Desde hace años, se ha estado hablando de la necesidad de adquirir o repotenciar armamento de la Fuerza Armada del Perú, cuyos equipos en muchos casos son de 40 o 50 años de antigüedad, por lo cual la modernización está justificada.
Los diversos gobiernos fueron indiferentes a esta necesidad y argumentaban que vivimos en tiempos de paz y con buenos vecinos, “países hermanos”. Esto podría empezar a cambiar. En su edición del día viernes 5 de presente mes, el semanario Hildebrandt en sus trece dedica a este tema una nota (“Militares de compras”) en la que mencionan qué es lo que necesita comprar cada uno de los institutos armados, para lo cual “se ha empezado a desembolar cientos de millones de soles”.
Más allá de los detalles de lo que interesa a cada instituto armado, hay un aspecto alarmante y peligroso que se produce en la Fuerza Aérea del Perú (FAP), en la cual, según se informa, hay partidarios de que se compre aeronaves de EE.UU., particularmente el avión F-16, quizá de segunda mano, en alguna de sus versiones más o menos modernizada. El problema con estos aviones no es técnico porque se sabe que es tan bueno como los aparatos rusos o franceses.
El problema es otro.
Recordemos los problemas que ha tenido Argentina a partir de la Guerra de Las Malvinas. Asumiendo su posición de adversario* de los países de América Latina, EE.UU. ha vetado todos los intentos de Argentina de adquirir aviones de combate. Así, por ejemplo, tuvieron que descartar aviones franceses por el hecho de tener algunos componentes de fabricantes estadounidenses.
Los que apoyan la adquisición del F-16, admiradores de Chile, tienen también el propósito de dejar a nuestro país en estado de indefensión en caso de conflicto con nuestro enemigo histórico, por las siguientes razones:
1) En caso de sanciones de EE. UU., por ejemplo si el Perú no se adhiere a posiciones geopolíticas de EE.UU. o hace o deja de hacer algo que disguste a EE. UU., este país, como mínimo, prohibirá la venta de repuestos para los aviones que pueda habernos vendido.
2) Mediante cláusula secreta y en este caso para proteger a Chile, EE.UU. establece que sus aviones no se usarán en ataques ni contraataques cruzando fronteras, condicionamiento que se ejemplifica repasando lo que ocurrió en 2019 cuando se enfrentaron Pakistán e India; en este conflicto, los F-16 de Pakistán solo interceptaban aviones de la India cuando estos ya estaban en espacio aéreo de Pakistán, por lo que para contraatacar pasando a territorio indio, tenían que utilizar otras aeronaves.
La compra de aviones F-16, sugerida por Chile a sus agentes por las razones indicadas, sería un grave atentado contra la seguridad del país y una garantía de que Chile asegurará su ventaja en material bélico sobre el Perú.
Alternativas
Hay aviones rusos como el Su-30 y Su-35, el chino Chengdu J-10, el francés Rafale que se ha estado vendiendo a varios países (habría que averiguar y asegurarse que sea un modelo que no tenga ningún componente fabricado en EE.UU.).
Otro avión interesante es el JF-17, con motores rusos, que es resultado de la cooperación chino-pakistaní, construido según especificaciones de la Fuerza Aérea de Pakistán, que envió a China técnicos, ingenieros y pilotos para asegurarse de que todo saliera bien. Argentina está en conversaciones para comprar a China este avión; y, aunque parezca mentira, los estadounidenses ofrecen su F-16 a los argentinos, como si se pudiera olvidar su permanente hostilidad contra Argentina.
El público peruano debe mantenerse vigilante para tener la seguridad de que la adquisición de armamentro no resulte perjudicial a la seguridad y defensa del Perú, como ocurriría si se adquiere el avión F-16, recomendado por gente que no protege los intereses del Perú.
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* Los militares peruanos deben informarse de que EE.UU. siempre ha jugado en pared con Chile para tener sometido al Perú; además, EE.UU. es el sostenedor incondicional de Chile. Leer EE.UU., enemigo descoyuntador de América Latina
