Cesar Augusto Alva MendozaA raíz del asesinato de una niña de 11 años en San Juan de Lurigancho, quedó al descubierto la pésima actuación de los mandos de la Policía Nacional y de la comisaría de ese distrito limeño.

La primera negligencia grave de la Policía es dictar cursos para niños en dicha comisaría, pues en toda comisaría salen y entran delincuentes.

Por la prensa se sabe que el acusado, César Augusto Alva Mendoza (37), era informante de dicha comisaría, por tanto, visitante habitual de la misma. Es muy grave que la Policía haya permitido el curso cuando el sujeto tenía denuncias por violación y otros delitos.

Si el sujeto tenía denuncias por graves delitos, ¿por qué la Policía no lo entregó para que sea procesado y encarcelado?

Vicente Romero
Debe irse Vicente Romero

Dicha comisaría incurrió en obstrucción de la investigación al negar que la menor había asistido al curso el día de su desaparición. Como se sabe, esto fue desmentido por el vídeo de una cámara de seguridad.

Cuando los padres llegaron a pedir se investigue la desaparición de su hija, en la comisaría no quisieron darles la importancia debida, los trataron como ciudadanos de segunda categoría.

La Policía incurrió además en inacción, que al fin y al cabo también es obstrucción, al no ocuparse de recabar con celeridad los vídeos de la zona. El padre de la menor denunció que tuvo que contratar a un investigador para dar con los vídeos.

Como si fuese poco, al realizar un mal o nulo patrullaje, no dieron con la ubicación del cuerpo, pese a que se encontró a metros de la vivienda del para ellos conocido violador. Fue un ciudadano mototaxista quien debió reportar el hallazgo.

La Policía fue incapaz de realizar una investigación que dé con el asesino, pues de no haber sido por un ciudadano que lo reconoció en Ica, el criminal estaría libre hasta ahora.

El ministro del Interior Vicente Romero, como en los tiempos de Montesinos, muestra más interés e inmediatez en reprimir las marchas contra el indulto al delincuente Alberto Fujimori. Incluso se produjo un sospechoso apagón en una plaza durante una de las marchas. Además, se ocuparon de golpear al hijo de una vecina que protestaba contra la pestífera presencia del cabecilla de la banda delincuencial fujimorista en La Molina. ¿A qué se dedica ahora? Durante la dictadura fujimorista ocupaba su tiempo pagado por todos los peruanos para repartir fotos en campañas proselitistas para el delincuente Fujimori.