Ni siquiera Rusia, que tiene buenas vacunas, quiere obligar a su población a vacunarse contra el coronavirus COVID-19 o SARS-CoV-2, sino que pone las vacunas a disposición de todos los rusos de forma gratuita para que se vacunen voluntariamente.
Sin embargo, hay otras vacunas no confiables, como la de AstraZeneca, que ya dejó paralíticas a dos personas en la fase 3 de su ensayo.
Cualquier persona tiene derecho de desconfiar y además de rechazar una vacuna determinada y aceptar otra en la que pueda confiar más.
Pese a todo, el Congreso de la República en el Perú aprobó ayer un proyecto de ley para obligar a las personas a vacunarse, lo cual no se debe permitir.
Tampoco dice qué pasará con las personas que no acepten ser vacunadas:
- ¿usarán a las fuerzas del orden para sujetarlas y vacunarlas?
- ¿las amenazarán con perder el empleo?
- ¿las amenazarán con no darles ayuda social, como bonos, alimentos, educación gratuita?
- ¿las amenazarán con la muerte civil para que no tenga derecho a realizar trámites?
- ¿les impedirán subir al transporte público?
- ¿las marcarán con un “no vacunado”, como apestados?
El texto sustitorio de la norma no lo aclara. En su artículo cuarto, el texto dice que no sólo se tratará de vacunas, sino medicamentos, y que será “obligatorio para todos los habitantes del país.”.
Lo claro es que esta norma no puede aceptarse. Además, para las personas que deseen vacunarse o recibir medicamentos, ¿por qué tendrían éstos que ser gratuitos en lugares como clínicas?
Sin duda, se trata de otra norma sin reflexión elaborada por el Congreso.
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