Masacran a más de 150 vicuñas en Andahuaylas
Una banda de hampones masacró a más de 150 vicuñas en la zona altoandina de Huancabamba, anexo del distrito de Andahuaylas, Apurímac.
Los despiadados dispararon contra los camélidos para quitarles las pieles, sin tener consideración por las vicuñas preñadas.
Los campesinos denunciaron que estos avezados delincuentes acechan en forma periódica en la zona, donde buscan perpetrar sus atentados contra este valioso patrimonio nacional que adorna nuestro escudo, muy codiciado por su fino pelaje.
Según Eugenio Allccia Díaz, dirigente de Huancabamba, los indeseables emplean camionetas 4x4 para cometer sus crímenes.
Una vez, más, las autoridades locales y del Ministerio Público deben acercarse para lamentar e investigar estas matanzas, pero no vemos una eficaz acción preventiva.
Las vicuñas son propiedad del Estado y son animales protegidos, pero sólo en teoría, pues no vemos que se realice una vigilancia adecuada.
Prevenir estas matanzas es un asunto complicado, pero se debería analizar el envío de miembros del ejército para preservar a las vicuñas y apoyar a las familias campesinas que obtienen ingresos con el chaqu, operación donde se trasquila a las vicuñas dos veces al año, sin dañarlas. La protección y el apoyo a los campesinos no sólo debe ser en discursos y programas asistencialistas.
Las patrullas en la zona son una necesidad permanente, y bien haría a los soldados ejercicios por estos alejadas campos, donde el hampa cree ser invencible, mientras la policía nacional no tiene suficiente personal.
Los campesinos denunciaron que estos avezados delincuentes acechan en forma periódica en la zona, donde buscan perpetrar sus atentados contra este valioso patrimonio nacional que adorna nuestro escudo, muy codiciado por su fino pelaje.
Según Eugenio Allccia Díaz, dirigente de Huancabamba, los indeseables emplean camionetas 4x4 para cometer sus crímenes.
Una vez, más, las autoridades locales y del Ministerio Público deben acercarse para lamentar e investigar estas matanzas, pero no vemos una eficaz acción preventiva.
Las vicuñas son propiedad del Estado y son animales protegidos, pero sólo en teoría, pues no vemos que se realice una vigilancia adecuada.
Prevenir estas matanzas es un asunto complicado, pero se debería analizar el envío de miembros del ejército para preservar a las vicuñas y apoyar a las familias campesinas que obtienen ingresos con el chaqu, operación donde se trasquila a las vicuñas dos veces al año, sin dañarlas. La protección y el apoyo a los campesinos no sólo debe ser en discursos y programas asistencialistas.
Las patrullas en la zona son una necesidad permanente, y bien haría a los soldados ejercicios por estos alejadas campos, donde el hampa cree ser invencible, mientras la policía nacional no tiene suficiente personal.