El inmortal de Accomarca
El inmortal de Accomarca
Por Eduardo Gonzalez Viaña
Rafael Navarro no encontró la muerte en la casa de Accomarca donde encerraron y quemaron a los hombres. Tal vez nunca la encontró.
Las fuerzas militares entraron en Accomarca cuando estaba a punto de amanecer. Comandos especiales se posesionaron de las casas del alcalde, de la maestra, del pastor evangelista y, por fin, la de Rafael Navarro. Apresaron en el camino a decenas de accomarquinos. Metieron a los hombres en una casa. A las mujeres, en otra. A Rafael lo encararon: