La Biblioteca Nacional del Perú (BNP), en su Fondo Antiguo, conserva y protege sus grandes obras como “Simbólicas”, “La canción de la poesía” y otras
Uno de los personajes más relevantes de la cultura en nuestro país es José María Eguren. Por esta razón, la Biblioteca Nacional del Perú (BNP), entidad que forma parte del Ministerio de Cultura (Mincul), recuerda al gran poeta, escritor, pintor, inventor y fotógrafo peruano al cumplirse, este 7 de julio, 149 años de su natalicio.
En su Fondo Antiguo, la primera institución cultural del Perú independiente conserva y protege diferentes obras de Eguren, a quien se le considera el único representante del Simbolismo en nuestro país, ya que plasmó en sus obras ambientes fuera de la realidad, cargados de significaciones y liberando al poema de toda connotación objetiva.
También se le atribuye ser quien da el primer paso para la llamada poesía contemporánea en suelo peruano. Entre los ejemplares que custodia la BNP encontramos primeras ediciones de “Simbólicas” (Lima, 1911), “La canción de las figuras” (Lima, 1916), “Poesía” (Lima, 1929) y “Acuarelas de Eguren” (Lima, 1920-1930).
Cabe indicar que Eguren cumplió un rol determinante para que se inicie la poesía moderna peruana, la que después se consolidaría a nivel mundial con la influencia que ejerció en los trabajos de nuestro vate universal César Vallejo. Para José Carlos Mariátegui, “Eguren representa, en nuestra historia literaria, la poesía pura”.
Entre sus obras más importantes tenemos: “Simbólicas”, “La canción de las figuras”, “Visiones de enero”, “Poesías”, “De simbólicas a rondinelas” y otras. Eguren también fue un ávido lector.
UN POCO DE LA VIDA DE EGUREN
Nació el 7 de julio de 1874, en Lima. Fue un pequeño de salud frágil y que se enfermaba muy seguido. De niño y adolescente pasó largas temporadas en el campo, en la hacienda familiar Chuquitanta. Este contacto con la naturaleza agudizó sus sentidos, lo que después se vería reflejado en su obra poética y literaria.
Estudió en el Colegio de la Inmaculada de Lima y luego en el Instituto Científico de Lima. Continuaría con sus estudios de manera autodidacta. A finales del siglo XIX e inicios del siglo XX, colabora con poemas en revistas y publicaciones de la época: “Lima ilustrada”, “Principios”, “Contemporáneos”, “La Noche”, “Cultura”, “Mercurio Peruano”, “Colónida”, “Amauta”, “Prometeo”, Presente”, “Social” y otras. En 1911 publica su primer libro capital “Simbólicas”.
Para 1916, con “La canción de las figuras”, se consolidó su prestigio, no solo en el Perú, sino también en Europa y Estados Unidos. En marzo de 1918, César Vallejo le hizo una célebre entrevista como corresponsal del semanario trujillano “La Semana”. Ostentó el cargo de director de Bibliotecas y Museos Escolares del Ministerio de Instrucción Pública.
En 1938, recibió la visita de la poeta chilena Gabriela Mistral, su fiel admiradora. En junio de 1941 fue elegido miembro de la Academia Peruana de la Lengua, pero su delicado estado de salud le impidió la recepción pública de tal distinción. Murió el 19 de abril de 1942, en Lima. Sus restos descansan en el Cementerio Presbítero Matías Maestro.