Vicky Peláez se declara culpable de cargos de espionaje

Todos los detenidos en los Estados Unidos, acusados de espiar para Rusia, se declararon culpables, incluyendo la periodista peruana Vicky Peláez, durante la primera audiencia que los reúne en Nueva York.


Kimba Wood, jueza que presidió la audiencia, ordenó la expulsión de los acusados precisando que no deberán intentar volver “nunca” a los Estados Unidos, según indica la prensa de ese país.

No obstante, Peláez tiene nacionalidad estadounidense, por lo cual no podrá ser expulsada y podría quedar en el centro de detención de Brooklyn, Nueva York, aunque todavía falta conocer si finalmente el tribunal aceptará su libertad bajo fianza, fijada en US$ 250.000.

La prensa estadounidense citó al hijo mayor de Peláez, Waldo Mariscal, quien habría asegurado tener los US$ 10.000 de pago inicial y tres garantes que avalarían a su madre.

El magistrado Ellis la justicia había señalado que la acusada no presenta peligro de fuga por no haber usado otra identidad y por no tener entrenamiento de espía, aunque no la consideraba inocente de las imputaciones.

La fiscalía refutó esta medida alertando que estos espías “son expertos” en huir, como sucedió con Christopher Metsos, quien la semana pasada huyó en Chipre, donde fue capturado y ahora se encuentra con libertad condicional otorgada por ese país.

La balanza se inclinó en definitiva para Peláez tras la confesión de su esposo, quien la incriminó detallando que conocía las actividades de espionaje y que realizó misiones recibiendo dinero y entregando documentos.

Lázaro, cónyuge de Peláez, admitió ser espía ruso, no ciudadano uruguayo, como se había presentado a sus conocidos, y reafirmó su lealtad a su país.

Previamente, Rusia y los EE. UU. ya mantuvieron conversaciones para llegar a un acuerdo que culminaría en el intercambio de los espías detenidos por un científico que ha permanecido bajo custodia rusa durante más de 10 anos, como indica hoy el periódico The Washington Post.

La siguiente audiencia tendrá lugar el miércoles en la sala del Distrito Sur de Manhattan, día en que el juzgado analizará las objeciones de la fiscalía.

De rechazarse la apelación, Peláez podría permanecer bajo arresto domiciliario en su vivienda Yonkers, al norte de Nueva York, donde portaría un brazalete electrónico para que la policía vigile sus movimientos durante el proceso.