..........Eva y Myriam Fefer |
Después de tres años del misterioso crimen que sacudió a la colonia judía, la policía continúa atando cabos en torno a este caso, después que las pruebas de ADN en muestras del lugar del homicidio coincidieron con las de un sicario colombiano, quien asesinó por encargo a Myriam Fefer.
Como ya se sabía, no había rastros de que las puertas hayan sido forzadas, por lo cual el colombiano Alejandro Trujillo Ospina, criminal que ofrece sus servicios homicidas por internet, ingresó tranquilamente por el garaje de la casa, según los peritos de Homicidios de la Policía.
Diversos indicios llevan a pensar que fue la hija de la fallecida, Eva Bracamonte Fefer, la que posiblemente facilitó la entrada al asesino. Adicionalmente, Eva mintió diciendo que se levantó alrededor de la medianoche, pues tenía que terminar una tarea dejada por la Alianza Francesa, hecho que fue desmentido por los profesores.
El crimen ocurrió el 15 de agosto de 2006, pero la madeja comenzó a desenrollarse después que el criminal, que se encontraba preso en Argentina, alardeó de haber asesinado a una empresaria limeña por encargo de su propia hija, Eva Bracamonte Fefer, quien lo contrató para cometer el homicidio, según había revelado el mismo colombiano.
Detectives de Homicidios de la PNP, cuya versión llegó a algunos medios, determinaron que Trujillo Ospina fue ayudado a ingresar a la residencia de Fefer Salleres en San Isidro, pues una persona le abrió la puerta del garaje desde adentro.
El mayordomo
Tras estrangular con un cable a Myriam, el homicida robó varios objetos, entre ellos la billetera y el celular de la empresaria, y escapó por la misma puerta por donde ingresó.
Eva, a la una de la madrugada el día del crimen, recibió una llamada desde el celular de su madre, probablemente cuando ya estaba en poder del sicario, según "Cuarto Poder".
Intereses
Precisamente, días antes del crimen iba a culminar el trámite de una declaratoria de herederos que desfavorecía a Eva, quien ahora se repartiría la herencia a medias con su único hermano Ariel.
Tras el crimen, Eva y su amiga Liliana Castro Mannarelli, de 23 años, se apropiaron de la casa y las acciones de la inmobiliaria de Fefer Salleres. Eva entregó amplios poderes a Castro para disponer de la herencia y a la vez casi despojaron por completo de la herencia a Ariel y lo echaron de la casa (hecho que Castro niega), lo que sería una indicación de la complicidad de Castro en el crimen.
Con todas estas evidencias, los peritos de Homicidios revelaron que se están completando el atestado policial que conduzca a la captura de las acusadas.
En tanto, el sicario, asesino múltiple, fue detenido en Salta, Argentina, donde se encuentra ahora. También se sabe que perpetró el homicidio acompañado de su hermano, David Trujillo, prófugo.