Mucho se ha escrito sobre las profecías. Hay muchas falsas predicciones, a veces se encuentran escritos que pueden ser interpretados de cientos de formas, como los de Michel de Nostradamus. Sus cuartetas no son significativas, pues escribiendo estrofas al azar, cualquier persona habría obtenido resultados parecidos, en 500 años los sucesos que han acontecido son miles de millones, y siempre es posible "ajustar" hechos que han sucedido a las cuartetas de Nostradamus. Los nostradamistas nunca han anunciado un suceso basado en las cuartetas antes de que ocurra, sólo después y mientras que una persona interpreta que ve hechos relacionados a un rey, otro podría ver lo que pasó en un partido de fútbol.
Pero dejemos las profecías cuestionables y analicemos otras. Podemos echar una mirada a las profecías de San Nilos, ermitaño del monte Athos.
El monte Athos es un lugar sagrado de la Iglesia Cristiana Ortodoxa en Grecia. Nilo, o Nilos, por ser huérfano, fue criado por su tío. Ambos llevaron una vida religiosa, y al morir su tío, Nilo pidió permiso para vivir una vida de ermitaño en una cueva del monte Athos. Allí oraba ante un altar con un crucifijo, que había construido rústicamente. En la cueva sufrió continuos ataques del demonio, y antes de morir, el 12 de noviembre de 1651, legó una profecía, que transcribimos más abajo. La gente del lugar se enteró de su muerte al sentir un fuerte olor a mirra que llegaba hasta el mar, buscaron y en la cueva dieron con el cadáver de San Nilo.
Saquen ustedes mismos sus conclusiones.
Profecía de San Nilo
Después del año 1900, hacia la mitad del siglo XX, la gente de aquella época vendrá a ser irreconocible. Cuando el tiempo de la llegada del Anticristo se aproxime, las mentes de la gente crecerán nebulosmante en pasiones carnales, y el deshonor y el crimen serán más grandes. Entonces el mundo se volverá irreconocible. La apariencia de la gente cambiará, y será imposible distinguir hombres de mujeres debido a la desvergüuenza en los vestidos y corte de cabello. Esta gente será cruel y como animales salvajes debido a las tentaciones del Anticristo.
No habrá respeto por padres y los mayores, el amor desaparecerá, y los pastores cristianos, obispos y sacerdotes se volverán hombres vanos, completamente incapaces de distinguir el camino correcto del incorrecto. En ese tiempo la moral y tradiciones de los cristianos y la iglesia cambiarán. La gente abandonará la modestia, y la disipación reinará. La falsedad y codicia alcanzarán grandes proporciones, y ¡ay de aquellos que acumulen tesoros! La lujuria, el adulterio, la homosexualidad, las tramas secretas y el asesinato imperarán en la sociedad.
En aquel tiempo futuro, debido al poder de tan grandes crímenes y licenciosidad, a la gente le será arrebatada la gracia del Espíritu Santo, que recibieron en santo bautismo, y también el remordimiento.
Las iglesias de Dios serán privadas del temor a Dios y de los pastores piadosos, y ¡ay de los cristianos que queden en el mundo en aquel tiempo!; perderán completamente su fe, porque no tendrán la oportunidad de ver la luz del conocimiento de absolutamente nadie. Entonces se separarán del mundo en santos refugios, en busca de iluminación para sus sufrimientos espirituales, pero dondequiera encontrarán obstáculos y restricciones. Y esto será resultado del hecho de que el Anticristo quiere ser el señor de todas las cosas y quien impere en el universo entero, y producirá milagros y signos fantásticos. También dará sabiduría depravada a un hombre infeliz para que descubra la forma por la que un hombre pueda llevar a cabo una conversación desde un extremo de la Tierra al otro. En ese tiempo los hombres también volarán por el aire como las aves y descenderán al fondo del mar como los peces. Y cuando hayan conseguido todas estas cosas, esta gente infeliz pasará sus vidas en la comodidad, sin saber, pobres almas, que esto es el engaño del Anticristo, ¡y del gran impío!
Dios bondadosísimo verá la degeneración de la raza humana y acortará los días, para salvación de aquellos pocos que serán salvados, porque el enemigo quiere conducir aún a los elegidos a la tentación, si fuera posible ... entonces la espada del castigo aparecerá derrepente y matará al corruptor y sus sirvientes.
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