Por Guillermo Olivera Díaz*
Ahora que la Junta Médica, integrada por 12 galenos, ha concluido que Fujimori no padece de cáncer, pues fue oportunamente extirpado, según reza su elocuente conclusión: “cáncer de lengua oral y displasia recurrente de lengua oral operados, sin evidencia actual de enfermedad”; que 3 psiquiatras le diagnostican una “depresión severa” y otros 2 contrapuestos hablan de un simple “episodio depresivo moderado”, pero ambas situaciones soportables sin los caracteres que la norma exige con fines de indulto: que se trate de algo grave, avanzado, progresivo, degenerativo e incurable; y que la normatividad jurídica vigente, nacional e internacional, así como la justicia penal y constitucional del mismo orden, establecen la inviabilidad de esta gracia presidencial, el presidente Humala, carece de fundamentos médicos y jurídicos y está obligado a no concederla, bajo responsabilidad penal.