Zumaeta elegido en un Congreso de la República decadente
Para el último año de sus funciones, el Congreso de la República, en una de las más aberrantes elecciones, designó al parlamentario aprista César Zumaeta como presidente de este poder legislativo, por votos de la alianza entre el Apra y el Fujimorismo, a la cual se unieron las bancadas de Alianza Nacional y Unión por el Perú. Unidad Nacional dejó sus votos en blanco.
Junto con Zumaeta entraron en la danza de la mesa directiva el fujimorista Alejandro Aguinaga, Alda Lazo y Eduardo Espinoza, en la primera, segunda y tercera vicepresidencia, respectivamente.
César Zumaeta no destaca por su lucidez ni su trabajo, es un personaje que más parece analfabeto y hasta suelta motes al hablar no siendo serrano. Este sujeto es cuestionado por serias irregularidades en la adjudicación de terrenos subvaluados a su cónyuge. Pero en este Congreso salió elegido por no tener opositor. Era la única salida de la oposición, pues con esa mayoría mafiosa era imposible ganar limpiamente, más valía abstenerse que prestarse al circo.
No podía ser de otra manera, salvo excepciones, este Congreso destaca por los tránsfugas y los escándalos de sujetos que deberían haber sido expulsados, pero precisamente, por ser ellos los que legislan y no modifican los reglamentos para echar a tránsfugas y corruptos, vemos cómo permanecen aferrados a sus cargos personajes impresentables como Walter Minchola, de Unidad Nacional, quien mantuvo en un puesto fantasma a su concubina; Carlos Torres Caro, nacionalista convertido en tránsfuga, protagonista de diversos escándalos; José Vega, quien había dado un puesto a su nuera; y una serie de sabandijas.
Con esa mayoría, estos cuatro años se han caracterizado por la desvergonzada defensa o encubrimiento de los actos de corrupción del Gobierno aprista, comparsa en la que han participado el Fujimorismo, Alianza Nacional y en parte Unidad Nacional, como ahora, que cierran filas para impedir una investigación transparente a los escándalos del alcalde de Lima Luis Castañeda Lossio, cuyos actos, hasta para el más incauto, sugieren corrupción de alto vuelo.
En el acto, todos los parlamentarios nacionalistas viciaron sus votos colocando frases de protesta contra la corrupción. Las congresistas Marisol Espinoza, Juana Huancahuari y Nancy Obregón escribieron en las cédulas de sufragio la frase: “Sí, por la Consulta”, en alusión a la Ley de Consulta Previa para las comunidades indígenas que fue observada por el Ejecutivo.
En tanto, los miembros de Unidad Nacional dejaron la cédula en blanco. Un aprista, el legislador Luis Falla Lamadrid estuvo a punto de depositar su voto sin haber marcado la cédula, lo que originó las risas de los miembros de su bancada. Al momento de realizar el conteo las bancadas de oposición abandonaron el hemiciclo.
Luego de la instalación de la nueva Mesa Directiva, el congresista Raúl Castro dijo que con esto la alianza aprofujimorista celebra 20 años de convivencia y pacto político. “Son cinco años consecutivos que el APRA le entrega la primera vicepresidencia a los fujimoristas, que no digan que no hay pacto ni convivencia, cuando los hechos revelan vínculos absolutos entre ambos desde inicios de la década de los noventa, dádivas y presiones predominan en la conformación de la actual Mesa Directiva del Congreso y su elección”, señaló.
El nacionalista Daniel Abugattás manifestó que “con esta elección el Perú queda advertido de lo que se viene en las próximas elecciones regionales y locales, incluso en las generales”. A su vez, Yonhy Lescano, en declaraciones a La Primera, calificó de “vergüenza” la designación de la lista liderada por Zumaeta puesto que “quienes la conforman carecen de legitimidad al estar sus dirigentes inmersos en actos de corrupción”.
César Zumaeta no destaca por su lucidez ni su trabajo, es un personaje que más parece analfabeto y hasta suelta motes al hablar no siendo serrano. Este sujeto es cuestionado por serias irregularidades en la adjudicación de terrenos subvaluados a su cónyuge. Pero en este Congreso salió elegido por no tener opositor. Era la única salida de la oposición, pues con esa mayoría mafiosa era imposible ganar limpiamente, más valía abstenerse que prestarse al circo.
No podía ser de otra manera, salvo excepciones, este Congreso destaca por los tránsfugas y los escándalos de sujetos que deberían haber sido expulsados, pero precisamente, por ser ellos los que legislan y no modifican los reglamentos para echar a tránsfugas y corruptos, vemos cómo permanecen aferrados a sus cargos personajes impresentables como Walter Minchola, de Unidad Nacional, quien mantuvo en un puesto fantasma a su concubina; Carlos Torres Caro, nacionalista convertido en tránsfuga, protagonista de diversos escándalos; José Vega, quien había dado un puesto a su nuera; y una serie de sabandijas.
Con esa mayoría, estos cuatro años se han caracterizado por la desvergonzada defensa o encubrimiento de los actos de corrupción del Gobierno aprista, comparsa en la que han participado el Fujimorismo, Alianza Nacional y en parte Unidad Nacional, como ahora, que cierran filas para impedir una investigación transparente a los escándalos del alcalde de Lima Luis Castañeda Lossio, cuyos actos, hasta para el más incauto, sugieren corrupción de alto vuelo.
En el acto, todos los parlamentarios nacionalistas viciaron sus votos colocando frases de protesta contra la corrupción. Las congresistas Marisol Espinoza, Juana Huancahuari y Nancy Obregón escribieron en las cédulas de sufragio la frase: “Sí, por la Consulta”, en alusión a la Ley de Consulta Previa para las comunidades indígenas que fue observada por el Ejecutivo.
En tanto, los miembros de Unidad Nacional dejaron la cédula en blanco. Un aprista, el legislador Luis Falla Lamadrid estuvo a punto de depositar su voto sin haber marcado la cédula, lo que originó las risas de los miembros de su bancada. Al momento de realizar el conteo las bancadas de oposición abandonaron el hemiciclo.
Luego de la instalación de la nueva Mesa Directiva, el congresista Raúl Castro dijo que con esto la alianza aprofujimorista celebra 20 años de convivencia y pacto político. “Son cinco años consecutivos que el APRA le entrega la primera vicepresidencia a los fujimoristas, que no digan que no hay pacto ni convivencia, cuando los hechos revelan vínculos absolutos entre ambos desde inicios de la década de los noventa, dádivas y presiones predominan en la conformación de la actual Mesa Directiva del Congreso y su elección”, señaló.
El nacionalista Daniel Abugattás manifestó que “con esta elección el Perú queda advertido de lo que se viene en las próximas elecciones regionales y locales, incluso en las generales”. A su vez, Yonhy Lescano, en declaraciones a La Primera, calificó de “vergüenza” la designación de la lista liderada por Zumaeta puesto que “quienes la conforman carecen de legitimidad al estar sus dirigentes inmersos en actos de corrupción”.