Elizabeth Añaños, exviceministra de Vivienda y Urbanismo, reveló que el entonces ministro de Vivienda y Construcción Geiner Alvarado (ahora ministro de Transportes) organizó una reunión para realizar una presentación de información reservada sobre las licitaciones de obras diciéndole que era una cita con el presidente Pedro Castillo, pero cuando asistió no estaba presente el mandatario sino sus amigos de la mafia conocida hoy como “Los chiclayanos”.
Elizabeth Añaños
De ser cierto se trataría de un acto ilícito grave porque la información reservada sólo puede ser conocida por los funcionarios que corresponde. Además, la reunión se realizó fuera del ministerio, en un departamento.
¿Por qué una funcionaria acepta realizar una reunión oficial en ese lugar, aunque sea una orden? En todo caso, las normas que rigen las actividades de los funcionarios deberían prohibir reuniones de trabajo fuera de locales oficiales y sancionar a quienes falten contra estas reglas, pues se está haciendo costumbre conocer de escándalos de reuniones en la sombra realizadas por funcionarios fuera de locales del Estado, y peor, con personas que no son funcionarios o asesores del Estado, donde se traman presuntos actos ilícitos. Una reunión fuera de un local estatal sólo debería darse en casos extraordinarios previstos con antelación y transparencia, o en caso de emergencias por desastre.
Alvarado le dijo que haría una exposición sobre las obras públicas de su sector en compañía de la jefe de Presupuesto, Jacqueline Castañeda del Castillo ante el presidente Castillo en Palacio de Gobierno, el 20 de agosto de 2021. De pronto, no sucede así, el jefe del Gabinete de Asesores del ministro Geiner Alvarado, Salatiel Marrufo Alcántara, comunicó a las funcionarias que debían realizar la presentación en un departamento de la calle Palo Blanco 261, en Surquillo.
Esa noche Añaños y Castañeda, con Salatiel Marrufo, se dirigieron al lugar, donde los esperaban “Los Chiclayanos”: el alcalde Anguía, Nenil Medina Guerrero, el empresario y dueño de la casa de la calle Sarratea, Segundo Sánchez Sánchez, y el financista de la campaña presidencial, Abel Cabrera Fernández. Marrufo, Cabrera y el ministro Alvarado, estudiaron en la Universidad Nacional Pedro Ruíz Gallo, en Chiclayo, mientras que Nenil Medina y Segundo son amigos y paisanos de Castillo.
“Llegamos y ya estaban como en una oficina. La primera persona sentada era alguien que luego reconocí como (Segundo) Alejandro Sánchez. Había otra persona que se sentó después, y que luego me enteré que era el alcalde de Anguía, el señor Nenil Medina (Guerrero). (Luego) llamaron a otra persona. Me acuerdo, Abel (Cabrera Fernández). El jefe del gabinete (de asesores, Salatiel Marrufo Alcántara), estaba acá. Y aquí se sentó Abel Cabrera. (...) Sí, se conocían. Había confianza. Yo me senté aquí. La jefa de Presupuesto (Jacqueline Castañeda), aquí”, narró Añaños a “Cuarto Poder”. “Somos amigos del presidente, somos paisanos, y estamos aquí para apoyarlo”, le dijo Segundo Sánchez Sánchez”, dejando ver su interés en las obras públicas.
La lista de distritos beneficiados con los proyectos se había preparado durante el gobierno de Francisco Sagasti, quien designó a Añaños viceministra de Vivienda. ¿Por qué las funcionarias, en lugar de acceder a la petición de Alvarado de exponer información reservada y privilegiada a posibles postores, no lo denunciaron, sabiendo que se venía un decreto de urgencia de casi S/ 500 millones para el desembolso?
La mafia “Los chiclayanos” entonces ya conocía que venía el DU y querían presentar sus proyectos con ventaja (por conocer la información privilegiada) sobre sus competidores. Finalmente, el alcalde Nenil Medina consiguió 5 proyectos para su distrito por casi 10 millones de soles, y Salatiel Marrufo, otros 5 proyectos para Cumba por 3,5 millones de soles. Todavía la Fiscalía no ha determinado de escudriñar la trama detrás de los ganadores de las adjudicaciones de estas obras con dicho DU.
Añaños adelantó que entregará al Equipo Especial de Fiscales contra la Corrupción del Poder correos electrónicos, mensajes por WhatsApp y otras evidencias sobre este escándalo.
Elizabeth Pérez Alarcón, conocida del exjefe del Gabinete de Asesores del ministro de Vivienda, Geiner Alvarado habría sido quien alquiló el departamento donde se realizó la reunión.
¿Por qué Castillo no separa del cargo a Alvarado?
Al igual que con Juan Silva, que manejó el ministerio de Transportes, tras sucesivos escándalos que se investigan en torno a Geiner Alvarado, en lugar de darle de baja, el presidente Castillo lo cambia de la cartera de Vivienda a la de Transportes, donde hay todavía más presupuesto, lo cual incrementa las sospechas contra el mandatario.