Oliver Stone tiene experiencia en llevar la violencia a la pantalla: lo ha hecho con "Asesinos por naturaleza" o con "Pelotón", que le hizo llegar a las manos uno de los tres premios Oscar de su carrera.

Ahora, el director estadounidense eligió contar una violencia distinta, la del narcotráfico y los carteles mexicanos. Así nació "Salvajes", el filme que lo ha llevado a la primera plana de los medios en Estados Unidos y no sólo por la técnica o la cinematografía: fue el punto de partida para que Stone, siempre locuaz y polémico, alzara la voz a favor de la despenalización de las drogas.

 

"La guerra contra las drogas no conoce límites. Es una forma de esclavitud hacer que tantos jóvenes terminen en la cárcel por el tráfico, es un problema internacional y no va a terminar a menos que cambien las reglas. Descriminalizarla sería un primer paso", sugiere el director ante BBC Mundo en Los Ángeles.

Fumador declarado de marihuana desde su incursión en Vietnam como soldado, a finales de los años '60, Stone asegura haber probado hierba de toda procedencia. La mejor "que he fumado en 40 años", dice, hoy se produce en California.

Este estado sureño de Estados Unidos es el escenario para un relato "de ficción, por ahora" –según el cineasta- sobre un cartel mexicano que busca expandir sus negocios. Y para lograrlo, necesita del apoyo de un trío de jóvenes hippies, amantes de la playa y vendedores de cannabis "de entrecasa".

El choque entre los dos modelos de negocio para la distribución de sustancias ilícitas es la excusa que eligió Stone para reflejar una verdad que él considera innegable: el narco, y su guerra asociada, es un fenómeno de dos caras a ambos lados de la frontera.

"Es curioso que no haya estallado la violencia de este lado, salvo por incidentes aislados. Hay muertos, hay violencia, sí. Pero no es una oleada proporcional a la actividad. Es en el interés de los carteles mexicanos que se mantenga así, porque la mala publicidad dentro de Estados Unidos les traería consecuencias graves", opina el director.

México desde afuera

"La guerra contra el narco no tiene sentido. Creo que el único camino es la descriminalización. Se puede hacer (marihuana) de manera legal, segura, sana, se pueden cobrar impuestos para que el gobierno pague por educación"

Oliver Stone, director de "Salvajes"

A los 65 años, el cineasta neoyorquino sabe de polémicas: las tuvo con "JFK" y con "Nixon" y con "Buscando a Fidel" y con "W.", sobre el ex presidente George Bush hijo.

La lista de películas con las que ha elegido provocar es larga como su repertorio de citas "célebres" sobre temas que despiertan sensibilidades entre sus compatriotas. Es que Stone ha opinado de (casi) todo: de Cuba a las FARC colombianas, de la guerra contra el terrorismo a las políticas sobre Irán, el conflicto de Medio Oriente o el poderío económico judío.

Sobre América Latina volvió su mirada con el documental "Al sur de la frontera", en 2009, y ahora le tocó el turno al vecino hispanohablante.

"Fui a México y charlé con mucha gente, a uno y otro lado de la ley. 'Salvajes' es una ficción hipotética, no es 'Traffic' que tiene un estilo más documental. Lo que contamos no ha ocurrido aún, pero es altamente posible", afirma el director.

La batalla que se libra en su filme, en términos conceptuales, es la de "Walmart versus el pequeño almacén": la lucha por el territorio entre un cartel organizado y un trío de jóvenes que no quiere entregar su negocio modesto pero igualmente redituable.

"No voy a hacer acusaciones que sean titular en la prensa de México mañana, pero dos cosas me quedaron claras durante la investigación para esta película: una, que hay mucho dinero dando vueltas en México que necesita entrar en la economía legal. La otra es que es imposible pensar el tráfico sin ver las responsabilidades que caben del lado norte de la frontera", dice.

Stone tampoco se ahorra críticas para las políticas del país vecino: la guerra contra los carteles "ha sido un desastre", lo que le sirve para insistir con su causa de militancia.

Bichir, de indocumentado a traficante

El mexicano Demián Bichir fue el latino mimado de la última entrega de los premios Oscar, cuando consiguió la nominación como mejor actor por "A Better Life".

En esa cinta independiente, Bichir le puso el cuerpo a un inmigrante que sufre las consecuencias de una vida sin papeles en Estados Unidos. Ahora, se volvió abogado de narcotraficantes en "Salvajes", su primera película post-nominación.

"Fue una oportunidad de ir en una dirección completamente distinta. A veces, como actor uno dice que no a un papel por miedo a repetirse, pero cuando te llama Oliver Stone simplemente dices que sí, sin importar qué papel te dé. Por suerte, me permitió explorar otros terrenos nuevos para mí", señaló el mexicano ante BBC Mundo.

El relato sobre las consecuencias del tráfico más allá de México, dice, llega en el momento justo.

"El cine funciona como recordatorio de quiénes somos. Es un momento clave para que una voz tan poderosa como la de Oliver Stone ponga el dedo en la llaga sobre un tema que estamos viviendo desde hace mucho tiempo en México y que tiene dos polos y responsabilidades repartidas", opinó Bichir.

"No tiene sentido. Creo que el único camino es la descriminalización. Se puede hacer (marihuana) de manera legal, segura, sana, se pueden cobrar impuestos para que el gobierno pague por educación y cosas así", insiste el cineasta.

¿Sin estereotipos?

El guión de "Salvajes" se basa en una novela del periodista Don Wislow, elegida por el New York Times como uno de los diez libros destacados de 2010, a la que Stone condensó y convirtió en narración de colores saturados, acción y sangre caliente.

Tuvo en mente a un elenco de actores latinoamericanos "desde antes de empezar a escribir", según dice: Benicio del Toro y Salma Hayek son los rostros del cartel ficticio, mientras que Demián Bichir es un abogado sin escrúpulos a su servicio.

Una receta probada: latinos haciendo de latinos para Hollywood. ¿Cómo evitar el estereotipo?, le preguntó BBC Mundo.

"Bueno, cuando hice 'Scarface', parecía que era casi un cómic. Pero ha pasado el tiempo y ese personaje se ha vuelto un modelo imitado por criminales, una referencia convertida en cliché. Pero es realmente lo que está ocurriendo: lo que vi en Miami y México es más de lo que uno puede imaginar. No es porque sean latinos, es lo que pasa y hay que decirlo, de lo contrario estaríamos haciendo una versión lavada y blanda", respondió el director.

De a ratos, "Salvajes" lo logra: mostrar un universo complejo donde "ninguna crueldad es excesiva" porque refleja el negocio del tráfico por dentro. Otras, se vuelve un panfleto ensangrentado sobre la legalización de las drogas.

Stone, acostumbrado a la polémica, está listo para defenderse: "el mundo está viendo todo en dimensiones excesivas, de la violencia hasta el entretenimiento. En un mundo sin reglas, esta película tiene las mías".

BBC Mundo, Los Ángeles, 08-07-12