Las ondas de los sonares submarinos militares son causantes de un gran dolor en las ballenas, las cuales aterrorizadas buscan morir en las playas.
También aterran a los cetáceos las turbinas de energía eólica y la exploración de gas y petróleo, dice un estudio realizado por la Universidad St Andrews del Reino Unido.
La investigación analizó los efectos de los sonidos de las ballenas picudas en las Bahamas y emitieron ondas de sonar y grabaron las reacciones de las ballenas empleando transmisores electrónicos adheridos a sus cuerpos.
El estudio, publicado en PloS One, indica que los animales reaccionaron al sonar a niveles mucho más bajos de lo que se suponía, por lo que dejaron de emitir el sonar antes que produzca efectos dañinos en las ballenas picudas.
Quedó claro que las ballenas huyeron rápidamente de los sonares, por lo que creen que en algunas oportunidades no pueden escapar y terminan varadas.
Este estudio confirmaría las versiones que asociaban las muertes de las ballenas a los ejercicios navales.
Explicaron que otras especies de Ballenas y delfines parecen ser más resistentes a la agresión de los sonares. Pero las ballenas picudas parecen ser más sensibles incluso a otros sonidos como los de las orcas, que les disgustan, pero son más vulnerables a los sonares.
Los científicos dijeron que estos cetáceos también se aterrorizan con el ruido de los generadores de energía eólica ubicados cerca del mar.
Las ballenas picudas suelen nadar lejos de los barcos y de las rutas de aviones.
El estudio también manifiesta temores por el daño que pueden causar a las ballenas y otros animales sensibles los barcos y las exploraciones de gas y petroleras.
La investigación analizó los efectos de los sonidos de las ballenas picudas en las Bahamas y emitieron ondas de sonar y grabaron las reacciones de las ballenas empleando transmisores electrónicos adheridos a sus cuerpos.
El estudio, publicado en PloS One, indica que los animales reaccionaron al sonar a niveles mucho más bajos de lo que se suponía, por lo que dejaron de emitir el sonar antes que produzca efectos dañinos en las ballenas picudas.
Quedó claro que las ballenas huyeron rápidamente de los sonares, por lo que creen que en algunas oportunidades no pueden escapar y terminan varadas.
Este estudio confirmaría las versiones que asociaban las muertes de las ballenas a los ejercicios navales.
Explicaron que otras especies de Ballenas y delfines parecen ser más resistentes a la agresión de los sonares. Pero las ballenas picudas parecen ser más sensibles incluso a otros sonidos como los de las orcas, que les disgustan, pero son más vulnerables a los sonares.
Los científicos dijeron que estos cetáceos también se aterrorizan con el ruido de los generadores de energía eólica ubicados cerca del mar.
Las ballenas picudas suelen nadar lejos de los barcos y de las rutas de aviones.
El estudio también manifiesta temores por el daño que pueden causar a las ballenas y otros animales sensibles los barcos y las exploraciones de gas y petroleras.