Crimen no paga, la mentira sí
De repente, como predican los moralistas de novela, el crimen no paga.
La mentira sí paga. ¿No es cierto acaso que débiles mentales, idiotas consuetudinarios, nulidades intelectuales repetidoras de lugares comunes, pasan en Perú como faros de cultura, estrategas, analistas, sabios, amautas, líderes luchadores y demás monsergas?