El óbito de los corruptos
Por Raúl Allain (*); Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Los voceros de los principales partidos políticos de arraigo y que han cobrado mayor presencia en los últimos períodos de gobierno, así como el Parlamento vienen manifestándose a favor de la “muerte civil”, promovida por el presidente Ollanta Humala Tasso. Conceptualmente, consiste en la pérdida de los derechos civiles y personalidad jurídica, privándosele por tanto al individuo de sus derechos. La persona sometida a esta ley deja de considerarse “viva” aún antes de su muerte natural. También puede funcionar como accesoria para las personas sentenciadas a cadena perpetua. Proyectos similares fueron antes presentados por el partido de gobierno, no obteniendo el respaldo necesario del Pleno por causa de cómo fueron planteados, específicamente la claridad. En la Antigua Grecia, a efectos jurídicos, se consideraba a la persona, inexistente, este hecho correspondía a ser, en buenos términos, el destierro.