El papa Francisco aprobó decretos que reconocen las virtudes heroicas de cinco Siervos de Dios, entre ellos sor Lucía de Jesús Rosa dos Santos, una de las videntes de Fátima, Portugal, junto con el martirio de veinte mártires de la Guerra Civil Española.

 

videntes Fatima

De izquierda a derecha, los niños Jacinta, Lucía y Francisco

 

Sor Lucía de Jesús Rosa dos Santos, junto a sus primos Francisco y Jacinta Marto presenciaron una serie de apariciones de la Santísima Virgen María en Fátima en 1916. Ellos reportaron haber sido visitados por un ángel. Al año siguiente, a partir del 13 de mayo, afirmaron ver una serie de apariciones de la Santísima Virgen María, que culminó seis meses después con el famoso “Milagro del Sol” que fue presenciado por decenas de miles de personas.

Tras la prematura muerte de sus primos, que fallecieron pocos años después a causa de la gripe española, sor Lucía quedó como única depositaria del mensaje que le encomendó la Virgen, que ella misma transcribió, a instancias del obispo de Leiria, José Alves. Correia da Silvia, en cuatro documentos entre 1935 y 1941.

Un documento posterior, fechado en 1944, que contenía el llamado “tercer secreto”, fue enviado a Roma y abierto por primera vez en 1960. La hermana Lucía dijo que el mensaje debía ser dado a conocer en 1960 o a su muerte.

El papa San Juan Pablo II autorizó que el secreto fuera revelado en 2000, sin embargo el contenido sembró muchas dudas, pues la “hermana Lucía” que “murió” en el año 2005 no se parece a la hermana Lucía en su físico ni en sus gestos hasta las fotos de alrededor de 1950, por lo que se presume que el verdadero fallecimiento haya ocurrido décadas atrás.

Sor Lucía pasó toda su vida dedicada al mensaje que había recibido en Fátima. En un principio ingresó en el colegio de las Hermanas Doroteas de Vilar; más tarde se hizo carmelita en Coimbra, donde murió el 13 de febrero de 2005, según el Vaticano.

La distinción entre su vida y las apariciones, dice el Decreto, “es también difícil porque gran parte de su sufrimiento se debió a ellas: siempre estuvo escondida, protegida, custodiada. En ella se ve toda la dificultad de mantener unidas la excepcionalidad de los acontecimientos de los que fue espectadora y la cotidianidad de una vida monástica como la del Carmelo”.

Las apariciones han sido respaldadas por varios Papas, mientras que la Iglesia observa el 13 de mayo como un memorial opcional de Nuestra Señora de Fátima. El Papa Francisco visitó Fátima en 2017 con motivo del centenario de las apariciones, durante el cual canonizó a Francisco y Jacinta. Con el decreto del jueves, la causa de canonización de la Venerable Lucía sigue avanzando.

 

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