Organizaciones de derechos humanos, entre ellas Survival International y Human Rights Watch, han criticado duramente la decisión del Banco Mundial de financiar tendido eléctrico en Etiopía que está relacionado con la polémica presa Gibe III.

 

El proyecto, de muy reciente aprobación, ayudará a la transmisión de electricidad generada por una infame presa hidroeléctrica situada en el sur de Etiopía hasta la red eléctrica de Kenia.

Se prevé que la polémica presa Gibe III, en Etiopía, esté finalizada en 2014, pero las devastadoras consecuencias sociales y medioambientales de su construcción ya están generando una oposición generalizada.

La decisión de respaldar un proyecto tan polémico viola las directrices del Banco Mundial sobre la protección de los derechos indígenas y el reasentamiento involuntario.

Más de 200.000 indígenas en el valle del Bajo Omo se arriesgan a perder sus medios de subsistencia y su seguridad alimentaria debido a la presa.

El bajo nivel del agua ya está en un punto sin precedentes, lo que resulta devastador para la autosuficiencia de tribus pastoralistas como los bodis y los mursis, y la de los cazadores-recolectores kwegus.

Además, a esto se añade que los robos de tierras con violencia, el reasentamiento forzoso y los abusos de derechos humanos están a la orden del día en el Bajo Omo, al mismo tiempo que el Gobierno despeja tierras para dar paso a las lucrativas plantaciones de caña de azúcar y algodón, que se riegan gracias a la nueva presa.

Etiopía no ha consultado con ninguna comunidad indígena sobre la construcción de Gibe III o su agresivo proyecto de plantaciones, que están destruyendo el valle del Bajo Omo, un lugar Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.

La presa también afectará a numerosas comunidades tribales al otro lado de la frontera con Kenia, cerca del lago Turkana, el lago desértico más grande del mundo.

El director de Survival International, Stephen Corry, ha declarado hoy: "Las necesidades de electricidad de Kenia y Etiopía no deberían utilizarse para justificar estos flagrantes abusos de derechos humanos. Estamos ante otro funesto proyecto con apoyo del Banco Mundial, que destruirá las vidas de cientos de miles de personas. Estas son algunas de las comunidades más autosuficientes del Cuerno de África, y aun así sus derechos humanos están siendo abiertamente pisoteados por una organización que debería haber aprendido de la historia, en vez de repetir los errores del pasado".