La filosofía corrupta del actual gobierno de las apariencias

Por Juan Sheput*

De los videos de la corrupción a los audios de la corrupción (lo de petroaudios es una generosidad)

Los audios mostrados por el periodista Pablo O`Brien revelan un sistema de corrupción difícil de detectar por los controles típicos de la democracia.


En ese sentido —y otros— tienen mucho de similitud con los vídeos de la corrupción que generaron la caida de Alberto Fujimori y su socio Vladimiro Montesinos.

En los audios de la corrupción se muestra como se pactan negocios al margen de las entidades del Estado. Más vale el contacto directo con los más altos funcionarios, incluyendo al Presidente de la República que el juego limpio institucional. Lo mismo se ve en los videos fujimontesinistas. La precariedad de nuestras instituciones se demuestra en estos audios a pesar de lo que digan algunos teóricos de la política en sus columnas semanales.

En los audios se muestra como se colocan funcionarios claves que luego serán elementos dóciles al servicio de la corrupción. Los cuestionamientos vigentes contra CONSUCODE, de fallar parcializadamente en un sentido u otro ahora se comprenden: un compañero de carpeta, un amigo de Rómulo León es su presidente.

En los audios se escucha y en la transcripción se lee cual es la filosofía, el pensamiento guía del actual gobierno. Leamos lo que dice el investigado Alberto Químper según Perú 21:

A: Alan García, carajo, para evitar que hablen de él, sacrifica a la gente. Pero lo cierto es que no pueden… es una incontrovertida (sic), incontrovertible. No lo puede ver. Entonces, varias veces yo he defendido a Rómulo ante Alan García. Y yo le he dicho: “Acá hay gente peor que Rómulo y que te rodean”. “Sí —me dijo—, pero la conducta de esa gente no ha trascendido”. Y el huevón de Rómulo quiso que la comisión del Congreso lo absolviera, y ahí se armó un escándalo. Me dijo “la culpa la tiene él, yo no quiero saber nada”. No lo recibe.

Según Químper al presidente Alan García no le importa rodearse de sujetos peores que Rómulo León en la medida que no se conozca públicamente el comportamiento de estos individuos. Ese es el quid del asunto. Este es el gobierno de las apariencias, simula austeridad y es gastador, simula honestidad y está inundado de corrupción, simula respeto a los poderes del estado y los tiene controlados, simula democracia y es intolerante, simula, simula, simula y pocos son los que se atreven a desenmascarar a un gobierno que le está haciendo mucho daño al país.
El próximo gobierno, una vez más, tendrá que ser de reconstrucción nacional.

* http://mate-pastor.blogspot.com/