En la reciente entrega de pruebas de Marcelo Odebrecht para corroborar sus dichos sobre la gigantesca cadena de sobornos y aportes electorales, el anexo 4.2.5 incluye órdenes de depósitos que afirma sirvieron para aportar US$ 3 millones a la campaña de 2011 de Ollanta Humala y para sobornar a funcionarios de otros gobiernos.

En toda su delación hay, sin embargo, un dato que resalta: la participación de la empresa peruana Construmaq, como presunta intermediaria en la ruta del dinero desde la “Caja 2” de Odebrecht, hasta las manos de sus destinatarios finales.

¿Por qué lo investigan?

Construmaq es de propiedad del empresario Gonzalo Monteverde Bussalleu, quien según la web site del equipo especial de la Fiscalía del caso Lava Jato – Perú, es protagonista del “Caso Monteverde Busalleu”.

Es sospechoso de dirigir una red de empresas que habría facilitado a Odebrecht ingresar y retirar ‘dinero negro’ del Perú, para pagar sobornos, campañas electorales y evadir impuestos.

Es una investigación preliminar declarada compleja dentro de la ley de la organización criminal, por los presuntos delitos contra la administración pública (corrupción de funcionarios), lavado de activos y asociación ilícita para delinquir. Comprende a seis personas naturales y 21 jurídicas, con embargo preventivo de sus bienes.

La pesquisa, que no registró un avance significativo en la etapa del equipo especial a cargo del fiscal Hamilton Castro, tiene dos propósitos, según la Fiscalía. El primero es determinar por qué y para qué en el año 2008, la empresa constructora Área SAC, de Gonzalo Monteverde Bussalleu recibió en sus cuentas bancarias US$ 11 millones de las offshore de Odebrecht dedicadas al pago de sobornos; desde las cuentas de Constructora Internacional del Sur y Klienfeld Services LTD, registradas en el Antigua Overseas Bank.

Y denuncia medios

También se investiga por qué y para qué varias de las firmas vinculadas a Monteverde Bussalleu transfirieron elevadas sumas a la empresa offshore Balmer Holding Asstes LTD, del grupo Odebrecht.

El segundo propósito es averiguar un intenso trasiego de depósitos procedentes del Grupo Odebrecht hacia las empresas de Monteverde Busalleu, entre los años 2008 y 2015. Para esto, la Fiscalía ha solicitado información financiera a Suiza, Estados Unidos, Islas Caimán, Antigua y Barbuda, Barbados, Brasil, Costa Rica, Panamá y República Dominicana.

Varios medios de prensa han investigado y publicado aproximaciones a la historia reciente de los negocios de las empresas de Monteverde Busalleu con las integrantes del Grupo Odebrecht. El aludido reaccionó querellándolos por atentar contra su honor e incluyendo en su demanda a numerosos periodistas.

Hoy, según los archivos de Marcelo Odebrecht, la “Caja 2” del grupo transfirió a Construmaq SAC, de Monteverde con el código “Campaña Nac 3”, presunta referencia al Partido Nacionalista Peruano, que este niega, las siguientes sumas: US$ 310,880.83 (18 de julio), US$ 310,880.83 (15 de agosto- 2011), US$ 207, 253,89 (19 y 23 se setiembre – 2011); US$ 310, 880.83 (6 de octubre 2011), US$ US$ 310, 880.83 (10 de octubre -2011), desde el Credicorp Bank de Panamá, lo que totaliza US$ 1’450,777.21

Además, el 30 de julio hubo tres depósitos para la “Campaña Nac 3”, cada uno por US$ 233,334.00, lo que da un total de US$ 700 mil, destinado a un desconocido Sururú, con lo cual la supuesta suma para el PNP, asciende a US$ 2’150,777.21.

Las fechas de estos desembolsos, se contradicen con dichos de Jorge Barata y del propio Marcelo Odebrecht, acerca de que el apoyo al PNP a pedido del Partido de los Trabajadores del Brasil fue entregado de agosto del 2010 a mayo del 2011. O sea, habría terminado con la victoria de Ollanta Humala frente a Keiko Fujimori.

