Cuidado que Chile se puede molestar
Por Juan Sheput
¿Recuerdan cuando Alan García dijo cuidado que los chilenos pueden molestarse? Tal vez esa es la lógica que mueve a la Cancillería peruana a desempeñar un papel tan penoso como el que estamos viendo en las últimas horas. De lo contrario no encontramos mayores explicaciones a la forma servil y temerosa con que el Ministerio de Relaciones Exteriores trata el reciente intercambio de opiniones con Chile.
La Cancillería peruana atraviesa por uno de sus más vergonzosos momentos. Poblada y repoblada por individuos que ostentan su cargo por una relación amical o política con el presidente y no por la calidad de su trayectoria, actúan sin dignidad en materia de política exterior.
El canciller chileno, Alejandro Foxley, ha emitido declaraciones agresivas contra el Perú y ha sido avalado por el gobierno de su país. El portavoz del gobierno, Francisco Vidal, quien destacó “la experiencia” en estos temas del jefe de la diplomacia chilena indicó “Cuando habla el canciller en materia de política exterior, habla el Gobierno”.
¿Cómo reaccionó la cancillería peruana? con unas declaraciones lamentables de José Antonio García Belaúnde quien indicó que no se iban a expresar sobre las declaraciones de Foxley por tratarse de una discusión pública. Tal como lo leen, no se expresa el Canciller por que es una discusión pública. Peor que penoso pero nada raro en un individuo que despreció el reclamo del territorio peruano usurpado por Chile por ser del tamaño de su chacrita.
Lo cierto es que Chile no respeta a la Cancillería peruana y mucho menos al gobierno de Alan García. Los chilenos hacen lo que les viene en gana con estos funcionarios y políticos oficialistas que han cedido en todo a cambio de nada.
Mientras los bolivianos hablan de frente y de pie a los chilenos y hacen que Michelle Bachelet vaya a La Paz a negociar su salida al mar, el gobierno de Alan García y su Canciller avergüenzan al Perú con su servilismo y poca dignidad.