Policías de Dirandro borraron audios de Jorge del Castillo
Del Castillo siempre dijo que jamás aparecerían audios que lo comprometieran.
Documentos exclusivos del caso Business Track revelan que esos audios estaban en dos USB Memorex color plomo de 4GB, distintos de los que meses atrás se denunció fueron manipulados. Fueron borrados en la Dirandro.
Un gran jugada llevada adelante por oficiales de la Dirandro se planeó y logró el 8 de enero de 2009 para favorecer al ex premier y hombre fuerte de este gobierno Jorge del Castillo, así como al ex ministro de vivienda Hernán Garrido-Lecca. La misión de los hombres del entonces jefe de esa unidad, general Miguel Hidalgo, a quien el presidente Alan García había encargado el caso, era rotunda: desaparecer los audios que contenían conversaciones telefónicas comprometedoras interceptadas por la empresa Business Track.
Documentos exclusivos del caso Business Track revelan que esos audios estaban en dos USB Memorex color plomo de 4GB, distintos de los que meses atrás se denunció fueron manipulados. Fueron borrados en la Dirandro.
Un gran jugada llevada adelante por oficiales de la Dirandro se planeó y logró el 8 de enero de 2009 para favorecer al ex premier y hombre fuerte de este gobierno Jorge del Castillo, así como al ex ministro de vivienda Hernán Garrido-Lecca. La misión de los hombres del entonces jefe de esa unidad, general Miguel Hidalgo, a quien el presidente Alan García había encargado el caso, era rotunda: desaparecer los audios que contenían conversaciones telefónicas comprometedoras interceptadas por la empresa Business Track.
Siempre se creyó que esos audios, cuya existencia fue advertida por Giselle Giannotti el 10 de abril último, se encontraban en los dos USB Boston Technologies de color amarillo que fueron manipulados presumiblemente en la Dirandro o en la Fiscalía (ver recuadro).
Sin embargo, hoy se sabe, a través de la declaración judicial de Giannotti, que las conversaciones de ambos políticos con el empresario dominicano Fortunato Canaán y Rómulo León Alegría, en momentos diferentes, se encontraban en los dos USB Memorex de color plomo, de 4GB cada uno, los mismos que terminaron sin ningún archivo en su interior, es decir, completamente en blanco.
Este diario tuvo acceso a la declaración de la procesada ante la magistrada del 34 Juzgado Penal de Lima, María Martínez Gutiérrez, ofrecida el lunes 13 de abril último. En esa diligencia también estuvieron el fiscal Walter Milla López y su adjunta, Vanessa Araníbar Covarrubias.
A pesar de la grave denuncia respecto a la desaparición de pruebas que comprometían a Del Castillo y Garrido-Lecca, ninguno de los dos fiscales envió a las fiscalías de turno para que investiguen el caso. Ambos dejaron que todos se concentren en indagar a cerca de la manipulación de los USB Boston Technologies de color amarillo, y callaron el borrado de los dos USB Memorex color plomo.
Ocurrió el 8 de enero
LA PRIMERA accedió en exclusiva a las copias del acta de registro domiciliario de Giselle Giannotti, así como al atestado Nº 001 -01, y en ambos dan cuenta de que efectivamente incautaron en el dormitorio de Giannotti, denominado “cuarto ambiente” los dos USB Memorex color plomo.
Sorprendentemente, los oficiales de la Dirandro que permanecían aquel 8 de enero de 2009 en la casa de la acusada, al mando del comandante PNP Raúl Del Castillo, tardaron más de 11 horas en su intervención e incautación (desde las 12:30 hasta las 23:40), tiempo en el que, por cierto, no sólo incautaban los dispositivos informáticos, sino que también los visualizaban. Todo esto con plena anuencia de la fiscal adjunta Vanessa Araníbar Covarrubias, quien también estuvo en el lugar.
Está probado que ese día, los oficiales al mando del mayor PNP Del Castillo visionaron el CPU principal de Giannotti, pero ese acto no consta en la Acta de Registro Domiciliario. A pesar de ello, la fiscal Araníbar firmó el documento. Sabía que no podía aparecer que se había visionado, pues el juez en ese momento, Elmer Yalico, lo había prohibido expresamente.
