El cohete chino Long March 5b de 21 toneladas, está regresando a la Tierra después de lanzar el primer módulo de la nueva estación espacial de China y podría caer en cualquier lugar de una zona roja que incluye Nueva York y Madrid.
El cohete se desplaza a cuatro millas por segundo y podría caer entre 41 grados al norte y al sur del ecuador, un área que también incluye Pekín, Sydney, Delhi y Río de Janeiro.
Jonathan McDowell, un astrónomo que rastrea objetos que orbitan la tierra, dijo que espera que China esté desarrollando la capacidad del Gran Marcha 5b para realizar un reingreso controlado.
“Creo que según los estándares actuales es inaceptable dejar que vuelva a entrar sin control”, dijo McDowell a Space News. “Desde 1990 no se ha dejado deliberadamente en órbita más de 10 toneladas para volver a entrar sin control”, indicó.
Holger Krag, jefe de la Oficina del Programa de Seguridad Espacial de la Agencia Espacial Europea, dijo: “China es consciente del posible descenso incontrolado”.
“Siempre es difícil evaluar la cantidad de masa superviviente y el número de fragmentos sin conocer el diseño del objeto, pero una regla práctica razonable es aproximadamente el 20-40 por ciento de la masa seca original”, dijo.
En mayo de 2020, otro cohete Long March 5B atravesó la atmósfera y se quemó parcialmente en su descenso. El núcleo cayó en gran parte en el Océano Atlántico, pero algunos escombros aterrizaron en África Occidental.
Según el South China Morning Post, algunos trozos de escombros se estrellaron contra aldeas habitadas en Costa de Marfil, aunque no se informaron heridos.