Una extraña aurora boreal alcanzó una extensión sin precedentes, pues normalmente se ven cerca de los polos, en las zonas como el norte de Noruega, Islandia, y el norte de Suecia y Rusia.
Ayer la aurora se pudo ver por varios países de Europa, Rusia, en los Estados Unidos, Ucrania, China, Japón, pero en el hemisferio sur se vio en Lima, Australia, Nueva Zelanda y otros lugares, también alejados de los polos. En nuestro caso sería una aurora austral, por estar más próximos al Polo Sur, aunque aparentemente no se reporta avistamiento de la aurora en regiones más cercanas al Polo Sur, como el sur de Argentina y Chile.
Además de haberse visto en una región tan lejana de los polos como es Lima, esta aurora fue rara también por la tonalidad roja.
El Senahmi, consultado por este fenómeno lo atribuyó a cristales en el cielo que tras la lluvia tomaron este color. Les falta estar al tanto de los fenómenos como este. No es un fenómeno meteorológico, sino geomagnético.
Una aurora se produce cuando las partículas solares cargadas eléctricamente (generadas por el viento solar) chocan con la magnetosfera de la Tierra.
Choque del viento solar contra el campo magnético de la Tierra. Nasa / ESA
Este 5 de noviembre alcanzó la Tierra una eyección de masa coronal (CME) proveniente del Sol, que se encuentra en fase activa con la mancha solar 3477 y otras menores que se observan estos días en nuestra estrella, a 150 millones de kilómetros de la Tierra.
La Tierra está protegida por su campo magnético y cuando llegan las CME chocan en los polos, lo cual puede causar las auroras.
Los colores de las auroras dependen de la especie atómica o molecular que las partículas del viento solar excitan y del nivel de energía que esos átomos o moléculas alcanzan.
El oxígeno causa los dos colores más usuales de las auroras. El verde/amarillo se produce a una longitud de onda energética de 557,7 nm, mientras que el color más rojo y morado lo produce una longitud menos frecuente en estos fenómenos, a 630,0 nm.
El nitrógeno, al que una colisión le puede desligar alguno de sus electrones de su capa más externa, produce una luz azulada, mientras que las moléculas de nitrógeno son muy a menudo responsables de la coloración rojo/púrpura de los bordes más bajos de las auroras y de las partes más externas curvadas.
Grandes auroras
Una aurora roja extensa se observó en el año 1938, entre el 25 y 26 de enero y alcanzó hasta el sur de Europa, atemorizando a mucha gente, que llegó a escuchar crujidos en el cielo. La vidente de Fátima, hermana Lucía, aseguró que ese era el signo visible que era la señal del inicio de la Segunda Guerra Mundial, anunciada 20 años atrás en un mensaje. Para entonces España se encontraba en plena guerra civil. Dos meses después de la aurora, Adolf Hitler invadió Austria, en lo que se conoce como Anschluss, hecho que se considera el inicio de dicha conflagración mundial.