La misma Giannotti ha dicho que los oficiales andaban por todos los ambientes de su casa viendo los dispositivos electrónicos, pero nada de eso está consignado en el acta. Lo único que hicieron los oficiales de la Dirandro fue ubicar los USB que comprometían a Del Castillo y a Garrido-Lecca (USB Memorex color plomo) y antes de borrarlos completamente, hasta pudieron haber sacado una copia de los mismos.
Al final de ese día, cuando el trabajo estaba ya concluido, lacraron todo el material incautado, según refirió uno de los abogados que en ese momento patrocinó a la procesada, que pidió mantener su nombre en reserva.
Luego, el día 12 de enero de 2009, es decir, cuatro días después, cuando se realizó la primera diligencia del caso, se empezó a deslacrar todos los sobres que contenían los USB y allí se confirmó que en los dos USB Memorex color plomo no había ningún archivo, no estaban ya los audios de Del Castillo y de Garrido-Lecca.
Lo más sospechoso es que la Fiscalía no pidió que esos dispositivos fueran revisados por el programa de seguridad En Case Forense. Este hubiera determinado si fueron formateados, qué día ocurrió, a qué hora, y otros datos relevantes. Sin embargo, se los puso a un costado y se continuó visualizando los USB Boston Technologies, que terminaron manipulados. A estos últimos sí se les pasó el registro En Case Forense y se les asignó un código hash, lo cual ha permitido saber que fueron manipulados.
La Dirandro en ese momento (enero de 2009) estaba a cargo del general Hidalgo, quien fue elegido para realizar estas operaciones por el mismo presidente Alan García. Hoy se sabe, inclusive, que sólo le respondía sobre este caso al Jefe de Estado, y no al ministro del Interior. Debajo de este oficial estaba el coronel PNP Carlos Morán, quien cometió una serie de actos irregulares en este proceso, como ocultar documentos a la magistrada María Martínez y autorizar la salida de su prisión por un día a Giselle Giannotti. Esta última dijo que esa salida, en realidad, fue como una muestra de su poder de que podían dejarla libre si acusaba a la empresa PetroTech de financiar el espionaje.
Al final, los USB Memorex con los audios de Del Castillo y Garrido-Lecca terminaron borrados y los USB Boston Technologies, que tenían diálogos comprometedores de otros políticos y empresarios, terminaron manipulados. Tremendo faenón.
Raúl Sánchez
Redacción
Sin embargo, hoy se sabe, a través de la declaración judicial de Giannotti, que las conversaciones de ambos políticos con el empresario dominicano Fortunato Canaán y Rómulo León Alegría, en momentos diferentes, se encontraban en los dos USB Memorex de color plomo, de 4GB cada uno, los mismos que terminaron sin ningún archivo en su interior, es decir, completamente en blanco.
Este diario tuvo acceso a la declaración de la procesada ante la magistrada del 34 Juzgado Penal de Lima, María Martínez Gutiérrez, ofrecida el lunes 13 de abril último. En esa diligencia también estuvieron el fiscal Walter Milla López y su adjunta, Vanessa Araníbar Covarrubias.
A pesar de la grave denuncia respecto a la desaparición de pruebas que comprometían a Del Castillo y Garrido-Lecca, ninguno de los dos fiscales envió a las fiscalías de turno para que investiguen el caso. Ambos dejaron que todos se concentren en indagar a cerca de la manipulación de los USB Boston Technologies de color amarillo, y callaron el borrado de los dos USB Memorex color plomo.
Ocurrió el 8 de enero
Sorprendentemente, los oficiales de la Dirandro que permanecían aquel 8 de enero de 2009 en la casa de la acusada, al mando del comandante PNP Raúl Del Castillo, tardaron más de 11 horas en su intervención e incautación (desde las 12:30 hasta las 23:40), tiempo en el que, por cierto, no sólo incautaban los dispositivos informáticos, sino que también los visualizaban. Todo esto con plena anuencia de la fiscal adjunta Vanessa Araníbar Covarrubias, quien también estuvo en el lugar.
