Buenos Aires, 3 abr (Sputnik).- Durante la cuarentena por COVID-19, establecida por el Gobierno argentino en 2020, aumentaron las denuncias de delitos informáticos, dijo a Sputnik el director nacional de Ciberseguridad de la Secretaría de Innovación Pública de la Jefatura de Gabinete de Ministros, Gustavo Sain.
"Durante el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, decretado en Argentina a partir de marzo de 2020, hubo un aumento significativo de casos registrados en el Centro Nacional de Respuestas a Emergencias Informáticas (CERT.ar) y denuncias de delitos informáticos en fiscalías y organismos públicos de todo el país", indicó Sain a esta agencia.
Sin embargo, aclaró que no se puede decir que esto representa un aumento de ataques cibernéticos a nivel nacional ya que muchos de los casos no llegan a la Justicia porque tienen resoluciones administrativas dadas por las empresas proveedoras de servicio de Internet o resoluciones técnicas, con programas de software que mitigan incidentes informáticos.
Santiago Trigo, investigador del Laboratorio de Investigación y Desarrollo en Informática Forense (InFo-Lab), dijo a esta agencia que las personas y las empresas no estaban del todo preparadas para poder realizar teletrabajo, lo que genera un mayor riesgo para el ciberataque.
"La necesidad y urgencia de contar con mecanismos de acceso remoto a las oficinas de la empresa o lugar de trabajo ha hecho, que en muchos casos, se desprotejan los activos digitales, dando como consecuencia, facilidades a los delincuentes para vulnerar los sistemas informáticos", indicó Trigo.
DELITOS
La investigadora del InFo-Lab Sabrina Lamperti dijo a esta agencia que en 2020, cuando empezó la pandemia, creció exponencialmente el ciberfraude, "en función de la masificación del uso de la tecnología para efectuar operaciones bancarias y financieras".
"Ciberfraude le decimos a las defraudaciones informáticas en las que se alteran los accesos a los sistemas informáticos bancarios para obtener beneficios patrimoniales que perjudican tanto a los clientes como a los bancos y al sistema financiero", precisó.
Entre 2019 y 2020 se ha visto un incremento del 600 por ciento en este tipo de ciberfraude, "tendencia que continúa durante lo que va del 2021", agregó Lamperti.
Sain dijo que durante la pandemia "se pudieron observar ataques más sofisticados y nuevas modalidades de comisión de delitos ya existente".
Uno de ellos, dijo, es el phishing, la técnica utilizada por estafadores para robar datos de sus víctimas para su posterior uso ilícito.
El investigador contó que antes de la pandemia el atacante accedía a los datos de las víctimas a través de SPAM (correo no deseado) vía correo electrónico, enlaces web o a través de una publicidad en línea, mientras que en la crisis sanitaria "estas solicitudes fraudulentas empezaron a ser más personalizadas, con datos previos de la víctima con los que cuenta el estafador".
"Esta modalidad se denomina spearphishing y hubo registros donde a través de mensajes de WhatsApp se le solicitaba corroborar datos personales verdaderos de la víctima para acreditar identidad por un supuesto hackeo de su cuenta de Twitter, en este caso datos de su pasaporte", añadió.
El director nacional de Ciberseguridad dijo que durante la pandemia también hubo "un notable incremento de noticias falsas con el objetivo de producir desinformación en la ciudadanía".
En Argentina las noticias falsas se utilizaron para atacar una página del Gobierno nacional, el Boletín Oficial de la República, en marzo de 2020, días antes de que el Ejecutivo decretara el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, contó.
Días previos a decretar la cuarentena, dijo, se viralizaron por redes sociales, sistemas de mensajería instantánea y sitios web supuestas comunicaciones oficiales relacionadas con el covid-19.
Las supuestas comunicaciones referían a las personas "beneficiadas" para realizar cuarentena, otorgamiento de subsidios varios, excepciones impositivas para sectores productivos y un presunto colapso de Internet a nivel nacional, entre otras.
Dichos mensajes, dijo, "contenían el enlace verdadero al Boletín Oficial donde supuestamente estaba el decreto presidencial que afirmaba eso. Obviamente tal decreto no existía y el objetivo era hacer caer el sitio oficial de los actos de Gobierno, lo que sería una especie de ataque de denegación de servicio indirecto".
Además, Trigo contó que en Argentina aparecieron nuevas formas de estafa en base a los planes que el Gobierno ha brindado para sobrepasar la crisis económica generada por la situación pandémica.
Así han aparecido prácticas de ingeniería social (forma de manipulación de usuarios legítimos para obtener información privada o acceso a un sistema) en base a la Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción y al Ingreso Familiar de Emergencia, entre otras cuestiones.
Los delincuentes han aprovechado este mundo más conectado para generar más ganancias; más personas y más tiempo conectadas, más probabilidad de éxito en sus ataques, añadió el experto. (Sputnik)