Denuncian al alcalde de Comas por abuso y corrupción
Además del abuso denuncian que los obligan a hacer de “portátil” del alcalde
Trabajadoras de la municipalidad de Comas formularon una denuncia contra el alcalde de Comas por haberlas degradado de empleadas a obreras en represalia por haber solicitado el pago vacaciones, gratificaciones de julio y Diciembre o incluso incremento de sueldo y demás beneficios que les adeudan.
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Además del abuso denuncian que los obligan a hacer de “portátil” del alcalde
Trabajadoras de la municipalidad de Comas formularon una denuncia contra el alcalde de Comas por haberlas degradado de empleadas a obreras en represalia por haber solicitado el pago vacaciones, gratificaciones de julio y Diciembre o incluso incremento de sueldo y demás beneficios que les adeudan.
En respuesta a sus demandas se dispuso que el día siguiente les “rotara de empleadas a obreras”. Para más burla les entregaron uniformes viejos e incompletos de obreras, picos y lampas para realizar labores de campo en áreas verdes, que nunca antes habían realizado.
Las denunciantes, Anita Sandoval, María Luz Huamancayo y Carmen Rosa Trujillo, aseguran que el Teniente Alcalde de la Municipalidad, Wilfer Carlos Palacios, les manifestó que el cambio era consecuencia de su pedido de otorgamiento de sus derechos laborales.
Las agraviadas ahora realizan labores de jardinería, corte, limpieza y transporte de malezas sin la debida protección contra el Sol, por lo que se ven obligadas a improvisar con trapos para evitar la insolación. Tampoco cuentan con guantes, mascarillas ni botas, por lo que están expuestas a contraer enfermedades infecciosas.
Pese a que se las expone a mayor riesgo de contraer enfermedades, se les niega el derecho a la seguridad social. Tampoco cuentan con servicios higiénicos por lo que varias de ellas desarrollan dolencias urinarias por retener la orina todos los días por no contar con un lugar para ello, lo cual se agrava porque los establecimientos comerciales se niegan a facilitarles esos servicios por el aspecto que presentan al usar los uniformes viejos.
A parte de ellas no las recoge el camión que las debe transportar al culminar la jornada, por lo que son obligadas a caminar largos trechos sin que se les reconozca el pago de movilidad. También les obligan a entregar boletas en blanco de honorarios profesionales, estando contratados por el CAS “que ellos mismos llenan bajo la amenaza, que si no lo hacemos, no nos pagarán ese mes”, denunciaron.
La ”portátil”
Como si fuera poco denunciaron que se les obliga a asistir los sábados y domingos a actos municipales de inauguraciones de obras o izamientos de bandera, para “aplaudir y hacerle barra al alcalde, donde se nos toma lista o nos entregan una constancia de asistencia. Si no asistimos nos castigan rotándonos a limpieza pública o áreas verdes o nos botan del trabajo, porque lo que quieren es aparentar que van muchos vecinos de Comas a estos eventos; cuando no es así, somos en la mayoría trabajadores municipales”, señalaron.
Por los abusos cometidos, las agraviadas han recurrido a la Defensoría del Ministerio de Trabajo, la Defensoría del Pueblo y Contraloría General de la República intervengan e investiguen estos actos, que afectan a unos 300 trabajadores y advierten que lo más probable es que ahora la municipalidad recurra al despido por haber hecho pública la denuncia.
Las denunciantes, Anita Sandoval, María Luz Huamancayo y Carmen Rosa Trujillo, aseguran que el Teniente Alcalde de la Municipalidad, Wilfer Carlos Palacios, les manifestó que el cambio era consecuencia de su pedido de otorgamiento de sus derechos laborales.
Las agraviadas ahora realizan labores de jardinería, corte, limpieza y transporte de malezas sin la debida protección contra el Sol, por lo que se ven obligadas a improvisar con trapos para evitar la insolación. Tampoco cuentan con guantes, mascarillas ni botas, por lo que están expuestas a contraer enfermedades infecciosas.
Pese a que se las expone a mayor riesgo de contraer enfermedades, se les niega el derecho a la seguridad social. Tampoco cuentan con servicios higiénicos por lo que varias de ellas desarrollan dolencias urinarias por retener la orina todos los días por no contar con un lugar para ello, lo cual se agrava porque los establecimientos comerciales se niegan a facilitarles esos servicios por el aspecto que presentan al usar los uniformes viejos.
A parte de ellas no las recoge el camión que las debe transportar al culminar la jornada, por lo que son obligadas a caminar largos trechos sin que se les reconozca el pago de movilidad. También les obligan a entregar boletas en blanco de honorarios profesionales, estando contratados por el CAS “que ellos mismos llenan bajo la amenaza, que si no lo hacemos, no nos pagarán ese mes”, denunciaron.
La ”portátil”
Como si fuera poco denunciaron que se les obliga a asistir los sábados y domingos a actos municipales de inauguraciones de obras o izamientos de bandera, para “aplaudir y hacerle barra al alcalde, donde se nos toma lista o nos entregan una constancia de asistencia. Si no asistimos nos castigan rotándonos a limpieza pública o áreas verdes o nos botan del trabajo, porque lo que quieren es aparentar que van muchos vecinos de Comas a estos eventos; cuando no es así, somos en la mayoría trabajadores municipales”, señalaron.
Por los abusos cometidos, las agraviadas han recurrido a la Defensoría del Ministerio de Trabajo, la Defensoría del Pueblo y Contraloría General de la República intervengan e investiguen estos actos, que afectan a unos 300 trabajadores y advierten que lo más probable es que ahora la municipalidad recurra al despido por haber hecho pública la denuncia.
