por Carlos Repetto Grand
Hace pocos días, en el editorial del inefable diario Expreso, se pudo observar cómo se trafica con la historia, cuando a consecuencia del 36º aniversario del golpe militar que encabezó el general del Ejército peruano Juan Velasco Alvarado, ese diario recogiendo versiones y haciéndolas suyas, califica a los móviles de esta revolución a hechos delictivos, específicamente contrabando de ropas, que al ser descubierto, no le quedó otra alternativa al general Velasco, pues era en su jurisdicción, que tapar este hurto con un golpe de Estado, versión por demás antojadiza y pueril, que trata de descalificar los hechos acaecidos, eminentemente nacionalistas, que devolvió nuestra soberanía con la toma de los yacimientos petroleros de la Brea y Pariñas, el 9 de octubre de 1968; explotados irracionalmente por largos años a título de enclave por la Internacional Petroleum Company, filial de la ESSO STANDARD OIL, ahora denominada EXXON.
Recuerdo como si fuese hoy, ese inolvidable día, bastante frío para ser octubre. Llegué a mi trabajo en la ex Empresa Petrolera Fiscal, situado en el edificio Encarnación, calle Cueva, encontrando a mi compañero de trabajo y compadre, el ingeniero Guillermo Soto Moreno, casi fuera de sí, recibiéndome con estas palabras compadre, nos está citando de inmediato a su Despacho el Ministro de Fomento y Obras Públicas, el general Maldonado Yáñez, no se de qué se trata, pero atribuyo que sea por el caso Dávila; cabe señalar que en setiembre de 1968 hubo en la ex petrolera un caso insólito, que fue poner al Gerente General de ese entonces en una especie de banquillo de acusados, con comparecencia de gran parte de los trabajadores de la ex petrolera fiscal, cansados éstos principalmente de los maltratos recibidos.
La reunión promovida por Soto, secundada por el suscrito, actuando él mismo como una suerte de Fiscal, no tuvo el éxito esperado, estando el Directorio y la Administración por iniciar una acción correctiva y punitiva contra los revoltosos. Pues bien, Soto atribuyó a ese hecho la reunión en Fomento, sin acordarse que suscitado el golpe de Estado del 3 de octubre, fuimos invitados algunos técnicos petroleros, como el doctor Pedro Verástegui, Gonzáles Ugaz, Nieto Polo, Soto y el suscrito, a delinear la estrategia para la toma de Talara, informe que pasada la medianoche del 6 de octubre, entregamos a la mano al entonces coronel EP Aníbal Meza Cuadra, miembro de la Junta Revolucionaria.
Al llegar al Ministerio de Fomento fuimos recibidos por un presuroso edecán, que nos llevó rápidamente al Despacho ministerial, en donde estaba congregada una veintena de personas, la mayoría desconocidas, Maldonado Yáñez, después del saludo de rigor nos expresó casi lo siguiente: Señores, la revolución les agradece vuestros servicios y les comunica que hoy al mediodía el Ejército peruano está ingresando a las instalaciones de la IPC en Talara. Por vuestros servicios están invitados a concurrir a este transcendental acto, en compañía del almirante Zimic, para ello de inmediato deben dirigirse al Grupo Nº 8, en donde hay un avión que los espera para trasportarlos a Talara.
Al llegar a la ciudad de Talara, fuimos recibidos por el alcalde de la ciudad, señor Núñez Taiman, que con voz emocionada nos dio la bienvenida. Del municipio nos dirigimos a las instalaciones de la IPC, en donde nos esperaba el Gerente General, de apellido Wible, con el cual suscribió el almirante Zimic el Acta de Transferencia. Estuvimos tres días en Talara, nominándose comisiones para verificar el estado de las instalaciones. Después regresamos a Lima, siendo recibidos a fines de octubre en Palacio de Gobierno, por el general Juan Velasco Alvarado, el cual nos agradeció por los servicios prestados a la nación.
A este epónimo hombre, Juan Velasco Alvarado, ahora denigrado vilmente, se le debe casi todo lo que actualmente poseemos en materia petrolera, es así que en su época se construyó esa mega obra que es el Oleoducto Nor Peruano; se modernizó y amplió la obsoleta Refinería Talara; se dio pase a la Petroquímica Básica, con la construcción de las Plantas de Fertilizantes, Solventes y Negro de Humo en Talara. En la Refinería La Pampilla se amplió y modernizó la Destilación Primaria de 20 MB/D a 100 MB/D. En el campo comercial se amplió y modernizaron las instalaciones de expendio de combustibles.
En la Selva norte se descubrió petróleo, incrementándose nuestras reservas y producción notablemente, llegando a ser nuestro país exportador de petróleo. Asimismo se construyó la sede de PETROPERU S.A. en el corazón del exclusivo distrito de San Isidro, que fue el emblema hasta hoy de la empresa estatal.
Pese al boicot de la oligarquía y sus malos augurios de que no habría más inversiones, buen número de importantes empresas petroleras del mundo, respondieron suscribiéndose innumerables contratos de exploración adecuándose al Modelo Peruano.
Concluyo expresando que nuestro país en estos momentos críticos requiere con urgencia hombres de la talla de Velasco, que le devuelvan a nuestro país la tranquilidad, su soberanía y nacionalismo. General EP, Don Juan Velasco Alvarado, descanse en paz.
La Razón, 9-10-2004
http://senaldealerta.pe/pol%C3%ADtica/un-d%C3%ADa-como-hoy-9-de-octubre