► Tras años de sufrir el flagelo de sicarios y asaltantes en moto
► Recién un gobierno plantea necesaria prohibición
Después de años de ver el flagelo de la delincuencia contra la población indefensa, a la cual asaltan o asesinan movilizándose con motos, recién un gobierno plantea una necesaria prohibición de la circulación de motos donde viajen “dos hombres”.
Aunque esta modalidad azota a todo el país, es Lima el punto central que aprovecha el hampa para perpetrar este tipo de delitos, pues con el tráfico sumamente denso en casi todos los disitritos y ya en la mayor parte del día, una moto permite una rápida fuga a los criminales.
Hace más de 20 años que Colombia prohibió la circulación de motos con dos pasajeros y la reducción de los índices de asaltos y asesinatos disminuyó considerablemente. Precisamente de ello habíamos hablado en un artículo de hace más de un año, y sólo el distrito de Pueblo Libre ha publicado una ordenanza con esta prohibición. Por desgracia, hemos tenido que ser testigos de homicidios unos tras otros para recién despertar.
El ministro del Interior, aunque con muchos yerros y con un bajo rendimiento en su lucha contra el hampa, promueve algo positivo esta vez. No obstante, resulta extraño que proponga la prohibición de que sean “dos hombres” quienes viajen en una moto, lo cual es inapropiado.
Nada impide a los delincuentes utilizar a mujeres para perpetrar esta clase de crímenes, o incluso pueden valerse de adolescentes, no de “hombres”. Además, un hampón también se puede disfrazar de mujer.
Ya hemos visto que los sicarios recurren a menores de edad y si la prohibición se enfoca a “dos hombres”, encontrarán su salida. Por tanto, la medida debe impedir que “dos personas” viajen en una moto. Lamentablemente los usuarios honestos de estos vehículos sufrirán las consecuencias, pero primero está la protección de la población frente al aumento de los delitos violentos graves.
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