Marcelo Odebrecht ha incluido en su reporte a la fiscalía brasileña órdenes de pago vinculadas al Tren Eléctrico. Sin embargo, también ha entregado transferencias para otras siete coimas no confesadas aún, correspondientes a la Hidroeléctrica de Chaglla, la Irrigación Olmos, Alcantarillado de Iquitos, IIRSA Norte, Interceptor Norte Lima, Agua potable Chimbote y la carretera Chacas-San Luis. Estas obras se realizaron durante los gobiernos de Alejandro Toledo y Alan García; aunque la empresa ha aclarado luego que podrían no ser coimas.

La Fiscalía debe determinar a quiénes se hizo esos pagos y si en el trasiego de dinero para el soborno participó Construmaq SAC.

La fallida denuncia de morote

En 2008, el abogado Pedro Morote Cornejo denunció ante el Ministerio Público a sus exempleadores Gonzalo Eduardo Monteverde Bussalleu y María Isabel Carmona Bernasconi, de quienes era abogado en la Constructora Área SAC.

Cuando le cambiaron su ordenador laboral, le dieron uno usado al que no habían borrado el disco duro. Allí, Morote halló un contrato entre Constructora Área SAC y el Consorcio IIRSA Norte, por el valor de US$ 8’330 mil, por remoción de tierras y transporte de materiales de un tramo de la carretera.

También encontró un subcontrato vinculado, entre Área SAC y el empresario Jorge Salinas Coaguila, quien iba a facturar los servicios solicitados por Odebrecht por el valor de US$ 7.9 millones. Pero, ocurría que Coaguila no tenía vehículos ni maquinaria para el tipo de trabajo requerido. Era un probable contrato por servicios inexistentes.

Morote denunció sin suerte su descubrimiento ante la Sunat, el Ministerio Público y la División de Lavado de Activos de la Policía Fiscal. Monteverde lo querelló por difamación y calumnia, mientras que la Fiscalía archivaba sus hallazgos.

El 1 de enero de 2017, los periodistas César Romero y Patricia Hoyos publicaron en La República, de Lima que, según la Unidad de Investigación Financiera – UIF, de 2007 a 2015, la red de empresas de Monteverde recibió de Odebrecht US$ 29.5 millones como pago por trabajos inexistentes.

US$ 8.6 millones fueron remitidos, vía bancos de Estados Unidos, a la offshore de Panamá Balmer Holding Assets Ltd, a través de una cuenta del Trend Bank de Brasil, en el First Caribbean International.

Los restantes US$ 20.8 millones quedaron en efectivo en el país por lo que la Fiscalía sospecha que fue utilizado para el pago contante y sonante de sobornos. No obstante que Morote denunció el caso ante la primera Comisión Lava Jato, que presidía el congresista Pari y que el equipo especial Lava Jato Perú ha acumulado mucha información, la investigación contra Monteverde es incipiente y no ha mostrado mayores avances.

 

Offshores o doleiros

Para entender mejor el presunto rol de Monteverde en la cadena de pagos ilegales que el Grupo Odebrecht ha reconocido públicamente en Brasil, Estados Unidos, Suiza, Perú y en otros países de América Latina y África, hay que anotar que el uso del soborno como herramienta de gestión empresarial fue realizado por todas las firmas integrantes del llamado “cartel de la construcción” del Brasil.

De esas empresas, las cinco principales que penetraron el mercado peruano lo hicieron con ese método, lideradas por Odebrecht. Otras firmas que están comprendidas en casos consistentes de presuntas coimas u otros tipos de delitos de corrupción son OAS (Casos Susana Villarán, Luis Castañeda, Jorge Acurio Tito) y Camargo Correa (Caso Planta de Agua Potable de Huachipa y Tramo 4 de la interoceánica del Sur).

Las empresas brasileras usaron dos métodos o una combinación de ambos para obtener “dinero negro” y pagar los sobornos presuntamente en el mayor de los secretos.

