

 

 

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