Ningún candidato a la alcaldía provincial de Lima ni a la alcaldía distrital de La Molina y Surco ha propuesto corregir el nefasto plan preparado por el exalcalde Jorge Muñoz de avanzar en la tugurización del espacio aéreo de La Molina tras su prime espantoso viaducto aéreo, que además no ha servido para descongestionar el tránsito vehicular.
Puente Monitor Huáscar: un monumento al mal gusto y a la incapacidad de gestión
Después de haber dañado el ingreso a La Molina en el óvalo Monitor Huáscar con un horrible puente aéreo que torturó a los vecinos con más de un año de "obras", Muñoz antes de ser echado de la alcaldía mantuvo su proyecto de incrustar otros dos horribles puentes aéreos, uno a la altura del cruce de la avenida Javier Prado con Los Frutales, y otro a la altura del cruce de Javier Prado con la avenida La Molina.
De nada sirvió. Así se ve a través de Waze todos los días en horas punta la congestión en el trayecto de la “obra” de Muñoz, desde Camacho hasta más allá de la Universidad de Lima. Por ejemplo en la mañana, es lo mismo, la congestión sólo termina cerca de las 09:00 h, igual que antes, sin esta "obra".
Se observa pues que en cuanto al ordenamiento arquitectónico de la ciudad, todos los candidatos miran al costado y en lugar de proponer convertir esos proyectos en cruces al ras del suelo y en el subsuelo, no cuestionan esos infames planes de Muñoz, según lo leído en sus planes electorales publicados. Sólo hablan de algunos proyectos bonitos como tirando fuegos artificiales, parte de los cuales son inviables.
Bypass construido por Luis Bedoya en el cruce de Javier Prado con la avenida Arequipa, un ejemplo de lo que se debe hacer
Si bien es cierto que el desarrollo urbano en el Perú ha sido dirigido en los últimos gobiernos por una sola directora, la coima, en lugar de equipos profesionales que busquen un crecimiento armónico y moderno de las zonas urbanas, nadie se ocupa de corregir los estropicios corregibles de pasadas gestiones, pues en parte puede haber intervención en proyectos terminados y en parte se pueden detener proyectos que amenazan a un futuro próximo, como estos puentes aéreos.
La sociedad, guiada por colegios profesionales, como el de arquitectos y el de ingenieros, debería organizarse para hacer valer sus derechos y aspiraciones a una ciudad con orden, una ciudad que no sea destruida más por aventureros como Muñoz y deberían formarse colectivos para exigir frenar estos desastres.
Costos
Además, obras como la realizada durante la alcaldía de Luis Bedoya en el cruce de la avenida Javier Prado y Arequipa resultaron en una intervención mínima de las vías, pues antes del bypass sólo se cavó el subsuelo para el paso a desnivel aproximadamente 114 metros en dirección sur-norte y 100 metros después de pasar Javier Prado.
En cambio, la “obra” de Muñoz malogró un trayecto de 870 metros, una longitud absolutamente grotesca y ofensiva para la vista, la cual ni siquiera considera a los ciclistas. ¿Significó esta longitud desmesurada un negociado para enriquecer a alguien? Nos preguntamos también, ¿será este puente capaz de resistir un fuerte terremoto o veremos víctimas cayendo con sus vehículos?