Humberto Lay se lanza a elecciones municipales con PPK
Humberto Lay, líder del partido Restauración Nacional, lanzó su candidatura a la alcaldía de Lima en compañía de Pedro Pablo Kuczynski, ex ministro de Economía, quien aseguró que su apoyo es técnico y no político.
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Lay, pastor evangélico, dice que si gana las elecciones su primera acción será ordenar una auditoría a la administración de Luis Castañeda Lossio, porque es saludable hacerlo cada vez que hay un cambio de gobierno.
También dijo que en todo el Perú presentará candidatos municipales.
Ofreció la construcción del Metro de Lima para paliar el problema de la congestión vehicular, pues la solución propuesta por Castañeda, del Metropolitano, sólo con el 10% de la necesidad de transporte.
Kuczynski explicó que su apoyo se centrará en la facilitación de un equipo de profesionales y que mantendrá su independencia porque no ha constituido un partido político ni una alianza política.
Resulta difícil de creer que Lay promoverá una auditoría seria a Castañeda Lossio, pues su grupo parlamentario Restauración Nacional, se caracteriza por un silencio cómplice de los faenones perpetrados por el gobierno aprista de Alan García, con quien Lay se reunió desde el principio de su mandato para felicitarlo y ofrecerle su apoyo. ¿La moral acaso aconseja felicitar a un ex presidente como García, que huyó a París a esperar que prescriban las acusaciones de latrocinio del erario nacional que pesaban sobre él?
También dijo que en todo el Perú presentará candidatos municipales.
Ofreció la construcción del Metro de Lima para paliar el problema de la congestión vehicular, pues la solución propuesta por Castañeda, del Metropolitano, sólo con el 10% de la necesidad de transporte.
Kuczynski explicó que su apoyo se centrará en la facilitación de un equipo de profesionales y que mantendrá su independencia porque no ha constituido un partido político ni una alianza política.
Resulta difícil de creer que Lay promoverá una auditoría seria a Castañeda Lossio, pues su grupo parlamentario Restauración Nacional, se caracteriza por un silencio cómplice de los faenones perpetrados por el gobierno aprista de Alan García, con quien Lay se reunió desde el principio de su mandato para felicitarlo y ofrecerle su apoyo. ¿La moral acaso aconseja felicitar a un ex presidente como García, que huyó a París a esperar que prescriban las acusaciones de latrocinio del erario nacional que pesaban sobre él?
