Conoce la historia de esta usuaria jaujina del Programa PAIS del Midis, que saca adelante a su familia y apunta a tener su propia empresa de alimentos saludables

“Preparo mermeladas de mashua. Tienen antioxidantes que nos protegen de enfermedades y limpian nuestros riñones”. Evelyn López sabe que una buena alimentación es clave para cuidar la salud de las personas. Desde hace un tiempo se dedica a la elaboración y venta de estas conservas artesanales en el distrito de Apata, provincia de Jauja, región Junín.

 

Jackeline mermeladas

 

En su comunidad es conocida como la ‘Madre de las mermeladas artesanales’. Como usuaria del Tambo San José de Apata del Programa PAIS, del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), potenció sus habilidades para promover el consumo de alimentos saludables y, a la vez, generar sus propios ingresos económicos para sacar adelante a su familia.

“Mientras más oscura es la mashua, sus propiedades para proteger el sistema inmunológico en hombres y mujeres son mayores. Preparo mermeladas de oca, de capulí y de mora silvestre. En el Tambo he aprendido sobre los costos de producción, cuanto tengo que invertir en insumos, la compra de tapers y más”, cuenta Evelyn.

A través de esta plataforma, contó con el apoyo de Caritas del Perú y el programa Foncodes, para construir su refrigeradora ecológica y su propio biohuerto, donde siembra lechuga, espinacas, acelga, perejil, y más insumos, que le generan un ahorro de dinero en la alimentación de su familia y la preparación de las mermeladas y platos nutritivos.

Cuenta que es a partir de la asistencia recibidaó, que entiende que la buena alimentación que promueve a través de sus mermeladas, podía convertirse en un potencial emprendimiento saludable. Poco a poco, empezó a promocionar los múltiples beneficios de sus productos y venderlos primero entre sus vecinos, luego en la escuela de la comunidad y ahora participa en ferias locales y distritales, ofreciéndolos al público en general.

“Mayormente preparo para las ferias, los vecinos me compran en pequeñas cantidades. Tengo mi refrigeradora y un día antes preparo 10 tapers de cada variedad. Cada vez que vienen visitantes, ofrezco mis mermeladas. Me veo trabajando de lleno en esto, apoyando a mis hijos para que sean profesionales”, comenta.

En unos años espera formar su propia empresa, tener una marca establecida y un ingreso económico fijo que permita, junto a su esposo, brindarles una educación superior de calidad a sus hijos Hans (15), Sofía (7) y Piero (6).

Sus ganas de superación también han hecho que apoye a las mujeres de su comunidad. En coordinación con el Programa PAIS y la ONG Fovida, va casa por casa para transmitir a sus compañeras todo lo aprendido en el Tambo y las alienta a iniciar también sus propios emprendimientos.

Evelyn, la madre de las mermeladas artesanales, está agradecida con las oportunidades de crecimiento que ha encontrado en el Tambo y el apoyo de su gestora institucional. Señala que le ha permitido crecer como emprendedora, pero sobretodo como persona.

“Me siento feliz de haber aprendido tanto en los últimos años. Antes solo me dedicaba a mis hijos y no hablaba mucho. Ahora le doy valor a la elaboración de mis mermeladas. Además, me he capacitado en temas de violencia, ahora sé que todos somos iguales. Siempre quiero aprender más cosas. Le diría a todas las mujeres que aprovechen los servicios de los Tambos y sobretodo que no tengan miedo en sobresalir”, expresó como mensaje final.