Offshores

Odebrecht, como producto de su larga experiencia como corruptora organizó un sofisticado procedimiento basado en empresas offshore para extraer dinero de la contabilidad de sus empresas o recibirlo de otras, a fin de ponerlo a disposición de su “Departamento de Operaciones Estructuradas”, o “Departamento de Coimas”, o “Caja 2”.

Desde allí, siempre a través de offshores, con una contabilidad encubierta con su programa encriptado “My web day”, afincado en Suiza, distribuía los sobornos pagándolos en cuentas de offshore abiertas por los corruptos en paraísos fiscales.

Esos son los casos de las presuntas coimas al expresidente Alejandro Toledo y su red, al exviceministro de Comunicaciones Jorge Cuba Hidalgo y su red, y al gobernador del Callao Félix Moreno y a su asociado Shavit y a los investigados Miguel Atala Herrera y Jorge Peñaranda, de Alpha Consult, a los que hay que agregar ocho sobornos más revelados en la última entrega de información delatora hecha por Marcelo Odebrecht.

Sin embargo, es notorio que para el pago de donaciones para campañas electorales, por lo menos en Lima, da la impresión que la corrompida empresa brasilera optó por el uso de offshores hasta la empresa receptora, la que finalmente ponía efectivo en la oficina de Barata quien, según él mismo dice, lo entregaba en contante y sonante, como en los casos del Partido Nacionalista, Fuerza Popular, Perú Posible, Peruanos por el Kambio y Partido Aprista.

Los doleiros

El otro método usado, sobre todo por OAS, es el de los “doleiros”, o “mulas”, que transportan fajos de billetes adheridos a sus cuerpos, hasta por US$ 300 mil. En el caso Lava Jato Brasil, Alberto Youssef, fue jefe de los “doleiros”, entre ellos Adarico Negromonte Fhilo, hermano de un ministro del Brasil, y Rafael Angulo López. Angulo López declaró ante la justicia de Brasil que en Lima, entregó remesas a Alexandre Mendoza, gerente de contratos de OAS, presumiblemente para el pago de sobornos.

Otro administrador de “doleiros”, Leonardo Meirelles, declaró ante el fiscal Hamilton Castro que a pedido de OAS, de 2012 a 2013 hizo 18 entregas a Perú, por un total de US$ 900 mil, mediante envíos directos y trasferencias bancarias.

El “doleiro” Carlos de Souza Rocha, confesó que, entre 2013 y 2014, hizo cuatro entregas de US$ 300 mil cada una, en efectivo, a los representantes de OAS en Lima.

Otro “doleiro”

Con base en la delación premiada del contador de OAS en Brasil, Roberto Trombeta, descrito como el “operador de transferencias de sobornos”, se sabe que esta empresa extrajo del proyecto Vía Línea Amarilla US$ 6.2 millones mediante contratos por servicios inexistentes de offshores del exterior, hasta llevar el dinero a Brasil, desde donde una parte enviaron a Lima con los “doleiros”.

“No seamos idiotas”

Todos queremos saber si Ollanta Humala es el “capitán Carlos” o no. Todos queremos saber si el Partido Nacionalista recibió dinero de Odebrecht o no; y también queremos saber si eso es un delito o no y también queremos saber si lo mismo hicieron todos o casi todos los demás partidos. Pero no seamos idiotas. Para saber eso no tenemos por qué dejar de hablar acerca de las otras. Todavía esperamos el juicio a los hermanos Fujimori, a Alan García, a Kuczynski, a Toledo. El truco de poner a toda la prensa a “informar” sobre los Humala y olvidarse de todos los demás ha funcionado ya por demasiado tiempo y lo han puesto en marcha nuevamente. Si volvemos a caer en la misma estupidez ya no será culpa de quienes orquestan estas cosas, sino culpa de nosotros. (Gustavo Faverón/FB).

 

Elmer Olórtegui
Diario Uno, 09.09.2018