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El atentado contra la Fiscal de la Nación, Gladys Margot Echaíz Ramos, tras el cual resultó ilesa luego de que su personal de seguridad repelió el ataque, fue realizado por tres desconocidos, según el Ministerio Público.
El ministerio del Interior informó que los hechos ocurrieron cerca de las ocho de la noche, cuando la Fiscal había acudido a un salón de peinados en Jesús María, en la cuadra 6 de la avenida de la Policía, donde un primer delincuente (dos según algunos testigos) se acercó a pie y disparó al vehículo por la ventanilla del chofer, mientras que otros dos criminales intentaban cerrarle el paso con una camioneta.
La reacción del personal de seguridad, que resultó también ileso, produjo un nutrido tiroteo, y los delincuentes escaparon, pero la Fiscal pudo ver los rostros de los indeseables.
La Fiscal declaró a RPP que no descarta que los malhechores actúen en vinculación con la investigación de la interceptación telefónica de los “petroaudios” —en la que la Fiscalía y la Policía nacional lograron capturar a operadores de la red de espionaje, que puede conducir a la captura de los principales responsables—y aseguró que lo acontecido no la amedrentará, pues ya le han sucedido hechos parecidos.
En tanto, después de disponer se redoble la seguridad de Echaíz, el ministro del Interior Remigio Hernani también barajó la posibilidad de que se trate de delincuentes relacionados con los petroaudios, pero indicó que podría tratarse de delincuentes comunes que intentaban robar.
Si se trata de delincuentes comunes, resulta extraño que, en lugar de robar a una persona común, ataquen a alguien que se encuentra con protección policial, lo cual sería un serio indicio de la temeridad alcanzada por el crimen.
Si son delincuentes relacionados con los petroaudios, entonces estaríamos ante una indeseable y peligrosa penetración de capitales mafiosos que estarían comenzando a desestabilizar más la ya precaria seguridad de la ciudadanía, siendo lo más grave que estas mafias tengan vinculación con las altas esferas del poder ejecutivo, como es el caso de Rómulo León y su séquito de ministros y funcionarios que acudían a la suite de Fortunato Canaán.
Por tanto, resulta preocupante que el Presidente de la República en persona esté asumiendo el papel de funcionario de menor nivel para conversar directamente con los inversionistas extranjeros, tras lo cual, extrañamente vemos leyes y decisiones ilegales e inconstitucionales, como la venta del aeródromo de Collique.
Estos tratos en Palacio resultan más sospechosos con los antecedentes de García Pérez, a quien en su primer gobierno, empresas como la del tren eléctrico acusaron de haber recibido millonarias coimas, y ya sabemos que después de tener como patrimonio sólo un reloj antes de ser Presidente en 1985, después terminó con un departamento de un millón y medio de dólares en París, casas de playa y una suculenta billetera que le permitió vivir plácidamente en París (ciudad bastante cara) y enviar a sus hijas a las más costosas universidades de Estados Unidos.
