Betelgeuse, una estrella supergigante roja y brillante, pronunciada, que está a unos 640 años luz de nuestro planeta, ahora es una buena candidata para la próxima supernova galáctica, según una nueva investigación realizada por investigadores de la Universidad de Tohoku University, Japón, y de la Universidad de Ginebra, Suiza.
Eyección de masa coronal de Betelgeuse en 2019. NASA, ESA, Elizabeth Wheatley (STScI)
La explosión sería tan brillante que los terrícolas podrían ver la exhibición de fuegos artificiales cósmicos incluso a la luz del día, informó Space.com.
La estrella, forma el punto del hombro izquierdo de la bella constelación de Orión, que tiene a la gigante azul Rigel ubicada en el pie derecho de la idealización de esta constelación.
Betelgeuse ha mostrado signos de convertirse pronto en una supernova inminente, pues se ha comportado de manera errática desde 2019, cuando había entrado en una fase de oscurecimiento sin precedentes que resultó en la expulsión de gas varias veces más denso que nuestra luna. La estrella había expulsado masa coronal 400 millones de veces que una normal, lo cual formó una nube que disminuyó su visibilidad desde la Tierra.
Por lo general, Betelgeuse, que es 700 veces más grande que el Sol, se clasifica como una de las estrellas más brillantes del cielo nocturno. En mayo pasado, revirtió la atenuación y brillaba al 142 % de su brillo habitual, según Betelgeuse Status, una cuenta de Twitter que mantiene un registro de los impresionantes fenómenos de esta estrella.
Betelgeuse está cambiando rápidamente entre brillante y tenue cada 200 días más o menos, a diferencia de su tasa habitual de alrededor de 400, dijo a The Guardian la astrofísica Andrea Dupree.
Estamos viendo las etapas finales de la evolución de las grandes estrellas casi en tiempo real para nosotros, que nunca antes habíamos podido estudiar con tanta profundidad, señaló la colega de la astrofísica Dra. Sara Webb, que investiga en la Universidad Tecnológica de Swinburne en Australia.
La posición de las estrellas dio origen al nombre de Orión, hermoso gigante de la mitología griega, hijo de Poseidón y la gorgona Euríale.
La supernova sería visible desde la Tierra, por la gran luminosidad que despedirá, pero ello no tendría efectos físicos en la Tierra, por la lejanía. Una estrella de su tamaño tendría que estar dentro de los 160 años luz para eso, según el sitio científico EarthSky.
En el estudio más reciente, los investigadores informaron que Betelgeuse está quemando carbono desde su núcleo, una señal reveladora del principio del fin.
El equipo de la Universidad Tohoku de Japón y la Universidad de Ginebra en Suiza calcula que se espera un la colapso del núcleo que conduzca a una explosión de supernova en unas pocas decenas de años, indica el estudio publicado en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society (MNRAS).
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