Está probado que ese día, los oficiales al mando del mayor PNP Del Castillo visionaron el CPU principal de Giannotti, pero ese acto no consta en la Acta de Registro Domiciliario. A pesar de ello, la fiscal Araníbar firmó el documento. Sabía que no podía aparecer que se había visionado, pues el juez en ese momento, Elmer Yalico, lo había prohibido expresamente.
Acta de registro Domiciliario e Incautación Policial, del 8 de enero de 2009, que demuestra que sí incautaron dos USB Memorex, en los que, según la declaración judicial de Giselle Giannotti, estaban los audios de Jorge del Castillo y Hernán Garrido-Lecca. Sin embargo, el día 12 de enero ambos dispositivos aparecieron en blanco, sin archivos. Sospechosamente, la Fiscalía, jamás pidió someter este material al registro En case Forense, que pudo arrojar luces sobre su manipulación. El coronel PNP Carlos Morán dirigió por teléfono la intervención.
INVESTIGADO La fiscal de la Nación, Gladys Echaíz, investiga a Jorge del Castillo por realizar supuestamente un lobby para favorecer a la Petrolera Monterrico, de propiedad de su amigo Julio Vera Gutiérrez, de quien recibió un departamento frente al Golf de San Isidro a cambio de una vivienda en Surco. Precisamente fue Giselle Giannotti, quien advirtió que en el USB Memorex, cuyos archivos desaparecieron, estaban los audios que probaban ese lobby. La misma doctora Echaíz investiga al ex ministro Hernán Garrido-Lecca por supuesto enriquecimiento ilícito, y dentro de las diligencias de este caso, llamó a declarar a Giannotti sobre lo que había en los USB Memorex acerca de este ex ministro.
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La misma Giannotti ha dicho que los oficiales andaban por todos los ambientes de su casa viendo los dispositivos electrónicos, pero nada de eso está consignado en el acta. Lo único que hicieron los oficiales de la Dirandro fue ubicar los USB que comprometían a Del Castillo y a Garrido-Lecca (USB Memorex color plomo) y antes de borrarlos completamente, hasta pudieron haber sacado una copia de los mismos.
Al final de ese día, cuando el trabajo estaba ya concluido, lacraron todo el material incautado, según refirió uno de los abogados que en ese momento patrocinó a la procesada, que pidió mantener su nombre en reserva.
Luego, el día 12 de enero de 2009, es decir, cuatro días después, cuando se realizó la primera diligencia del caso, se empezó a deslacrar todos los sobres que contenían los USB y allí se confirmó que en los dos USB Memorex color plomo no había ningún archivo, no estaban ya los audios de Del Castillo y de Garrido-Lecca.
Lo más sospechoso es que la Fiscalía no pidió que esos dispositivos fueran revisados por el programa de seguridad En Case Forense. Este hubiera determinado si fueron formateados, qué día ocurrió, a qué hora, y otros datos relevantes. Sin embargo, se los puso a un costado y se continuó visualizando los USB Boston Technologies, que terminaron manipulados. A estos últimos sí se les pasó el registro En Case Forense y se les asignó un código hash, lo cual ha permitido saber que fueron manipulados.
La Dirandro en ese momento (enero de 2009) estaba a cargo del general Hidalgo, quien fue elegido para realizar estas operaciones por el mismo presidente Alan García. Hoy se sabe, inclusive, que sólo le respondía sobre este caso al Jefe de Estado, y no al ministro del Interior. Debajo de este oficial estaba el coronel PNP Carlos Morán, quien cometió una serie de actos irregulares en este proceso, como ocultar documentos a la magistrada María Martínez y autorizar la salida de su prisión por un día a Giselle Giannotti. Esta última dijo que esa salida, en realidad, fue como una muestra de su poder de que podían dejarla libre si acusaba a la empresa PetroTech de financiar el espionaje.
Al final, los USB Memorex con los audios de Del Castillo y Garrido-Lecca terminaron borrados y los USB Boston Technologies, que tenían diálogos comprometedores de otros políticos y empresarios, terminaron manipulados. Tremendo faenón.
Raúl Sánchez
Redacción
La Primera, 15.05.2010