Violencia también es traicionar
Violencia también es traicionar
Por César Hildebrandt
Convertir la defensa del medio ambiente en fundamentalismo crispado es un flaco favor que se le hace a la causa de la naturaleza.
Que organizaciones con un programa político radical pretendan monopolizar el descontento clausurando toda posibilidad de dialogo es algo funesto.
La minería es peligrosa, Conga es amenazante y la empresa Xstrata ha empeorado las cosas con su soberbia. Todo eso es cierto, pero cerrarse a todo entendimiento y repetir consignas es una demostración de debilidad. Es desconfiar de los propios argumentos.